miércoles, 29 de agosto de 2018

Napito: así se llevó 33 millones de dólares.


Martín Moreno.

Podrá ser senador de la República, entrar al Senado sonriente, orondo, como si nada debiera; purificado por el gobierno entrante, pero, aun así, no dejará de ser lo que siempre ha sido: un líder sindical pillo.

Napoleón Gómez Urrutia – Napito, como lo conocen en el gremio minero-, se apoderó de 33 millones de dólares que serían depositados en un fideicomiso para indemnizar a los mineros afectados por el proceso de privatización de la empresa Minera de Cananea y de Pasta de Conchos (no de 55 millones, como erróneamente se afirma, ya que distribuyó 22 millones de dólares a los trabajadores de Cananea). Al ser descubierta su trácala, huyó junto con su familia a Canadá.


         ¿Cómo movió Napito 33 millones de dólares para su peculio? ¿Cuál es la historia?

Extractos de mis libros Abuso del poder en México (capítulo Napito), y Los demonios del sindicalismo mexicano (capítulo Napito: robó, huyó…y no lo pescaron) de Editorial Random House/Aguilar, a fin de documentar, de manera compacta para el lector, el abuso financiero de Gómez Urrutia y la ruta que siguió el dinero que sustrajo:

Nombre: Napoleón Gómez Urrutia.

Mote: Napito.

Nacionalidad: mexicano-canadiense.

Mérito: ser hijo de Napoleón Gómez Sada, cacique sindical del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), durante… ¡40 años!

Acusación: haberse apoderado de 33 millones de dólares pertenecientes a los trabajadores mineros.

Desde el 19 de marzo de 2006, Napoleón Gómez Urrutia y su familia viven en una de las ciudades más bellas y caras del mundo: Vancouver. En el 1288 de la avenida West Georgia, en un apartamento de gran lujo, conocido como The Georgia Residences. En los alrededores de ese lujoso barrio vivieron artistas como Frank Sinatra, Samy Davis Jr, Elvis Presley, los integrantes de The Rolling Stones (quienes rentaban una suite cada vez que viajaban) y hasta la voluptuosa Pamela Anderson.

¿Cómo logró obtener Napito una nueva nacionalidad?

Gracias a que es inversionista en Canadá, como copropietario de la cadena de restaurantes del Nouba Group que opera en esa nación, según la Alianza Minera Nacional. Ese fue factor fundamental para que la consiguiera.

Hoy, seguramente ya ni siquiera existen parte de los 33 millones de dólares sustraídos por el líder minero.

Napito, una vergüenza para Canadá.

Napito, una vergüenza para México.

Napito, un demonio del sindicalismo.

El escándalo estalló.

¿Cómo podía un líder sindical hacerse de 33 millones de dólares y robárselos, literalmente, para huir con esa fortuna al extranjero?

La raíz del dinero se dio cuando Napoleón padre, en negociaciones con Grupo México –propietario de la empresa Minera de Cananea (y de Pasta de Conchos), cuya cabeza es Germán Larrea-, obtuvo un logro enorme para los 30 mil trabajadores del SNTMMSRM: que el patrón aportara 55 millones de dólares que serían depositados en un fideicomiso para indemnizar a los mineros afectados por el proceso de privatización de la empresa. (Fideicomiso F/9645/2).

Sindicato millonario con líderes millonarios.

Hasta que Pasta de Conchos les estalló en las manos.

Oficialmente, de esos 55 millones de dólares, “Napito” distribuyó 22 millones a los trabajadores de Cananea. Los 33 millones de dólares restantes –alrededor de 350 millones de pesos al tipo de cambio de 2006-, los repartió en cuentas privadas a su nombre y de parientes.

Los mineros afectados presentaron la denuncia. En 2006, la Subprocuraduría de Delitos Federales de la PGR consignó la Averiguación Previa UEIFF/FINM02/64/2000, contra el líder sindical, delegados fiduciarios y funcionarios de Scotiabank. Tribunales federales giraron orden de aprehensión en contra de Gómez Urrutia. Siguen vigentes.

Con 33 millones de dólares en el bolsillo, “Napito” contrató despachos de abogados para defenderse desde el extranjero. Se presentaron amparos en su favor. La siempre cuestionada justicia del Distrito Federal – a través de la Tercera Sala en Materia Penal del Tribunal Superior de Justicia del DF-, dictó una sentencia mediante la que eximía a Gómez Urrutia de haber utilizado inadecuadamente el fondo financiero de trabajadores mineros.

A pesar de este fallo, a nivel federal se mantuvo el proceso en contra de Gómez Urrutia por manejo inadecuado del fideicomiso por 55 millones de dólares.

¿CÓMO SE MOVIO EL DINERO?

En cualquier país del mundo –incluido México-, no es fácil desaparecer 33 millones de dólares y, mucho menos, moverlos financieramente, triangularlos y dejarlos a buen resguardo bancario. Pero el hábil Napoleón Gómez Urrutia, “Napito”, lo hizo. Y de qué manera.

Por supuesto que esta maniobra no la pudo haber realizado solo. Necesitó prestanombres y hábiles ingenieros financieros que fraccionaran y llevaran, de un lado a otro, esa fortuna, para beneficio del líder heredero.

Son varias las pirámides financieras a las que recurrió “Napito” para colocar, en resguardo seguro y a su conveniencia, 33 millones de dólares, sacarlos del país y repartirlos en cuentas a las que tiene acceso directo, cuando así lo disponga. Literalmente: todo con el poder de su firma.

Para entender mejor la manera como Gómez Urrutia, familiares y socios del dinero, movieron los 33 millones de dólares, el reportero tuvo acceso a una investigación interna que, por razones de seguridad, omitimos quién la realizó, pero que detalla cómo “Napito” manejó la situación.

Sigamos parte de la ruta del dinero desviado, reportada de manera confidencial y textual para la elaboración de este capítulo (solamente se le aplicaron correcciones gramaticales para mayor entendimiento del lector):

Se tiene conocimiento que 17 instituciones bancarias y de inversión de México, Estados Unidos, Suiza y Turquía, utilizó el ex líder minero Napoleón Gómez Urrutia, “Napito” , para beneficiarse de gran parte de 55 millones de dólares que estaban en el fideicomiso establecido en Scotiabank Inverlat, para ser distribuidos entre los trabajadores de Minera de Cananea y que presuntamente fueron desviados a cuentas de su esposa (Oralia Casso Valdés) y sus hijos (Alejandro y Ernesto Gómez Casso), y de personas allegadas a él, como el entonces tesorero del sindicato, Héctor Félix Estrella y de otras personas cercanas a él, como: Gregorio Pérez Romo, Gerardo Califa Matta, Guillermo Sepúlveda y María del Carmen Páez Martínez de la Garza.

Eva Estela Sabanero Sosa ingresó a Bancomer el 11 de agosto de 1983. Ocupó diversos cargos hasta llegar al puesto de director de sucursal. En 1999 fue gerente de la sucursal de Etiopía, en Xola 1302, donde personal del sindicato minero realizaba operaciones. Después se fue a Jalapa y en julio de 2002 regresó a la misma sucursal y retomó la relación bancaria normal con directivos sindicales que realizaban operaciones entre cuatro y seis millones de pesos mensuales. En esas fechas ya era líder Gómez Urrutia.

A mediados de 2004, Héctor Félix Estrella le informó a Eva Estela Sabanero Sosa, funcionaria de la sucursal Etiopía de Bancomer, ubicada en avenida Xola 1302, Col. Del Valle, dijo que iba a recibir una fuerte cantidad de dinero “de un fideicomiso de los trabajadores”; le pidió asesoría para inversiones a plazo fijo, en dólares o sociedades de inversión.

El dinero no llegaba, se cambia de sucursal y el tesorero sindical la localiza en enero de 2005 y le informa que ya tiene los 55 millones de dólares. Le pidió abrir una nueva cuenta, en dólares, diferente a las que ya tenían, en la sucursal donde ahora trabajaba. Lo hace el 22 de febrero.

Sabanero Sosa recibió la transferencia de 55 millones de dólares del banco Scotiabank -Inverlat a principios de marzo, a Bancomer. Durante un mes la cuenta permaneció intacta, y en abril el propio Félix Estrella le informó que Gómez Urrutia había decidido “enviar una cantidad importante al extranjero” y que lo asesoraba Alberto Velasco González. Las (órdenes las) recibió por escrito de Gregorio Pérez: transferir 15 millones de dólares a un banco de Texas, en Estados Unidos para invertirlo “en papel gubernamental o soberano de Brasil”. La operación no se pudo realizar por no contar con las autorizaciones necesarias y porque las instrucciones estaban mal.

Velasco González, molesto, le dijo que “estaba perdiendo unos millones” porque no se completó la transferencia al extranjero. Finalmente se hizo, y presumiblemente el asesor de inversiones de Napo al parecer hizo otra operación importante.

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a su vez, embarga las cuentas del sindicato y de Gómez Urrutia y comunica a los interesados los estados de cuenta de enero de 2004 a enero de 2006. En el expediente legal se establece que el 24 de enero de 2005, Scotiabank – Inverlat recibe en depósito 55 millones de dólares; el día 27 se retira un millón de dólares, y el 4 de marzo 54 millones 84 mil 470.90 dólares. Los dos retiros se canalizan a BBVA Bancomer.

Las propias autoridades entregarían al juez detalles de las operaciones de Gómez Urrutia tanto en la Ciudad de México como en Nueva York, Houston, McAllen, Laredo, San Francisco, Estambul o Suiza. Entre otras destacan las siguientes:

— Dos transferencias por 185 mil dólares cada una a Gerardo Califa Matta al J. P. Morgan de Houston y al International Bank of Commerce de San Antonio; seis transferencias a su hijo Alejandro por 438 mil 653.49 pesos depositados en una tarjeta de American Express; dos transferencias a Bernardo Ortiz Garza por 66 mil dólares en el Laredo National Bank; un millón 900 mil dólares a María del Carmen Páez Martínez de la Garza Evia en el Laredo National Bank; 22 millones 500 mil dólares transferidos al Scotiabank – Inverlat.

De la cuenta bancaria de Bancomer por 54 millones 687 mil 343.36 dólares, se realizaron nueve retiros por 44 millones 767 mil 765.23 dólares y se transfirieron al City Bank New York, a Bearn Stearns Securities Corporation de Nueva York, a BBVA Bancomer, Scotiabank Inverlat, HSBC y Laredo National Bank, entre otras. Otras operaciones ordenadas por “Napito”  y su tesorero fueron:

— El primero de junio de 2005, la Consultoría Internacional Casa de Cambio transfirió a Kevin Wells tres mil 500 dólares en el Wells Fargo Bank en San Francisco; el 17 del mismo mes envió 28 mil dólares a Selahattin Turcan en su cuenta en el Isbktris Turquiye is Bancase as Estambul; se transfirieron 33 mil francos suizos a la Federation Internacional Mealworks a un banco en Suiza; Ernesto Gómez Casso recibió 40 mil dólares de la misma consultoría y su hermano Alejandro 137 mil 236.26 dólares.

En el expediente, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores informa que también está embargada la cuenta de Libretón número 1198952906 a nombre de Gómez Urrutia, y aunque no desglosa las operaciones con la misma, sí señala que está sujeta a investigación. El secretario de Trabajo, Javier Lozano, invitó a los integrantes del sindicato minero a convocar a una asamblea extraordinaria y elegir a su líder para terminar con el divisionismo interno. Gómez Urrutia está en Vancouver, Canadá y los dirigentes seccionales afines planean convocar a una asamblea el 2 de mayo. Pero no todos están de acuerdo, Elías Morales, líder reconocido del sindicato, pretende imponer otra fecha. Mientras, los 55 millones de dólares no aparecen del todo, aunque una parte (22 millones de dólares) se pagó a trabajadores.

Gregorio Pérez Romo, quien pasó de realizar labores de limpieza en el Sindicato Minero, a ser después mensajero y después se convirtió en chofer y persona de confianza de los principales miembros del sindicato, por órdenes de Gómez Urrutia y de Félix Estrella, efectuó varias transacciones financieras y pagos de la tarjeta de crédito de Alejandro Gómez Casso.

Pérez Romo entró a trabajar en el sindicato minero en 1986 en las oficinas de Doctor Vértiz 668, colonia Narvarte, para realizar labores de limpieza. En 1993 se convierte en mensajero y ayudante de oficina; en el 2000, al mismo tiempo que llega la nueva dirigencia del sindicato, encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, su posición toma importancia y se convierte en operador financiero de sus jefes, nada más y nada menos que del propio Gómez Urrutia y de Félix Estrella, el tesorero. Estima en total operó en su propia cuenta bancaria 12 millones de pesos.

Pérez Romo aceptó haber recibido varios cheques certificados a su nombre para realizar por lo menos 17 operaciones bancarias por instrucciones de Gómez Urrutia y Félix Estrella provenientes de la cuenta 453375811 a nombre del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana por un total de 6 millones 164 mil pesos, entre marzo y noviembre de 2005. Se le ordenó pagar las tarjetas de crédito American Express de Alejandro y Ernesto Gómez Casso y depositar fondos a favor de Consultoría Internacional Casa de Cambio; los sobrantes en efectivo los entregaba a Lizbeth Lira, persona allegada al contador del Sindicato o al propio Félix Estrella. Entre las operaciones están las siguientes:

8 de febrero de 2005, cheque por 416 mil 140.46 pesos; depósito a favor de Consultoría Internacional Casa de Cambio por 280 mil 140.46 pesos y el resto lo entregó a Félix Estrella.

28 de febrero, cheque por 220 mil 88.93 pesos que endosó a favor de Benigno Gómez López (también mensajero) para pagar la tarjeta de crédito American Express de Alejandro Gómez Casso con 17 mil 929 dólares; el resto lo entregó a Lizbeth Lira.

8 de marzo, cheque por 253 mil 50 pesos de los cuales se depositaron 221 mil 600 pesos a favor de Consultoría Internacional; el resto se lo dio a Lizbeth.

9 de marzo, cheque por 631 mil 311.43 pesos para pagar 519 mil 311.43 pesos de la tarjeta de crédito de Alejandro Gómez; el resto se lo entregó a Lizbeth.

30 de marzo, cheque por 232 mil 214.72 pesos para depositar 167 mil 214.72 pesos a favor de Consultoría Internacional y de Alejandro Gómez; el resto lo entregó a Lizbeth.

14 de abril, cheque por 304 mil 990 pesos para depositar 234 mil 990 pesos a la cuenta de Consultoría Internacional y el resto a Lizbeth.

12 de mayo, cheque por un millón 433 mil 658 pesos para depositar un millón 310 mil 980 pesos a Consultoría Internacional; el resto lo entregó a Lizbeth.

22 de junio, cheque por 400 mil 395.23 pesos para depositar 314 mil 367.57 pesos a favor de Consultoría Internacional y el resto lo entregó a Lizbeth.

Otro personaje no identificado, Héctor Pérez Estrella, recibió 5 millones 655 mil 379.70 pesos de la misma cuenta el 29 de junio, pero se desconoce en qué fueron utilizados. Los sindicalistas afectados denunciaron a Gregorio Pérez Romo por el delito de fraude específico en grado de coparticipación.

Hasta aquí, lo publicado en ambos libros.

Esta fue la ruta del dinero del que se apoderó Napito.

“Voy a eliminar la corrupción del país…”, dijo Gómez Urrutia tras recibir su credencial como Senador.

El chiste se cuenta solo.

Y lo pillo jamás se quita.

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