El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió este
viernes al discurso de que el muro fronterizo con México evitará que lleguen a
su país “criminales y narcotraficantes”.
Trump habló esta mañana en la Conferencia anual de Acción
Política Conservadora (CPAC), el principal encuentro del conservadurismo en
Estados Unidos. Ahí, el magnate reiteró su intención de construir un “gran
muro”.
“Pondremos freno a las drogas que entran a la nación y
envenenan a nuestros jóvenes. Recibimos la droga y ellos el dinero, recibimos
el problema y ellos el dinero”, afirmó.
“Vamos a construir el muro, no se preocupen. De hecho, va a
comenzar pronto, antes de lo previsto”, dijo.
El republicano defendió sus medidas migratorias. “Recuerden
estamos sacando a los malos”, dijo y aseguró que el Secretario de Seguridad
nacional de Estados Unidos, John Kelly, realiza un “excelente trabajo”. Además
aseguró que las instancias de seguridad le han manifestado su apoyo para
fortalecer la frontera sur de su país.
Las relaciones entre
México y Estados Unidos parecen caminar todos los días hacia el colapso. Esta
mañana, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que la
Iniciativa Merida está en “fase terminal”.
La Iniciativa Mérida era el símbolo de cooperación bilateral
en materia de seguridad y narcotráfico.
“Todo lo que tiene
que ver con recursos que se hicieron en otros Gobiernos, particularmente el del
Plan Mérida, te quiero decir que está en su fase ya terminal, que se ha
venido ocupando por el Gobierno de los Estados, particularmente estos recursos,
sobre todo en el nuevo Sistema de Justicia Penal”.
En entrevista sostuvo que el Gobierno de Estados Unidos
podría usar la entrega de los recursos como manera de presión:
“Este recurso pudiera ser algún tema de presión o de querer
presionar al Gobierno, de verdad que no tenemos ningún compromiso. Nosotros
hemos hecho capacidades: antes había una dependencia en muchos sentidos con los
Estados Unidos, hoy no. Hoy afortunadamente, con el transcurso de los años se
van logrando estas capacidades. En materia de seguridad, déjame decirte, en lo
mío, en materia de migración y en otros temas en lo que hemos venido trabajando”.
Agregó además que el
Gobierno de Trump deberá hacer un balance en su relación con México y tomar
decisiones.
Osorio Chong dijo que
el Gobierno mexicano no aceptará que Estados Unidos envíe a nuestro país a
inmigrantes indocumentados de otras nacionalidades mientras tramitan sus
peticiones de asilo en Estados Unidos.
“Nosotros no podemos
recibirlos, fuimos muy claros en ese sentido” en la reunión celebrada el jueves
en la Ciudad de México con los secretarios de Estado y Seguridad Nacional de
EU, Rex Tillerson y John Kelly.
“Recibimos solamente
a los que piden refugio para México, no podemos hacer una antesala con los que
quieren llegar a Estados Unidos”, aseveró tras explicar que en el encuentro
de ayer los secretarios estadounidenses pidieron que los indocumentados estén
aquí mientras siguen su “proceso legal allá”.
“No los vamos a
recibir, no los pueden dejar ahí en los límites porque nosotros los tendremos
que rechazar, no hay posibilidad de que sean recibidos por parte de México”,
insistió.
Ayer, los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de
Estados Unidos intentaron mostrar una cara más amable de su gobierno hacia
México, un país que ha sido blanco de críticas del presidente Donald Trump.
Kelly se comprometió a que no hubiera deportaciones masivas
ni a utilizar al ejército en operaciones migratorias pero, en paralelo, el
Presidente, también el jueves, mantuvo su retórica antiinmigrante.
Los funcionarios
mexicanos, por su parte, expresaron las notables diferencias que separan a
ambos gobiernos y todos mostraron, al menos en sus mensajes públicos, la
necesidad de llegar a acuerdos y de respetarse mutuamente, aunque no quedó
claro cuáles serían sus puntos de entendimiento en temas como la política
migratoria.
“No habrá, repito, no habrá deportaciones masivas”, dijo
Kelly en el mensaje conjunto con Tillerson y sus colegas mexicanos. “Y escuchen
esto: no se usará al ejército en operaciones migratorias”, añadió tras señalar
que las deportaciones se centrarían en personas con delitos, que se harían de
forma “sistemática y organizada” y en “estrecha coordinación” con México.
El Secretario de Estado agregó que siempre se respetarían
los derechos humanos y las leyes de Estados Unidos y ambos enfatizaron el
interés en controlar el flujo de armas y dinero ilegal que llega desde Estados
Unidos y la necesidad de coordinar acciones para promover el desarrollo de los
países centroamericanos, origen de muchos migrantes.
“Nos escuchamos con detenimiento mientras con respeto y paciencia
expresamos nuestras respectivas preocupaciones”, dijo Tillerson.
Sin embargo, horas antes, el presidente Donald Trump,
sugería lo contrario. En un encuentro con empresarios en la Casa Blanca, dijo
que Estados Unidos está “sacando a los tipos realmente malos a un ritmo nunca
antes visto” y se refirió a esas actuaciones como una “operación militar”.
“Vamos a tener buenas
relaciones con México”, añadió. “Y si no las tenemos, no las tenemos”.
Algunas de las órdenes y memorandos sobre inmigración
presentadas por el Gobierno estadounidense podrían incumplir las normas sobre
libertades fundamentales del país, según denunció hoy el Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACDH).
“Estamos preocupados porque
la implementación de las órdenes y memorandos emitidas esta semana, que podrían
infringir las obligaciones internacionales sobre derechos humanos de Estados
Unidos”, dijo la portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, en rueda
de prensa.
El Gobierno del
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estableció este martes nuevas
directrices para reforzar el control migratorio, con un agresivo plan que
incluye acelerar el proceso de deportación de inmigrantes indocumentados y
contratar a 15 mil nuevos agentes.
“Como ha dicho en varias ocasiones el alto comisionado de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, existe una muy peligrosa tendencia en
Estados Unidos y en el mundo de usar a los inmigrantes como chivos
expiatorios”, afirmó la portavoz, que subrayó que “los inmigrantes irregulares
son detenidos, deportados, criminalizados”.
Shamdasani aseguró
que si bien los estados tienen el derecho legítimo de implementar políticas
migratorias y controlar sus fronteras, “tienen que hacerlo respetando los
derechos humanos de los inmigrantes”.
En ese sentido
recordó que los “inmigrantes irregulares no deberían ser detenidos y sus
derechos humanos deberían ser protegidos, sin tener en cuenta si son nacionales
o no”, concluyó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.