Por
Redacción de Sin Embargo.
El
Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, exhibió esta mañana sobrecostos, asignaciones
directas, contratos modificados, pagos extraordinarios y opacidad del Nuevo
Aeropuerto de la Ciudad de México (NAIM), que fue suspendido por el Gobierno
del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En
conferencia de prensa, Javier Jiménez
Espriú leyó esta mañana un informe amplio que involucra a empresas privadas y a
ex servidores y servidores públicos en presuntos actos corrupción.
Jiménez
Espriú expuso que se creó una
“ingeniería financiera” compleja para defraudar y mentir. Por ejemplo, con el
financiamiento. Dijo que el Nuevo Aeropuerto sería financiado mayoritariamente
por el Gobierno de México, con recursos de los mexicanos, y no con inversión de
los privados. Eso se ocultó con ingeniería financiera, expresó.
Dijo que hay una hoja donde dice que
dentro del grupo aeroportuario encargado del proyecto hay asesores estratégicos
que tienen funciones importantes en política, para controlar efectos adversos y
sobre acciones compensatorias para los participantes en el proyecto en los gobiernos
estatales de México, Ciudad de México e Hidalgo. “Encabeza la lista Alfredo del
Mazo y el ingeniero Elías Ayub”, dijo.
Del Mazo González fue Gobernador del
Edomex y era padre del actual mandatario, falleció el pasado 10 de enero.
Arturo Elías Ayub, director de Alianzas Estratégicas y Contenidos de América
Móvil, director general de la Fundación Telmex, director de Uno TV. Es esposo
de Johanna Slim Domit, hija del empresario mexicano Carlos Slim Helú.
“El aeropuerto de Texcoco nunca debió
aprobarse y menos iniciarse”, dijo al iniciar su conferencia.
Alertó que la sobre explotación de
recursos como el agua, el dispendio de enormes recursos públicos y la herencia
de altos compromisos financieros a siguientes gobiernos son algunos de los
aspectos que se tomaron en cuenta para cancelar la obra. También dijo se evitó
el cierre de dos aeropuertos y la construcción de uno nuevo en un terreno
inestable y complejo.
Jiménez
Espriú destacó que los promotores del
NAIM dijeron siempre que se trataba de una gran infraestructura pero emitieron
la consideración de los efectos negativos y las violaciones a los derechos
humanos de los pobladores en la zona; así como que era una inversión muy grande
para un país como México.
LA ALERTA DE
PARSON.
Javier
Jiménez Espriú explicó que Parson, la
empresa gerente del proyecto, señaló el 22 de junio de 2016 que el costo de la
primera fase del proyecto se levaría a entre 16 y 17 mil millones de dólares y
la fecha de inicio sería en septiembre de 2024 “si no hubiera contingencias.
Jiménez Espríu aseguró que esto nunca se hizo de conocimiento público, ni de la
SHCP ni de inversionistas de bonos, ni tampoco al equipo de transición del
Gobierno de López Obrador.
Esta información tampoco aparece en
el libro blanco del proyecto. “Se archivó y se mintió sin recato, por eso hemos
afirmado que no se sabía ni cuánto iba a costar”, dijo.
“Se trataba de un elefante blanco, un
pozo sin fondo, con un daño patrimonial que deberán evaluar las autoridades
competentes”,
añadió.
Aseguró que Hacienda debió suspender
el proyecto dos o tres años antes de 2018, por la desviación de los costos.
Anunció que están abierto procesos
fiscalizadores, se analizan la probable comisión de daño patrimonial por un
monto total de 6 mil millones de pesos.
LA FIBRA E.
El titular de la SCT explicó que la
contratación de la fibra E fue una inyección innecesaria de recursos en ese
momento pues se tenían más de 100 mil millones de pesos disponibles. Pero
significó costo adicional.
Dijo que en su contratación se dieron
enormes ventajas para los inversionistas: adelantos de pagos, incremento de
porcentaje en caso de cancelación, o que no iniciar operaciones en enero de
2025, se concedieron a sabiendas de que el proyecto no se concluiría a finales
de 2024, como Parson advirtió de 2016.
Aseguró que fue algo doloso, pues
manifestaron que no tenían conocimiento de información relevante. Insistió que
nada de esto se informó durante el proceso de entrega recepción.
En la
suscripción de fibra e el Grupo, dijo, el
costo de la primera parte atendería a 55 millones de pasajeros, sólo 10
millones más que el aeropuerto Benito Juárez. Ya que para los 140 millones se
abría requerido inversión adicional de 10 mil millones de dólares.
EL CONTRATO
CON PARSON:
Jiménez
Espriú dijo que el contrato a Parson se
dio por adjudicación directa y por un monto 2 mil 362 millones de pesos con
vencimiento 8 de octubre de 2020, luego se aumentó el monto del contrato.
El contrato con Parson, que según se
dijo siempre estaba a la vista del público, estaba el contrato pero no los
anexos, en ellos hay información muy seria y delicada.
Explicó que
en el anexo C hay una hoja de asesores
donde dice que dentro del grupo hay asesores estratégicos que tienen funciones
importantes: en política, para controlar efectos adversos y sobre acciones
compensatorias para los participantes en el proyecto en los gobiernos estatales
de México, Ciudad de México e Hidalgo.
“Encabeza la lista Alfredo del Mazo
[González] y el ingeniero Elías Ayub”, anunció.
El titular de la SCT precisó que es
un contrato donde ellos fungen como asesores financieros y políticos y que ya
se están revisando.
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