Georgina
Morett.
Ayer, la
calificadora crediticia Fitch Ratings bajó las notas en moneda local y
extranjera a largo plazo de Petróleos Mexicanos (Pemex), de “BBB+” a “BBB-”, y
sus calificaciones nacionales a largo plazo, de “AAA (mex)” a “AA (mex)”, y
determinó una perspectiva negativa para el perfil de la empresa del Estado.
Al parecer,
esta decisión tomó por sorpresa al director de Pemex, Octavio Romero Oropeza,
quien, un día antes en la comparecencia ante legisladores en la Cámara de
Diputados, había señalado que estaban optimistas “en que las cosas van a ir
bien desde el punto de vista de las calificadoras, porque viene anunciada
inversión para la empresa”. Y aseguró que las inversiones que se están dando
tienen que ser vistas de buena manera por las calificadoras.
Como ha
sucedido hasta ahora, el director de la paraestatal aprovechó para culpar a
gobiernos anteriores, al señalar que mucho tiempo se tuvo abandonada a Pemex.
Y subrayó
que ahora hay una inversión importante, por lo que “sería incongruente que
cambien la calificación o la bajen. Entonces, por eso estamos muy optimistas”.
Todo nos
hace pensar que ayer acabaron con su optimismo y esperemos que revisen
realmente lo que está sucediendo, ya que, de lo contrario, las pérdidas serán
fatales.
Como señaló
la senadora por Jalisco, Verónica Delgadillo, las pérdidas en su estado por el
desabasto de gasolina suman más de 6 mil millones de pesos, cifra superior a la
que menciona el gobierno federal que se ha ahorrado por la lucha contra el
huachicol, que asciende a 5 mil millones de pesos, y eso es sólo en Jalisco.
Ya tienen su
propio censo.
El
secretario general del PRI, Arturo Zamora, salió en defensa de las
instituciones y organismos autónomos y señaló que el gobierno del presidente
López Obrador los “seca, asfixia y somete” para fondear programas que le
reditúan electoralmente y “sirvan a su proyecto mesiánico y populista”.
Aseguró que
ha comenzado un proceso de desmantelamiento institucional que quedó claro en el
Presupuesto de Egresos de la Federación, cuando decidieron reducir 950 millones
de pesos al INE, con lo cual se pone en riesgo su autonomía e independencia y
la realización de las elecciones en seis entidades.
Y subrayó
que el otro organismo que tuvo un fuerte recorte fue el Inegi, al cual le
quitaron 5 mil millones de pesos de lo que habían solicitado, por lo que se
tendrán que cancelar 14 encuestas nacionales programadas, entre ellas el Censo
Agropecuario y la Encuesta Nacional de los Hogares.
En estos
momentos en que la situación del PRI es indefinida, es interesante ver a un
político de este partido defendiendo a los organismos autónomos, y respecto al
recorte en el Inegi sólo hay que recordar que los nuevos programas sociales se
basarán en el Censo de Bienestar que inició Morena el año pasado con los
servidores de la nación, y que permitieron a este partido político y al
gobierno federal entrar a las viviendas de los mexicanos para que les quede
claro quién les dará la ayuda económica de los nuevos programas sociales.
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