lunes, 29 de octubre de 2018

¿Quién cuida a la justicia?


Tatiana Clouthier.

“Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo”

En el transcurso de este 2018, me ha tocado recorrer el país y estar más activa en las redes sociales. Lo anterior por andar en campaña apoyando al presidente electo y a partir del 1 de septiembre como diputada federal.

Debo confesar que ha llamado la atención que de los escritos y peticiones que la gente entregaba a López Obrador, y de lo que hoy me llega por medio de las redes sociales, la mayoría tiene que ver con asuntos pendientes de resolver, relacionados con la justicia o el Infonavit. La gente tiene un asunto o pleito con posesión de tierra, con derechos en disputa, la custodia de un hij@, pugnas o hasta una sanción en trámite. De lo relacionado con el Infonavit, me ocupará en otra ocasión.

Regreso al tema de la justicia, dado que en este país tenemos a bien y para bien la división de Poderes, con el fin de que existan pesos y contrapesos. Sin embargo con lo que uno ve que aparece en medios y como sucede en lo cotidiano, no parece haber quien “vigile” o le haga contrapeso al poder judicial.

Lo anterior se evidencia pues hace algunos días, una organización no gubernamental “México Justo”, presentó, en el Congreso de la Unión, un documento para su análisis de casos de abusos dentro del Poder Judicial, de tal magnitud que solicitan se inicie un juicio político contra el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y contra el ministro adscrito a la Primera Sala del mismo cuerpo.

Debemos reconocer tristemente que ya se habían escuchado voces de abusos y corrupción dentro del poder judicial: reembolso de los gastos de tintorería de los trajes de trajes de ministros (sic); el exceso de los gastos de comidas y su no apertura a que se conozcan por estar protegidos -como si fueran algo que pone en riesgo la vida o privacidad de los ministros-, y la existencia de nepotismo a la máxima expresión, es decir, familiares trabajando en el Poder Judicial bajo el mandato de los mismos superiores o haciendo cruces con los amigos. Ante estos hechos vale la pena preguntarnos, ¿quién le pone la lupa al Poder Judicial que es al final del día el gran juez de este país?

El caso que hoy se presenta en el Congreso es contra el ministro presidente de la Suprema Corte y del ministro adscrito a la Primera Sala de la misma Suprema Corte. Se les acusa de que sus hijas trabajan en la Corte con salarios muy altos y sin cumplir necesariamente con el requisito de la meritocracia sino por nepotismo. Existe de hecho un reporte que dice que hay un 51 por ciento de jueces federales que ha logrado que uno de sus familiares entre al mismo circuito judicial.

Para regresar a la queja ante el Congreso, se encuentra entre una de ellas Ana Elena Aguilar, hija del ministro presidente quien es ni más ni menos que cirujano dentista. Es decir no hay motivo alguno para encontrarse trabajando en el Poder Judicial, pues ha trabajado como Oficial Judicial, Oficial Administrativa entre otros.

Por otro lado está Daniela Pardo Soto Reyes, hija de otro ministro y cuyo nombre se oculta en el directorio. Daniela sí es abogada, sin embargo en tan solo cuatro años logró uno de los cargos más altos en la familia judicial y hoy despacha en la misma sede que su padre.

Como estos hay más casos, y el tema es que ha llegado el momento de que se le ponga una lupa a la justicia para poder que ésta termine siendo así, justa.

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