Ahora que le sobran méritos a José
Antonio Meade, hay un récord que recordar del ahora aspirante declarado a la candidatura del
PRI para la presidencia de la República.
Como primer titular de la Secretaría
de Relaciones Exteriores (SRE) del gobierno de Enrique Peña Nieto, durante
medio año dejó acéfala la embajada de México en Estados Unidos.
Compartida con el propio Peña, esa
omisión ocurrió cuando Donald Trump estaba construyendo su candidatura a costa
de México.
El ex procurador
General de la República, Eduardo Medina Mora, había dejado en marzo de 2015 la
representación de México en Washington para ser designado ministro de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Para entonces, Trump ya había lanzado
severos ataques a México sin que la oficina de Mead reaccionara.
“No quiero nada con México más que
construir un muro impenetrable y que dejen de estafar a Estados Unidos”, lanzó Trump en Twitter el 6 de
marzo sin importunar a Medina Mora, quien en los siguientes días siguió
haciendo maletas para integrarse a la burocracia dorada del Poder Judicial de
la Federación.
José Antonio Meade tampoco se inmutó.
Ni entonces ni después. Dejó pasar seis meses en los cuales Trump siguió
arremetiendo contra los mexicanos. Fue en ese periodo cuando el ahora
presidente estadunidense hizo sus peores agresiones a los mexicanos.
Fue cuando aventuró la idea de que
México tenía que pagar el muro y acusó al país de enviar lo peor: drogas,
delincuentes y violadores.
Los bonos de Trump iban creciendo y
la inacción de Meade también. Hasta agosto de ese año fue que Peña propuso a
Miguel Basáñez como embajador. Pero Meade no trató con él, se fue a la
Secretaria de Desarrollo Social a aprender la operación política de los
programas sociales.
En la SRE ahora está Luis Videgaray,
su promotor, y quien un año después vino a coronar el desastre del gobierno de
Peña Nieto frente a Trump, al invitarlo a la residencia oficial de Los Pinos y
darle trato de presidente cuando era candidato. Y peor, darle la tribuna en
México para insistir en que México debía pagar por el muro.
Como titular de Relaciones
Exteriores, el aspirante a la candidatura presidencial del PRI fue incluso
negligente ante los agravios de Trump. El millonario ganó la presidencia de Estados por muchos
otros factores, pero la ayuda que recibió
en México con su falta de respuesta incentivó a su electorado.
Peña, Meade y Videgaray están
asociados a ese desastre.
Meade también era el encargado de la
SRE cuando en 2014 ésta le pagó casi dos millones de pesos a la excandidata
presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, para su organización Juntos
Podemos, dedicada a la promoción del voto en el exterior, que no sirvió de nada
para los intereses de México ante Trump.
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