martes, 23 de abril de 2019

El muralista de SLP y familia no tenían uno sino dos mecanismos de “protección”. Y así los mataron.


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Por Martha Arriaga.

Dos mecanismos de protección a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, con los que contaba el muralista y activista Héctor Domínguez, no cumplieron con su función, reconoció el Fiscal General del Estado, Federico Garza Herrera; indicó que en este caso siguen tres líneas de investigación, una de campo, la científica y de testimoniales o gabinete.

Explicó que existe un antecedente del caso del mes de septiembre del 2018, “en donde el muralista fue objeto de una agresión con arma de fuego, por lo que posteriormente a ello se emitieron medidas de protección, mismas que vencieron y volvieron a renovarse desde el pasado mes de marzo”.

Dijo que la investigación científica ha arrojado algunos hallazgos y elementos que permitirán el esclarecimiento de los hechos. Mientras que la indagatoria de campo arrojó ciertas declaraciones de testigos que permitirán alcanzar un resultado pronto y positivo.

El Fiscal reiteró que al momento del ataque había una orden de protección de acuerdo a cómo el muralista la solicitó, “esa orden de protección se remitió directamente a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, y hasta donde sé, era una protección de contacto donde él tenía un botón de pánico, ya que Héctor Domínguez no quería protección física de elementos”.

Señaló que la SSPE, debe de contar con una bitácora en donde especifique su participación con relación a esas medidas que implementó.

Garza Herrera descartó la versión de que el triple homicidio fuera cometido por un comando armado, “la evidencia que nosotros tenemos es totalmente diferente, pues es un arma calibre 40, esa es la única que se encontró en la escena, pero tenemos que esperar a los resultados de la investigación pericial”.

Los hechos ocurrieron la noche del pasado viernes cuando sujetos armados ingresaron al domicilio de las víctimas, ubicado en la calle Monte Blanco de la colonia Antonio Esper, y les dispararon con armas de fuego.

En el lugar quedaron los cuerpos del muralista de 33 años, su hermano de 27 años y de su padre de 57 años de edad, los cuales fueron acribillados.

En septiembre de 2018, cuando también fue atacado a balazos frente al Cobach 06 de Ciudad Valles, donde daba clases, en esa ocasión resultó herido.

TRISTE ADIÓS.

La mañana del pasado domingo, con profundo pesar cientos de vallenses dieron el último adiós al muralista Héctor Armando Domínguez Rodríguez así como a su padre Aureliano Domínguez y a su hermano Julio Emmanuel, en una misa de réquiem celebrada en la Iglesia del Sagrario Catedral.

Amigos, familiares, campesinos, empresarios, jóvenes, niños, todos admiradores de su arte, pero sobre todo de su esencia de dar amor acudieron para darle el último adiós al artista plástico.

Al término de la misa que fue oficiada por el obispo de Ciudad Valles, Monseñor Roberto Octavio Balmori Cinta, el artista, su padre y hermano, fueron despedidos con aplausos.

Afuera, quienes fueron sus compañeros de Fénix Art, hicieron lo que el muralista les enseño: pintar de colores una gran manta con manos que uno a uno fue colocando, en demanda de paz y justicia y como un recordatorio del lema del grupo de artistas: más amor y color.

Con los tres cuerpos presentes afuera de la iglesia, amigos y conocidos pedían justicia ante el presidente municipal Adrián Esper Cárdenas quien llegó a dar su condolencia.

Los familiares de los fallecidos, afectados por el dolor, guardaban silencio.

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