Enrique
Galván Ochoa.
El
productor estadunidense de petróleo shale, Whiting Petroleum Corporation,
anunció ayer que se había declarado en bancarrota y solicitado la protección de
un juez para que sus acreedores no devoren sus bienes mientras se restructura,
convirtiéndose en la primera víctima de la guerra de precios del petróleo y la
pandemia de coronavirus. La compañía, cuyos proyectos más grandes están en
Dakota del Norte y Colorado, indicó en un comunicado que se había sujetado
voluntariamente al proceso previsto por el capítulo 11 del Código de Quiebras
en un tribunal del distrito sur de Texas. Whiting Petroleum busca un acuerdo
con algunos tenedores de bonos para la restructuración financiera de la deuda
de más de 2.2 mil millones de dólares. Seguirá operando a lo largo del proceso.
No es rentable producir petróleo a 20 dólares o menos el barril, además de que
la demanda está colapsada por la pandemia. Se teme que cuando menos otras 50
petroleras se declararán en quiebra los próximos días. En México, el gobierno
de la 4T detuvo las franquicias para explotar el petróleo que se extrae de las
piedras por el daño que produce al medio ambiente. Pemex no está exento de los
riesgos que corre la industria. Ayer, la cotización de su mezcla de exportación
bajó a 10.61 dólares el barril. (En enero de este año era de casi 60). El costo
de extracción es de alrededor de 14.20 dólares.
El apoyo de
los paisanos.
En
febrero, el mes anterior a que se desatara la crisis del coronavirus y el
desplome del precio del petróleo, como si anticiparan lo que se venía, nuestros
paisanos enviaron una cifra récord de dólares a sus familiares: 2 mil 694.2
millones, 10.5 por ciento más que en febrero de 2019, de acuerdo con el reporte
mensual divulgado por el Banco de México. En ese periodo remitieron un total de
38 mil 867 millones de dólares. Es la fuente de divisas más importante del
país. Sin embargo, dado el desplome del empleo en Estados Unidos, es probable
que disminuyan en los tiempos por venir.
El defensor
de las causas perdidas.
Escogieron
muy mal abogado los representantes empresariales para gestionar apoyo del gobierno
federal con el fin de obtener algunas facilidades fiscales: Gustavo de Hoyos,
el presidente de la Coparmex, que quiere ser candidato a la Presidencia de la
República por el sector conservador. Además, lo enviaron a una tarea imposible.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido enfático en que no habrá
condonación ni cancelación de impuestos, tipo Fobaproa. También anduvo
defendiendo a la planta Constellation Brands de Mexicali, de cualquier modo, se
suspendió el proyecto y la empresa ya llegó a un arreglo provisional con
Palacio Nacional.
Ombudsman
Social
Asunto:
Afores ricas, trabajadores sin recursos
He escuchado
con interés su propuesta de que las Afores permitan retiros (mayores)
provenientes de la cuenta de ahorro. Para la generación de transición es
inadmisible que las Afores se nieguen a regresar la subcuenta del Sistema del
Ahorro Para el Retiro (SAR) 92, que de todas formas no formará parte de la
pensión a los que optaron por la ley 73. Argumentan que se regresa hasta los 65
años o cuando ya se cuente con una pensión. Mismo argumento para el fondo de
vivienda del Infonavit: los que ya cumplimos 60 años y no tuvimos crédito
deberían devolvérnoslo. Los rendimientos de Afores son tan bajos que mucho bien
haría a la economía que se pueda retirar el fondo de vivienda y la subcuenta
del SAR sin afectar los derechos de una posible pensión en el futuro.
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