martes, 28 de febrero de 2017

Con CV cuestionable, el golazo al Inegi va.

Salvador Camarena.

El Senado de la República tiene ya la solicitud de Enrique Peña Nieto para que Paloma Merodio sea nombrada como vicepresidenta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El titular del Ejecutivo firmó esa solicitud el día 23 de febrero, y la misma llegó al Senado a las 16:30 horas del 24 de febrero.

No sabemos quién le dijo al presidente de la República que la candidatura de Paloma Merodio era una buena idea, pero están llevando al primer mandatario a un feo baile.

En el escrito que envió Peña Nieto al Senado se insiste en que “resulta indispensable que las personas que integran la Junta de Gobierno cuenten con la capacidad, experiencia y profesionalismo suficientes y, además, que su designación sea realizada en el ámbito de la colaboración de poderes que tanto la Constitución como la propia ley establecen”.

Cómo entender que el presidente firme la solicitud que contiene el anterior párrafo y al mismo tiempo asevere, también en ese documento, cosas que no se sustentan. Van tres ejemplos.

Ayer se publicó aquí lo que dice la ley con respecto a los nombramientos de la Junta de Gobierno del Inegi. Reiterando: el puesto requiere que el candidato (a) tenga al menos cinco años de experiencia en un puesto de alto nivel del gobierno. La maestra Merodio sólo lleva un año y cuatro meses como tal, pues el escalafón es muy claro al estipular que alto nivel se considera de director general para arriba. Ella sólo ha tenido ese nivel en su actual encargo: directora general de Evaluación y Monitoreo de los Programas Sociales de la Sedesol. Así que de saque no cuenta con ese requisito.

Segundo ejemplo. En la solicitud se asevera que Merodio “ha impartido el curso Macroeconomía Avanzada en la Universidad de Harvard”. ¿Suena muy bien, verdad? Pero para ustedes, y supongo que para los senadores que deberán aprobar o desestimar este nombramiento, ¿es lo mismo impartir un curso en Harvard que ser asistente de quien imparte un curso en Harvard? Porque lo que en realidad hizo Merodio fue asistir a quien impartía ese curso. Ver esta liga: https://www.hks.harvard.edu/syllabus/2012/API-119.pdf

Tercer ejemplo. En la solicitud de Peña Nieto se habla de que la maestra Merodio fue “consultora senior en la Corporación Internacional Financiera (IFC, por sus siglas en inglés) en el año 2013; consultora senior en Promujer de enero a mayo de ese mismo año, y consultora senior en el Banco Mundial, programa de Agua y Saneamiento”.

Sería bueno que el Senado de la República ponderara que esas consultorías fueron, tanto en el IFC y como en el Banco Mundial, de apenas dos meses de duración. Quizás el título correcto de esas experiencias sea, en inglés, intern. Es decir, hizo una pasantía, seguramente valiosa, pero pasantía, en esas instituciones.

Enviar a Merodio a la Junta de Gobierno del Inegi suena a 'caballo de Troya': tiene lógica como un intento por capturar a una institución que debería ser un pilar del Estado mexicano, sin importar el gobierno en turno.

Hoy sólo resta esperar que el Senado de la República exija documentación de todo lo que dice el nombramiento firmado por Peña Nieto, que se proporcione la evidencia de las aportaciones científicas y técnicas de la maestra Merodio, tanto en la Sedesol como en los anteriores trabajos. El escrutinio debe ser real, no una simulación, pues está en juego la credibilidad del Inegi, ni más ni menos.


Aunque también está en juego la credibilidad de Peña Nieto, a quien le hicieron firmar este nombramiento lleno de medias verdades.

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