Martín
Moreno.
Podrá ser senador de la República,
entrar al Senado sonriente, orondo, como si nada debiera; purificado por el
gobierno entrante, pero, aun así, no dejará de ser lo que siempre ha sido: un
líder sindical pillo.
Napoleón
Gómez Urrutia – Napito, como lo conocen
en el gremio minero-, se apoderó de 33 millones de dólares que serían
depositados en un fideicomiso para indemnizar a los mineros afectados por el
proceso de privatización de la empresa Minera de Cananea y de Pasta de Conchos
(no de 55 millones, como erróneamente se afirma, ya que distribuyó 22 millones
de dólares a los trabajadores de Cananea). Al ser descubierta su trácala, huyó
junto con su familia a Canadá.
¿Cómo movió Napito 33 millones de
dólares para su peculio? ¿Cuál es la historia?
Extractos de
mis libros Abuso del poder en México (capítulo Napito), y Los demonios del
sindicalismo mexicano (capítulo Napito: robó, huyó…y no lo pescaron) de
Editorial Random House/Aguilar, a fin de documentar, de manera compacta para el
lector, el abuso financiero de Gómez Urrutia y la ruta que siguió el dinero que
sustrajo:
Nombre:
Napoleón Gómez Urrutia.
Mote:
Napito.
Nacionalidad:
mexicano-canadiense.
Mérito: ser
hijo de Napoleón Gómez Sada, cacique sindical del Sindicato Nacional de
Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana
(SNTMMSRM), durante… ¡40 años!
Acusación:
haberse apoderado de 33 millones de dólares pertenecientes a los trabajadores
mineros.
Desde el 19 de marzo de 2006,
Napoleón Gómez Urrutia y su familia viven en una de las ciudades más bellas y
caras del mundo: Vancouver. En el 1288 de la avenida West Georgia, en un
apartamento de gran lujo, conocido como The Georgia Residences. En los
alrededores de ese lujoso barrio vivieron artistas como Frank Sinatra, Samy
Davis Jr, Elvis Presley, los integrantes de The Rolling Stones (quienes
rentaban una suite cada vez que viajaban) y hasta la voluptuosa Pamela
Anderson.
¿Cómo logró
obtener Napito una nueva nacionalidad?
Gracias a que es inversionista en
Canadá, como copropietario de la cadena de restaurantes del Nouba Group que
opera en esa nación, según la Alianza Minera Nacional. Ese fue factor
fundamental para que la consiguiera.
Hoy,
seguramente ya ni siquiera existen parte de los 33 millones de dólares
sustraídos por el líder minero.
Napito, una vergüenza para Canadá.
Napito, una vergüenza para México.
Napito, un demonio del sindicalismo.
El escándalo
estalló.
¿Cómo podía un líder sindical hacerse
de 33 millones de dólares y robárselos, literalmente, para huir con esa fortuna
al extranjero?
La raíz del dinero se dio cuando
Napoleón padre, en
negociaciones con Grupo México –propietario de la empresa Minera de Cananea (y
de Pasta de Conchos), cuya cabeza es Germán Larrea-, obtuvo un logro enorme para los 30 mil trabajadores del SNTMMSRM: que
el patrón aportara 55 millones de dólares que serían depositados en un
fideicomiso para indemnizar a los mineros afectados por el proceso de
privatización de la empresa. (Fideicomiso F/9645/2).
Sindicato millonario con líderes
millonarios.
Hasta que Pasta de Conchos les
estalló en las manos.
Oficialmente,
de esos 55 millones de dólares, “Napito”
distribuyó 22 millones a los trabajadores de Cananea. Los 33 millones de
dólares restantes –alrededor de 350 millones de pesos al tipo de cambio de
2006-, los repartió en cuentas privadas a su nombre y de parientes.
Los mineros afectados presentaron la
denuncia. En 2006, la Subprocuraduría de Delitos Federales de la PGR consignó
la Averiguación Previa UEIFF/FINM02/64/2000, contra el líder sindical,
delegados fiduciarios y funcionarios de Scotiabank. Tribunales federales
giraron orden de aprehensión en contra de Gómez Urrutia. Siguen vigentes.
Con 33
millones de dólares en el bolsillo, “Napito” contrató despachos de abogados
para defenderse desde el extranjero. Se presentaron amparos en su favor. La siempre
cuestionada justicia del Distrito Federal – a través de la Tercera Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de
Justicia del DF-, dictó una
sentencia mediante la que eximía a Gómez Urrutia de haber utilizado
inadecuadamente el fondo financiero de trabajadores mineros.
A pesar de este fallo, a nivel
federal se mantuvo el proceso en contra de Gómez Urrutia por manejo inadecuado
del fideicomiso por 55 millones de dólares.
¿CÓMO SE
MOVIO EL DINERO?
En cualquier
país del mundo –incluido México-, no es fácil desaparecer 33 millones de
dólares y, mucho menos, moverlos financieramente, triangularlos y dejarlos a
buen resguardo bancario. Pero el hábil Napoleón Gómez Urrutia, “Napito”, lo
hizo. Y de qué manera.
Por supuesto que esta maniobra no la
pudo haber realizado solo. Necesitó prestanombres y hábiles ingenieros
financieros que fraccionaran y llevaran, de un lado a otro, esa fortuna, para
beneficio del líder heredero.
Son varias
las pirámides financieras a las que recurrió “Napito” para colocar, en resguardo
seguro y a su conveniencia, 33 millones de dólares, sacarlos del país y
repartirlos en cuentas a las que tiene acceso directo, cuando así lo disponga.
Literalmente: todo con el poder de su firma.
Para entender mejor la manera como
Gómez Urrutia, familiares y socios del dinero, movieron los 33 millones de
dólares, el reportero tuvo acceso a una investigación interna que, por razones
de seguridad, omitimos quién la realizó, pero que detalla cómo “Napito” manejó
la situación.
Sigamos
parte de la ruta del dinero desviado, reportada de manera confidencial y
textual para la elaboración de este capítulo (solamente se le aplicaron
correcciones gramaticales para mayor entendimiento del lector):
Se tiene conocimiento que 17
instituciones bancarias y de inversión de México, Estados Unidos, Suiza y
Turquía, utilizó el ex líder minero Napoleón Gómez Urrutia, “Napito” , para
beneficiarse de gran parte de 55 millones de dólares que estaban en el
fideicomiso establecido en Scotiabank Inverlat, para ser distribuidos entre los
trabajadores de Minera de Cananea y que presuntamente fueron desviados a
cuentas de su esposa (Oralia Casso Valdés) y sus hijos (Alejandro y Ernesto
Gómez Casso), y de personas allegadas a él, como el entonces tesorero del
sindicato, Héctor Félix Estrella y de otras personas cercanas a él, como:
Gregorio Pérez Romo, Gerardo Califa Matta, Guillermo Sepúlveda y María del
Carmen Páez Martínez de la Garza.
Eva Estela Sabanero Sosa ingresó a
Bancomer el 11 de agosto de 1983. Ocupó diversos cargos hasta llegar al puesto
de director de sucursal. En 1999 fue gerente de la sucursal de Etiopía, en Xola
1302, donde personal del sindicato minero realizaba operaciones. Después se fue
a Jalapa y en julio de 2002 regresó a la misma sucursal y retomó la relación
bancaria normal con directivos sindicales que realizaban operaciones entre
cuatro y seis millones de pesos mensuales. En esas fechas ya era líder Gómez
Urrutia.
A mediados de 2004, Héctor Félix
Estrella le informó a Eva Estela Sabanero Sosa, funcionaria de la sucursal
Etiopía de Bancomer, ubicada en avenida Xola 1302, Col. Del Valle, dijo que iba
a recibir una fuerte cantidad de dinero “de un fideicomiso de los
trabajadores”; le pidió asesoría para inversiones a plazo fijo, en dólares o
sociedades de inversión.
El dinero no
llegaba, se cambia de sucursal y el
tesorero sindical la localiza en enero de 2005 y le informa que ya tiene los 55
millones de dólares. Le pidió abrir una nueva cuenta, en dólares, diferente a
las que ya tenían, en la sucursal donde ahora trabajaba. Lo hace el 22 de
febrero.
Sabanero Sosa recibió la
transferencia de 55 millones de dólares del banco Scotiabank -Inverlat a
principios de marzo, a Bancomer. Durante un mes la cuenta permaneció intacta, y
en abril el propio Félix Estrella le informó que Gómez Urrutia había decidido “enviar
una cantidad importante al extranjero” y que lo asesoraba Alberto Velasco
González. Las (órdenes las) recibió por escrito de Gregorio Pérez: transferir
15 millones de dólares a un banco de Texas, en Estados Unidos para invertirlo
“en papel gubernamental o soberano de Brasil”. La operación no se pudo realizar
por no contar con las autorizaciones necesarias y porque las instrucciones
estaban mal.
Velasco
González, molesto, le dijo que “estaba
perdiendo unos millones” porque no se completó la transferencia al extranjero.
Finalmente se hizo, y presumiblemente el asesor de inversiones de Napo al
parecer hizo otra operación importante.
La Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, a su vez, embarga las cuentas del sindicato y de Gómez Urrutia y
comunica a los interesados los estados de cuenta de enero de 2004 a enero de
2006. En el expediente legal se establece que el 24 de enero de 2005,
Scotiabank – Inverlat recibe en depósito 55 millones de dólares; el día 27 se
retira un millón de dólares, y el 4 de marzo 54 millones 84 mil 470.90 dólares.
Los dos retiros se canalizan a BBVA Bancomer.
Las propias autoridades entregarían
al juez detalles de las operaciones de Gómez Urrutia tanto en la Ciudad de
México como en Nueva York, Houston, McAllen, Laredo, San Francisco, Estambul o
Suiza. Entre otras destacan las siguientes:
— Dos transferencias por 185 mil
dólares cada una a Gerardo Califa Matta al J. P. Morgan de Houston y al
International Bank of Commerce de San Antonio; seis transferencias a su hijo
Alejandro por 438 mil 653.49 pesos depositados en una tarjeta de American
Express; dos transferencias a Bernardo Ortiz Garza por 66 mil dólares en el
Laredo National Bank; un millón 900 mil dólares a María del Carmen Páez
Martínez de la Garza Evia en el Laredo National Bank; 22 millones 500 mil
dólares transferidos al Scotiabank – Inverlat.
De la cuenta bancaria de Bancomer por
54 millones 687 mil 343.36 dólares, se realizaron nueve retiros por 44 millones
767 mil 765.23 dólares y se transfirieron al City Bank New York, a Bearn
Stearns Securities Corporation de Nueva York, a BBVA Bancomer, Scotiabank
Inverlat, HSBC y Laredo National Bank, entre otras. Otras operaciones ordenadas
por “Napito” y su tesorero fueron:
— El primero de junio de 2005, la
Consultoría Internacional Casa de Cambio transfirió a Kevin Wells tres mil 500
dólares en el Wells Fargo Bank en San Francisco; el 17 del mismo mes envió 28
mil dólares a Selahattin Turcan en su cuenta en el Isbktris Turquiye is Bancase
as Estambul; se transfirieron 33 mil francos suizos a la Federation
Internacional Mealworks a un banco en Suiza; Ernesto Gómez Casso recibió 40 mil
dólares de la misma consultoría y su hermano Alejandro 137 mil 236.26 dólares.
En el
expediente, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores informa que también está embargada la cuenta de Libretón número
1198952906 a nombre de Gómez Urrutia, y aunque no desglosa las operaciones con
la misma, sí señala que está sujeta a investigación. El secretario de Trabajo,
Javier Lozano, invitó a los integrantes del sindicato minero a convocar a una
asamblea extraordinaria y elegir a su líder para terminar con el divisionismo
interno. Gómez Urrutia está en Vancouver, Canadá y los dirigentes seccionales
afines planean convocar a una asamblea el 2 de mayo. Pero no todos están de
acuerdo, Elías Morales, líder reconocido del sindicato, pretende imponer otra
fecha. Mientras, los 55 millones de dólares no aparecen del todo, aunque una
parte (22 millones de dólares) se pagó a trabajadores.
Gregorio
Pérez Romo, quien pasó de realizar labores de limpieza en el Sindicato Minero,
a ser después mensajero y después se convirtió en chofer y persona de confianza
de los principales miembros del sindicato, por órdenes de Gómez Urrutia y de
Félix Estrella, efectuó varias transacciones financieras y pagos de la tarjeta
de crédito de Alejandro Gómez Casso.
Pérez Romo entró a trabajar en el
sindicato minero en 1986 en las oficinas de Doctor Vértiz 668, colonia
Narvarte, para realizar labores de limpieza. En 1993 se convierte en mensajero
y ayudante de oficina; en el 2000, al mismo tiempo que llega la nueva
dirigencia del sindicato, encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, su posición
toma importancia y se convierte en operador financiero de sus jefes, nada más y
nada menos que del propio Gómez Urrutia y de Félix Estrella, el tesorero.
Estima en total operó en su propia cuenta bancaria 12 millones de pesos.
Pérez Romo aceptó haber recibido varios cheques
certificados a su nombre para realizar por lo menos 17 operaciones bancarias
por instrucciones de Gómez Urrutia y Félix Estrella provenientes de la cuenta
453375811 a nombre del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos
y Similares de la República Mexicana por un total de 6 millones 164 mil pesos,
entre marzo y noviembre de 2005. Se le ordenó pagar las tarjetas de crédito
American Express de Alejandro y Ernesto Gómez Casso y depositar fondos a favor
de Consultoría Internacional Casa de Cambio; los sobrantes en efectivo los
entregaba a Lizbeth Lira, persona allegada al contador del Sindicato o al
propio Félix Estrella. Entre las operaciones están las siguientes:
8 de febrero de 2005, cheque por 416
mil 140.46 pesos; depósito a favor de Consultoría Internacional Casa de Cambio
por 280 mil 140.46 pesos y el resto lo entregó a Félix Estrella.
28 de febrero, cheque por 220 mil
88.93 pesos que endosó a favor de Benigno Gómez López (también mensajero) para
pagar la tarjeta de crédito American Express de Alejandro Gómez Casso con 17
mil 929 dólares; el resto lo entregó a Lizbeth Lira.
8 de marzo, cheque por 253 mil 50
pesos de los cuales se depositaron 221 mil 600 pesos a favor de Consultoría
Internacional; el resto se lo dio a Lizbeth.
9 de marzo, cheque por 631 mil 311.43
pesos para pagar 519 mil 311.43 pesos de la tarjeta de crédito de Alejandro
Gómez; el resto se lo entregó a Lizbeth.
30 de marzo, cheque por 232 mil
214.72 pesos para depositar 167 mil 214.72 pesos a favor de Consultoría
Internacional y de Alejandro Gómez; el resto lo entregó a Lizbeth.
14 de abril, cheque por 304 mil 990
pesos para depositar 234 mil 990 pesos a la cuenta de Consultoría Internacional
y el resto a Lizbeth.
12 de mayo, cheque por un millón 433
mil 658 pesos para depositar un millón 310 mil 980 pesos a Consultoría
Internacional; el resto lo entregó a Lizbeth.
22 de junio, cheque por 400 mil
395.23 pesos para depositar 314 mil 367.57 pesos a favor de Consultoría
Internacional y el resto lo entregó a Lizbeth.
Otro
personaje no identificado, Héctor Pérez
Estrella, recibió 5 millones 655 mil 379.70 pesos de la misma cuenta el 29 de
junio, pero se desconoce en qué fueron utilizados. Los sindicalistas afectados
denunciaron a Gregorio Pérez Romo por el delito de fraude específico en grado
de coparticipación.
Hasta aquí,
lo publicado en ambos libros.
Esta fue la
ruta del dinero del que se apoderó Napito.
“Voy a
eliminar la corrupción del país…”, dijo Gómez Urrutia tras recibir su
credencial como Senador.
El chiste se
cuenta solo.
Y lo pillo
jamás se quita.
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