domingo, 1 de abril de 2018

Con acarreos, tamborazos y cambios de última hora, Meade inicia campaña en Mérida.

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Durante dos meses y medio de precampaña José Antonio Meade no se cansó de repetir que era un aspirante ciudadano a la presidencia, pero en su primer día de campaña las viejas formas del PRI lo arroparon en esta entidad con el acarreo de cientos de personas procedentes de los municipios aledaños, los tambores, globos, banderines y las porras de “¡Pepe presidente!”.

El equipo de campaña de Meade cambió el programa tres veces antes de que el candidato llegara a Mérida. El evento masivo que le habrían de hacer en el campo de beisbol de Kanasín fue cancelado ante las posibilidades de no llenarlo; después cerraron al público el encuentro con la clase política de la entidad y finalmente decidieron tener un evento con jóvenes en el Centro Libanés, conocido en la localidad por ser muy reducido.

Al final decidieron realizar el acto más fuerte en el salón cerrado Chichén Itzá del Centro de Convenciones, al que apenas llenaron con unos 5 mil yucatecos traídos de varios lugares cercanos y de esta capital.

Mauricio Sahuí, candidato a gobernador de Yucatán, dio la bienvenida a Meade y lo ensalzó con el que ha sido el lema principal de la estrategia de campaña de Meade: “Es el único que hará de México una potencia”.

Sahuí conoció a Meade cuando era delegado de la Sedesol en Yucatán y el candidato presidencial, titular de la dependencia. “Unidos todos en una gran alianza basada en la gente. A Pepe Meade lo respaldan sus valores como padre de familia y hombre sensible a las demandas de la sociedad”, dijo Sahuí.

La clase política de Yucatán recibió a Meade y su esposa Juana Cuevas, así como a su equipo de campaña encabezado por Aurelio Nuño, y el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, con la idea de ofrecer una imagen de unidad. Ahí estaban Dulce María Sauri, Emilio Gamboa y el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, quien se quedó en el camino como candidato a gobernador; bloqueado, según las versiones de la clase política local, por la exgobernadora Ivonne Ortega en una reunión con Enrique Peña Nieto. A ella, por cierto, no se le vio en el evento.

“Cuenta con nosotros, te respaldamos, vamos a ganar en Yucatán y en todo México”, exclamó Sahuí entre porras y aplausos de los yucatecos en su mayoría vestidos de blanco.

Una media hora después de las presentaciones, vestido con la clásica guayabera blanca, Meade llegó al atril que lucía el lema de #Avanzarcontigo, que lanzó como su programa estelar de lucha contra la pobreza.

Ahí comenzó con la lectura de un discurso puesto en telepromter para que no fallara el candidato ciudadano arropado por el viejo PRI.

“Aquí estamos los meros meros, vamos juntos a ganar, les aseguro que voy a ser el próximo presidente”, exclamó Meade mientras trataba de emocionar a los yucatecos que aplaudieron como manda el guión, pero sin la fuerza necesaria para contagiar a quienes lo veían afuera del salón del Centro de Convenciones.

Una decena de veces Meade pidió el apoyo de la gente: “¡Vamos a ganar!”, dijo, y los conminó a votar por él y su proyecto de un México de potencia.

“Conozco México y el mundo, defenderé con mi vida los intereses de la nación”, lanzó el exsecretario de Hacienda entre aplausos, sobre todo de las personas que estaban al frente del escenario y con menos ánimo en las gradas.

Al terminar el evento los yucatecos hicieron la tradicional hilera para saludarlo y tomarse la selfie, que ya se convirtió en un acto obligado como pasar lista de asistencia.

Por la tarde, Meade tiene programada una comida con la clase política y empresarial de la entidad y posteriormente un encuentro con un grupo reducido de jóvenes.

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