Esteban
David Rodríguez / Quinto Elemento Lab
La llegada
del gobierno lopezobradorista generó un ‘boom’ de nuevas empresas ávidas de
convertirse en proveedoras gubernamentales: 171 compañías surgieron durante el
primer año del sexenio y lograron contratos por 366 mdp con 92 dependencias
federales. El 77% de los miembros de sus Consejos de Administración carecen de
experiencia empresarial.
Ana Gabriela
Guevara se convirtió en la velocista más exitosa de México al romper récords
mundiales hace casi 20 años, antes de que se retirara del atletismo y brincara
a la arena política. Hoy, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte
(Conade) que dirige la exmedallista olímpica intenta batir otras marcas:
otorgar con suma rapidez contratos directos a empresas que tienen menos de dos
meses de nacidas.
La
excampeona no es la única funcionaria que está haciendo ese sprint: el fenómeno
está extendido prácticamente por todo el nuevo gobierno lopezobradorista.
Durante el primer año del sexenio surgieron empresas que antes no existían y,
creadas casi ‘al vapor’ a la par que arrancaba la Administración federal,
fueron favorecidas rápidamente con contratos otorgados por casi un centenar de
dependencias públicas.
Una
investigación desarrollada por Quinto Elemento Lab encontró que una colmena de
171 compañías creadas entre noviembre de 2018 y diciembre de 2019 recibió
durante el primer año de gobierno transferencias económicas por un monto global
de 366 millones de pesos (mdp) por parte de 92 dependencias de la
Administración de Andrés Manuel López Obrador.
En total,
estas compañías captaron 561 contratos gubernamentales durante el primer año de
gobierno, y siete de cada diez fueron adjudicados directamente por las
dependencias, es decir, sin que mediara una convocatoria pública, de acuerdo
con una revisión en la base de datos de Compranet.
Quinto
Elemento Lab detectó la fecha de creación de estas compañías al examinar en
Compranet las claves alfanuméricas del Registro Federal de Contribuyentes (RFC)
de los nuevos proveedores gubernamentales, y desentrañó quiénes son los socios
y empresarios que fundaron estas sociedades al revisar más de un centenar de
documentos patrimoniales en registros públicos de México, Estados Unidos y
Panamá.
Del total de
contratos otorgados a estas empresas que nacieron poco antes de la llegada del
nuevo gobierno y durante todo el primer año de la Administración, 398 (71%)
fueron asignados por adjudicación directa; 92 (16%) bajo el sistema de
invitación a tres personas, y sólo 71 (13%) de ellos fue concursado bajo un
proceso de licitación pública.
Antes de que
llegara a Palacio Nacional, López Obrador solía criticar la asignación de
contratos gubernamentales sin concurso, pero en abril de 2019 el presidente
justificó el método de las adjudicaciones directas en su gestión pues tenía el
objetivo de “combatir la corrupción”. El presidente acusó que gobiernos
anteriores simulaban procesos de licitación que en realidad favorecían a
empresas extranjeras.
En el primer
año del sexenio surgieron 171 empresas que lograron contratos por 366 mdp con
92 dependencias federales.
Fragmento
del texto publicado en la edición 2261 de la revista Proceso, actualmente en
circulación.
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