La
Secretaría de Desarrollo Social
(Sedesol) licitó en julio de 2015 un contrato de 749 millones; el objetivo era
adquirir sistemas de recolección de agua pluvial, baños ecológicos y laminas
para techo. 27 meses después, en octubre pasado, el Sistema de Administración
Tributaria (SAT) y la Secretaría de Hacienda determinaron que en ese contrato
estuvieron involucradas empresas fantasma.
Fue la Auditoría Superior de la
Federación (ASF) quien detectó la irregularidad en la licitación y la
subcontratación de empresas fantasmas en al menos tres niveles al revisar la
cuenta pública 2015.
Grupo Daxme, la empresa que ganó la
adjudicación del contrato de Sedesol, −en ese entonces a cargo de Rosario
Robles Berlanga−
para realizar el trabajo subcontrató a una persona física y a tres empresas más:
Karina Rosalba Chacón López, Comercializadora Rojmoc, Musc Construcciones y
Construproyecto Vivienda.
Las dos últimas desviaron recursos a
otras tres empresas que, según la investigación de la ASF, cuentan con la misma
dirección fiscal que Musc Construcciones, pero en ese sitio no fue localizada
ninguna de las firmas que recibieron recursos de la Sedesol a través de Grupo
Daxme.
Tras la
alerta de la ASF, el SAT comenzó un
proceso de verificación que se terminó en el 26 octubre de este año, cuando se publicó
en el Diario Oficial de la Federación un listado de 242 empresas
“definitivamente” fantasma o fachada.
Casi al
estilo de La Estafa Maestra, sin universidades de por medio, pero
subcontratando empresas, la ASF detectó
un fraude con recursos de la Sedesol destinados al Programa para el Desarrollo
de Zonas Prioritarias, es decir, para atender necesidades de población
marginada.
La ASF
indicó que el fraude empezó desde la
licitación, cuando la Sedesol aceptó un estudio de mercado para definir el
precio base de los sistemas de recolección y almacenamiento de agua pluvial.
“Del
análisis realizado al estudio de mercado, se determinó que se invitó a personas
físicas y morales que no tenían capacidad, experiencia y especialidad en la
materia”.
Además, dice
la ASF “los costos reportados por cada
uno de los participantes no son congruentes respecto de las condiciones del
mercado (…) lo que permite suponer que los precios establecidos en esta etapa
fueron manipulados para incrementarse”.
Luego, la
ganadora de la licitación, Grupo Daxme,
subcontrató a las cuatro empresas (Musc Construcciones, Construproyecto
Vivienda, Comercializadora Rojmoc y Karina Rosalba Chacón López), y les pagó
75.8 millones de pesos. Lo que implicó una ilegalidad, pues el propio contrato
con Sedesol establecía que la empresa ganadora no podía subcontratar servicios.
La ASF también señaló que la empresa seleccionada
por la dependencia federal no tenía ni la experiencia ni la capacidad para
cumplir con el contrato.
De acuerdo
con la investigación de la ASF hubo un tercer movimiento, Grupo Daxme, Musc Construcciones y Construproyecto Vivienda entregaron
al menos 25.3 millones de pesos de pesos a otras cuatro empresas: Wolfgang
Comercial, Nakata Han Sánchez y Asociados; y Construcciones Callejas.
Al respecto
dice la ASF: “En orden de verificar el
motivo de los depósitos antes descritos, se solicitó información, de lo cual se
detectó que los domicilios de Musc Construcciones, S.A. de C.V., Nakata Han
Sánchez y Asociados, S.C., Wolfgang Comercial, S.A. de C.V., y Construcciones
Callejas, S.A. de C.V., cuentan con el mismo domicilio fiscal, en el cual no se
localizó a ninguna de ellas”.
De ese grupo de empresa el SAT
comprobó que Musc Construcciones y Construcciones Callejas son empresas de
papel.
Fue en
noviembre de 2016 cuando el SAT comenzó el procedimiento, y tras cuatros
notificaciones enviadas a lo largo del año que no se recibieron finalmente las
declaró fantasma definitiva en octubre pasado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.