Por
Redacción / Sin Embargo.
La empresa
Keurig Dr Pepper anunció que dejará de
producir su marca Peñafiel luego de que la organización estadounidense Consumer
Reports (CR) detectara en su agua embotellada niveles inseguros de arsénico.
La
organización informó que identificó 11
marcas, de un total de más de 130 investigadas, que tenían cantidades altas de
arsénico (3 partes por billón o más), estas fueron Starkey (de Whole Foods);
Peñafiel (de Keurig Dr Pepper); Crystal Geyser Alpine Spring Water; Volvic (de
Danone) y dos marcas regionales: Crystal Creamery y EartH₂O.
La
investigación arrojó que la mexicana
Peñafiel y Jermuk, de Armenia, pudieron ser compradas con facilidad en tiendas
minoristas de dos estados y en Amazon, pese a estar en una alerta de
importación federal por tener niveles de arsénico por encima del límite federal
de las 10 ppb.
De acuerdo
con CR la alerta se emitió para “evitar
que se distribuyan productos potencialmente infractores en los Estados Unidos”,
según los estándares de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por
sus siglas en inglés).
En marzo, Keurig Dr Pepper confirmó a
CR que hasta 2018 el agua de Peñafiel
tenía cantidades no detectables de arsénico, sin embargo esta semana
dijo haber detectado niveles por encima del límite federal, a un promedio de 17
ppb.
“Keurig Dr Pepper dijo el lunes que
había suspendido la producción de agua embotellada durante dos semanas en su
planta de México que hace que Peñafiel se exporte a los Estados Unidos”, citó el informe.
De acuerdo
con CR, la empresa buscará reducir las
filtraciones en la planta y con ello los nivele de arsénico. La justificación
de la empresa fue que en sus últimas pruebas internas usaban un protocolo
diferente,.
Keurig Dr
Pepper confirmó que el retiro de
Peñafiel no está planeado, pero CR opinó que sí debería emitirse.
“Un nivel de arsénico de 17 ppb es
una clara violación del estándar federal de agua embotellada de 10 ppb”, expuso
Jean Halloran, director de iniciativas de política alimentaria de CR, también
invitó a la marca a recordar la violación a los niveles y llamó a la FDA a
tomar acciones en caso de retirar la marca.
CR confirmó que un portavoz de la FDA “dijo
que la agencia toma el tema de los metales pesados en serio y que si un
producto en el mercado se considera adulterado
tomará la acción apropiada”.
De acuerdo
con la investigación, el arsénico es un
metal pesado que puede causar enfermedades y afectar el desarrollo infantil. Un
vaso de agua con arsénico posiblemente no causaría daños, de acuerdo con James
Dickerson, Ph.D., director científico de CR; pero el consumo regular, en
períodos prolongados, aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular. Además, puede causar ciertos tipos de cáncer
y otros problemas de salud, dice.
El estudio indicó que las empresas
pueden usar ciertos procesos de tratamiento para eliminarlo del agua, pues
promocionan su producto como una alternativa “pura y saludable” frente al
mercado de los refrescos.
“No tiene sentido que los
consumidores puedan comprar agua embotellada que sea menos segura que el agua
del grifo”, planteó
Dickerson.
En 2006, la
FDA estableció el máximo de arsénico en
agua potable en las 10 ppb, en línea con la Agencia de Protección Ambiental,
sin embargo, el Departamento de Protección Ambiental de Nueva Jersey planteó
que el agua con arsénico por encima de 5 ppb no debe usarse para “beber, cocinar,
mezclar leche de fórmula para bebés o de otras formas de consumo”.
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