Al menos 16
ejecutados, entre ellos un funcionario municipal de Zitlala, es el saldo de la
jornada de violencia durante este fin de semana en diversos puntos de la
entidad donde la inseguridad e impunidad es proporcional al vacío de autoridad.
Reportes oficiales indican que este domingo se registraron
nueve homicidios dolosos: cuatro en Chilpancingo, tres de ellos (una mujer y
dos hombres) fueron desmembrados; en el municipio de Coyuca de Benítez, fue
asesinada una joven que dejaron al interior de bolsas negras y otra más en San
Marcos; así como una pareja en Acapulco.
Ayer, también fue ejecutado el jefe de personal del
Ayuntamiento de Zitlala, Antonio Godinillo Yectli, quien fue atacado en el
municipio vecino de Chilapa y recibió al menos tres disparos en el torax.
Mientras que el sábado, las autoridades estatales
registraron siete asesinatos, dos de ellos en el municipio de Tepecoacuilco;
tres en Chilapa; uno más en el balneario de Zihuatanejo y otro crimen en la
sierra de San Miguel Totolapan.
El hecho refleja el
nivel de inseguridad, impunidad y violencia que se vive en Guerrero, además de
exhibir el fracaso de la estrategia de seguridad que dirige el Ejército desde
2014.
Paradójicamente, durante este periodo, la incidencia
delictiva registrada en la entidad en los últimos dos años ha ocupado los
primeros lugares en homicidios dolosos en comparación con el resto de las
entidades.
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