jueves, 7 de diciembre de 2017

Desesperados porque aquí no los oyen, poblanos piden cerrar mina ante parlamentarios de Canadá.


Habitantes de Ixtacamaxtitlán, en la Sierra Norte de Puebla, manifestaron simultáneamente en el Parlamento de Ottawa, Canadá, y en la entidad mexicana su rechazo a la instalación de una mina a cielo abierto de oro y plata de la empresa Minera Gavilán, subsidiaria de la canadiense Almaden Minerals, actualmente en fase de exploración avanzada, ya que violaría su derecho al agua, a la salud y a un medio ambiente sano.

De acuerdo con una evaluación de impacto realizada desde septiembre de 2014 por especialistas, y respaldada por organizaciones civiles como PODER, la minera ha mentido a sus inversionistas al asegurar que la zona donde planean operar está deshabitada y que el uso de suelo es nulo. Además, omitió la existencia de un juicio de nulidad, así como una solicitud de cancelación emitidos por la población afectada.

La empresa –dueña de 72 por ciento de las concesiones mineras en la región de la Sierra Norte de Puebla– tiene un historial de violaciones a derechos humanos. Almaden ha participado directamente o como accionista en otros proyectos mineros como Caballo Blanco y White River que resultaron nocivos para el medio ambiente y derechos humanos, por lo que fueron suspendidos.

También contrató a Knight Piésold Engineering para redactar su declaración de impacto ambiental, a pesar de que esa compañía trabajó para la presa de relaves canadiense Mount Polley, la cual estuvo involucrada en el desastre ambiental de 2014 en Columbia Británica, cuando se derramaron 8 millones de metros cúbicos de residuos tóxicos al lago Polley, al arroyo Hazeltine y al lago Quesnel.

En mayo el diario local Central reportó que empleados de Almaden Minerals y su filial Minera Gorrión se adueñaron de predios privados en la comunidad de Loma Larga, perteneciente al municipio de Ixtacamaxtitlán, con amenazas y el uso de la fuerza. El Presidente Municipal Eleazar Hernández Arroyo ha negado haber recibido sobornos de la minera Almaden Minerals y rechazó haber otorgado licencias de uso de suelo para la extracción.

“Las mineras canadienses son objeto de quejas en comunidades de todo el mundo”, destacó Benjamín Cokelet, director de la organización PODER. En México violan derechos humanos sin que el gobierno canadiense ni mexicano las controlen.

El diario The Ottawa Citizen reportó a inicios de año que “las compañías extractivas canadienses han estado involucradas en los ejemplos más notorios de abusos contra los derechos humanos”.

Un informe del Proyecto Justicia y Responsabilidad Corporativa encontró que, entre 2000 y 2015, murieron 44 personas a raíz de incidentes con mineras canadienses y 403 resultaron heridas, además de que hubo 709 casos de criminalización, incluyendo órdenes de arresto, detenciones y presentaciones de cargos relacionados con conflictos mineros.

En México, del total de los proyectos mineros, las empresas canadienses operan 65 por ciento o más de 850 proyectos que se encuentran en fase de exploración, desarrollo y explotación, de acuerdo con la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA). En 37 de los casos en que 17 mineras han dañado comunidades en América Latina, 19 han ocurrido en territorio mexicano, incluyendo tres asesinatos y amenazas a ejidatarios, de acuerdo con el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina.


El 25 de abril de 2016, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, recibió una carta de más de 180 organizaciones de América Latina y otros países que le solicitaban regular el comportamiento voraz y represivo de las compañías mineras canadienses en el extranjero, pero la ignoró.

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