lunes, 6 de abril de 2020

AMLO: primero los pobres y enseguida los pobres - Ausente en el informe, sectores de la clase media.


Enrique Galván Ochoa.

Desde un punto de vista político e ideológico, el informe del presidente Andrés Manuel López Obrador fue impecable. En la condición de crisis sanitaria que vive el país, mezclada con la económica, para su gobierno lo primero son los pobres y después también los pobres. Hizo una exposición de los amplios recursos que ha desplegado para favorecer a los sectores más vulnerables: ancianos, niños, pequeños productores agrícolas, jóvenes, pescadores y empresas familiares. No ocultó que los recursos disponibles no serán utilizados para rescatar bancos ni para convertir en públicas las deudas privadas (es decir, no hay lugar para un Fobaproa II). No habrá gasolinazos ni condonaciones fiscales, pero en cambio se devolverá el IVA con prontitud. Seguirá la rehabilitación de las seis refinerías, la construcción de la nueva de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía y Pemex recibirá otra inyección de capital. Ya no se utilizarán las fórmulas contracíclicas del pasado que no dieron buenos resultados, dijo el Presidente. De ninguna manera se detendrá la lucha anticorrupción contra los delincuentes de cuello blanco. El eje es la honestidad y el ahorro. Remachó en más de una ocasión: primero el bienestar del pueblo y luego lo mismo. Aseguró que el gobierno cuenta con recursos para llevar a cabo su plan: aparte del presupuesto, el fondo de estabilización presupuestaria y los recién recuperados fideicomisos. Descartó la opción de recurrir a préstamos. En suma, su plan va en sentido contrario a las propuestas de los representantes del viejo régimen que proponen dar facilidades fiscales a las grandes empresas, parar las obras señeras de la 4T, no tocar el fondo de estabilización ni los fideicomisos y recurrir al endeudamiento, entre otras.

La clase media

En el informe del Presidente hubo un ausente: los sectores de la clase media. No son pobres, pero tampoco ricos. Son dueños de restaurantes, de pequeñas industrias y comercios, se dedican a la pesca o al transporte. Tienen entre dos y 200 trabajadores. Desde la semana pasada están parados. La orden es que los negocios no esenciales cierren sus puertas hasta el próximo 30 de abril, por lo menos, pero falta que el periodo se extienda más. Han enviado a los trabajadores a sus casas (unos con sueldo completo, otros con la mitad o nada o simplemente los corrieron). Ellos son quienes dan empleo a más gente en el país. Les falta dinero para pagar la renta y a los proveedores. Esperaban un mensaje específico para su sector por parte del Presidente, el anuncio de algún apoyo de cualquier tipo, sin embargo, eso no ocurrió.

Resiste el peso.

Tras el discurso presidencial la cotización del peso registró altibajos constantes. Según la firma Investing.com, hasta la tarde de ayer su valor era de 25.10 por dólar. Los bancos estuvieron cerrados y el Banco de México dará a conocer hoy la cotización interbancaria.

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