Jenaro
Villamil.
El tema de la cancelación del Nuevo
Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco provocó un agrio debate en
el Senado, donde la bancada del PAN logró que el tema se incorporara en la
agenda y protestó en la tribuna con carteles, al tiempo que le reprochó a
Morena que la decisión adoptada por el presidente electo Andrés Manuel López
Obrador “ya le costó al país 200 mil millones de pesos”, según los panistas.
El
coordinador de los albiazules Damián
Zepeda aseguró que la cancelación impactará en la economía de los mexicanos y
volvió a arremeter en contra de la consulta calificándola como “una farsa, un
ejercicio de manipulación política y un engaño para los ciudadanos del país.
En su
respuesta, el senador de Morena, Germán
Martínez, le reviró diciendo que López Obrador actuó como presidente “y no como
un gerente”, al tiempo que le reprochó a los defensores de Texcoco que existe
una deuda oculta en este proyecto por la asignación de obras públicas “con
moches”.
A su vez, la senadora priista Vanessa Rubio
afirmó que “con la cancelación del NAIM le hemos fallado no sólo a los
inversionistas y a los mercados, sino a miles de mexicanos, cuyo empleo
dependía de que sus productos llegaran a México”.
El senador
de Morena, José Narro Céspedes, contextualizó sobre la propuesta de la consulta
y consideró que el proyecto de Texcoco
es un “símbolo de la corrupción”, con una deuda de 200 mil millones de pesos.
El senador
Samuel García, del Movimiento Ciudadano descalificó la consulta porque “700 mil
mexicanos no representan a todo el país” y señaló que “fue ilegal” porque la
realizó un partido político y sin un organismo autónomo como árbitro.
El senador
del PT, Alejandro González Yáñez, les
reprochó a los críticos de la consulta y de la cancelación que nunca antes
realizaron una consulta. “Pasamos de la mano invisible del mercado a la visible
del nuevo Estado democrático”, presumió.
Por su
parte, el senador del PRD y excandidato a gobernador en el Estado de México,
Juan Manuel Zepeda, acusó a Morena de utilizar “verdades a medias” y advirtió
que la cancelación de Texcoco afectará a los municipios de Nezhualcóyotl,
Texcoco, Chimalhuacán, Chicoloapan y Ecatepec que concentran a más de siete
millones de habitantes y 120 mil de ellos trabajan en el NAIM.
El senador
panista Gustavo Madero reconoció la diversidad de opiniones que se reflejaron
en la sesión del Senado. Advirtió que la consulta no es ilegal, pero tampoco
responde al artículo 35 constitucional por lo que es necesario una reforma para
que cuenten con un mínimo de imparcialidad.
En clara
respuesta a la cúpula de la iniciativa privada, la senadora Malú Micher, de Morena, le exhortó al Consejo Coordinador
Empresarial que “le bajen dos rayitas a su enojo, porque la cancelación de la
obra está decidida, les guste o no les guste”.
La exdirigente
nacional priista Beatriz Paredes se preguntó por qué López Obrador no esperó a
tomar posesión y, en cambio, realizó una consulta sin apego al marco
constitucional. Afirmó que la transformación del régimen debe realizarse “con
apego a las instituciones democráticas”.
Por su
parte, el senador sin partido Emilio
Álvarez Icaza celebró la consulta y que el gobierno electo dé señales de
ruptura con “los poderes fácticos”, pero cuestionó la forma en que se llevó a
cabo el ejercicio de consulta y la falta de mecanismos para generar certeza.
El debate se
prolongó durante varias horas en la sesión del Senado.
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