El comisario general de esta ciudad,
Marco Vinicio Gálvez González, fue ultimado a balazos al mediodía de este
jueves después de presidir un evento escolar.
De acuerdo a
las primeras indagatorias, el mando
policíaco circulaba en la calle 16, entre Constitución y 1 de mayo, de la
colonia Libertad, cuando sus ejecutores abrieron fuego contra la patrulla, que
en segundos quedó fuera de control hasta impactarse contra un negocio.
En el ataque armado, que cuenta con
las características de una emboscada, el agente Dominic Zazueta resultó herido
y murió mientras era trasladado vía aérea a Hermosillo, Sonora, para recibir
atención médica especializada.
Según la
versión de testigos, el ataque inició en
las calles Reforma y Las Américas, donde un automóvil sedán de color blanco
alcanzó a la patrulla en que viajaba el comandante para abrir fuego con fusiles
de grueso calibre en contra de los policías.
Agentes de
los tres órdenes de gobierno implementaron la estrategia conocida como “Código
Rojo”, a fin de localizar a los gatilleros que acabaron con la vida del
comisario Gálvez González.
Unas tres horas después del atentado,
la Fiscalía General de Sonora informó que cuatro personas fueron detenidas, sin
que hasta este momento se les haya identificado.
El 31 de
mayo anterior, en este mismo
ayuntamiento, un comando ejecutó de cuatro balazos a Fabián E., secretario
particular de Francisco Javier Genestas Sesna, actual alcalde de este municipio
y entonces candidato del partido Morena a la alcaldía.
El ataque
armado se registró alrededor de las 18:46 horas de ese jueves, en la
intersección de las calles Reforma y Cinco, de la colonia Ortiz Rubio de esa
ciudad.
Las
investigación ministerial arrojó que Fabián E. seguía los pasos del candidato
empalmense cuando las balas lo alcanzaron y éste quedó tendido en el piso.
El año pasado, en Sonora fueron
ejecutados 9 policías, de los cuales seis son de Guaymas, dos de Hermosillo y
uno de San Luis Río Colorado.
Hace un par de meses, el 5 de octubre
anterior, en Guaymas, que es el contiguo municipio porteño de Empalme, se
registró la masacre de cinco policías que no pudieron defenderse ante la
sorpresa del ataque y la falta de gasolina para huir de los atacantes.
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