Por Isaín
Mandujano.
José Antonio “N” y Agustín “N”,
capitanes del Ejército mexicano, fueron puestos a disposición de la Fiscalía
General del estado (FGE) como presuntos responsables del crimen de la soldado
Brenda Orquídea Matuz Chacón, desaparecida el pasado jueves 4 y hallada muerta
48 horas después.
Ambos militares y otros dos soldados
fueron arrestados desde el domingo 7 en la base militar de Chicoasén, tras del
hallazgo del cadáver de la joven de 26 años, originaria de la comunidad
Emiliano Zapata, municipio de Cintalapa.
El viernes 5, Brenda Orquídea y dos
compañeros de su mismo rango militar, un hombre y una mujer, tomaron su día
franco y convivieron en un bar de esta capital junto con los dos capitanes.
La víctima no amaneció el sábado en
el dormitorio que tenía asignado y tampoco respondió a las llamadas telefónicas
que le hicieron sus padres, por lo que fueron a buscarla a la base militar
ubicada a la orilla de la presa hidroeléctrica de Chicoasén. Ahí hablaron con
las cuatro personas con quienes su hija había salido a divertirse, y tres de
ellos refirieron que la última vez que la vieron estaba con el capitán Agustín
“N”, propietario y conductor del vehículo Seat Ibiza en el que se trasladaron
al bar.
De acuerdo con los deudos, en todo
momento el coronel Constantino Ramírez Sánchez intentó obstaculizar las
investigaciones que ellos mismos hacían entre los compañeros de su hija, e
incluso tenían planeado trasladarlos al cuartel de Rancho Nuevo, pero esa
medida no se concretó porque hicieron público en los medios de comunicación el
crimen de Brenda Orquídea y la FGE intervino de inmediato.
Los cuatro militares fueron
arrestados en la propia base militar, mientras la FGE investigaba los hechos.
El pasado sábado 13 el Ejército Mexicano entregó a la justicia local a Agustín
“N” y José Antonio “N”.
Según la
causa penal 139/2009, ambos elementos,
acusados del delito de homicidio calificado, fueron puestos a disposición del
juez Juan Carlos Alfaro Cruz, para que determine su situación legal. Por ahora
se encuentran presos en el penal Número 14 de El Amate, en Cintalapa.
Jesús Matuz Montesinos, padre de la
víctima, exigió que no quede impune el crimen de Brenda Orquídea, quien hace
apenas ocho meses había ingresado a las fuerzas armadas y quería hacer carrera
militar.
Hasta ahora no se han dado a conocer
detalles del crimen,
sin embargo, el examen médico legista
realizado durante la autopsia encontró fractura de cuello.
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