“Y sí, (vine) a aprender de ustedes”, reiteró
Luis Videgaray Caso hoy ante el cuerpo diplomático, en referencia a la
desafortunada declaración que dio al asumir la titularidad de la Secretaría de
Relaciones Exteriores (SRE) el martes pasado, cuando reconoció que no era
diplomático, no conocía la secretaría y venía a aprender de los funcionarios.
Al inaugurar formalmente la XXVIII Reunión de Embajadores y
Cónsules y durante su primer acto público como canciller, Videgaray justificó su presencia al frente de la Cancillería por su
“experiencia” y su “deseo de servir a México”.
Después de cerca de media hora de discurso ante los cónsules
y embajadores mexicanos, diputados y senadores, así como diplomáticos
extranjeros en México, Videgaray realizó
una extraña digresión para alabar los militares mexicanos:
“Aprovecho el espacio
para reconocer desde aquí los avances históricos en materia de derechos humanos
que han promovido los titulares de las secretarías de Defensa Nacional y de la
Marina”, declaró. Fue la única mención al Ejército que realizó Videgaray.
Durante su presentación de los lineamientos que seguirá la
política exterior mexicana el año entrante, Videgaray sostuvo que la llegada de
Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos genera “incógnitas” para el
mundo y particularmente para México.
Dijo que el gobierno mexicano reaccionará “con dignidad” y
soberanía en la relación bilateral con Estados Unidos, y aseveró que la
diplomacia no seguirá las voces que “promueven el conflicto y eventualmente el
insulto” ni las de “sumisión vergonzosa”.
“Vamos a negociar con gran seguridad en nosotros mismos”,
aseguró Videgaray, quien ideó y concretó la polémica visita de Trump a México
en agosto pasado, mientras el magnate era todavía candidato a la presidencia de
Estados Unidos.
La visita fue severamente criticada tanto en México como
afuera, pues se aseveró que, al recibir Trump en Los Pinos, Enrique Peña Nieto
le ofreció una estatura de jefe de Estado.
El extitular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP) sostuvo que la administración mexicana se dirigirá más hacia América
Latina para que México asuma el “liderazgo” en la región, entre otros en
materia migratoria y de libre comercio.
Uno de los elementos centrales, abundó, será la cooperación
con los países del Triángulo Norte de Centroamérica –Guatemala, Honduras y El
Salvador–, de donde cientos de miles de migrantes huyen de la violencia y la
ausencia de oportunidades económicas cada año para alcanzar Estados Unidos.
Reconoció que México
enfrenta “retos” en materia de derechos humanos, pero que continuará la
política de “colaboración con mecanismos internacionales” y su apertura al
escrutinio que ofrece a México “la legitimidad necesaria para velar por los
derechos humanos de nuestros migrantes en otros países”.
El martes pasado, quedó claro que Claudia Ruiz Massieu no
dejó la Cancillería a Videgaray con buenas ganas. Durante la ceremonia de
transición, la sobrina de Carlos Salinas de Gortari retuvo con dificultad las
lágrimas.
Extraoficialmente,
integrantes del equipo de Ruiz Massieu dijeron a Apro que la ex canciller fue
notificada el día anterior de su salida del gabinete de Peña Nieto.
En septiembre pasado se elevaron voces críticas dentro de la
SRE ante la actitud de Videgaray, quien organizó la visita de Trump a México
por su cuenta, sin avisar al cuerpo diplomático.
Hoy, Videgaray multiplicó los agradecimientos y las
congratulaciones a los integrantes del Servicio Exterior Mexicano: “desde el
primer momento me han hecho sentir en casa”.
En el programa inicial del evento, que empezó a circular el
pasado 30 de diciembre entre los reporteros que cubren la SRE, todavía aparece
“la Canciller Claudia Ruiz Massieu”, como anfitriona del evento.
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