Las administraciones de Petróleos
Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal Electoral (CFE) has estado empañadas
por hechos de corrupción en algunos procesos de licitación, así como por la histórica
falta de inversión y de competitividad en el sector, denunció la Confederación
Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
En un
comunicado, recordó que a partir de las
reformas estructurales del sector energético que se realizaron en 2013, la CFE
y Pemex abandonaron la estructura monopólica en algunos tramos de la cadena
productiva, dando entrada a la inversión privada.
Sin embargo,
consideró que “las reformas han sido
insuficientes para mejorar la productividad de ambas empresas, y solventar la
mejoría financiera de las mismas”.
Además, expuso que los presupuestos de ambas
empresas sufrieron fuertes recortes y que tan sólo en 2016 el monto de dichas
disminuciones fue de 2 mil 500 y 100 mil millones de pesos, respectivamente.
“Esta disminución ha representado un
impacto negativo en la productividad de ambas empresas. Durante el primer
semestre de 2018, la CFE tuvo pérdidas por más de 39 mil millones de pesos y
Pemex de casi 50 mil millones “, subrayó.
De acuerdo
con la Confederación, el caso de Pemex
es especialmente grave, ya que derivado del recorte presupuestal ha dejado de
invertir en proyectos para el desarrollo y mantenimiento de campos y pozos
petroleros, es decir, en proyectos que podrían incrementar sus ganancias.
Adicionalmente,
apuntó, “la falta de recursos ha
impedido el desarrollo de los complejos necesarios para aprovechar las áreas de
explotación reservadas en la “Ronda Cero”, mismas que tenían el más alto
potencial productivo”.
Por otra
parte, añadió, “para compensar sus
pérdidas, la CFE ha tenido que elevar sus tarifas, provocando un aumento en el
costo de operación de varias empresas, incluso para los grandes empleadores del
país”.
En este sentido, la Coparmex
manifestó su apoyo a la propuesta de próximo gobierno para invertir 175 mil
millones de pesos, para impulsar el sector energético.
“En particular, creemos que la
decisión más oportuna es la de invertir 75 mil millones para la exploración y
perforación de pozos petroleros, con el fin de elevar su producción en Pemex a
la suma de 2.6 millones de barriles diarios”, anotó.
No obstante,
indicó que estas inversiones deben ser
canalizadas y analizadas con detenimiento, buscando el aprovechamiento óptimo
de los escasos recursos disponibles.
También confió en que la inversión privada puede
ser una aliada importante en el fortalecimiento de la industria y contribuirá a
una rendición de cuentas más apropiada.
“El desarrollo económico del país
está íntimamente ligado al sector energético. Si queremos fortalecerlo,
necesitamos que tanto Pemex, como la CFE se constituyan en empresas
verdaderamente competitivas y libres de corrupción, que aprovechen las posibles
alianzas con la iniciativa privada”, puntualizó.
Por otra
parte, el sector patronal dijo estar
preocupado por la falta de propuesta respecto a formas limpias de energía y,
sobre todo, el clima de incertidumbre que se ha generado en torno a la
continuidad de la reforma energética aprobada en el año 2013.
“Derivado de los altos montos de
inversión que el sector requiere, creemos que la administración entrante, debe
ser cautelosa con los anuncios que pudieran deteriorar la necesaria confianza
en el sector”,
añadió.
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