La deuda pública de
México está cerca del límite prudente recomendado por los organismos
internacionales, concluyó el estudio Sostenibilidad de la Deuda Pública del
Sector Público Federal realizado por la Auditoría Superior de la Federación.
En los últimos 9
años, que abarcan los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, la
deuda ha crecido a un ritmo importante, lo que “plantea riesgos para su
sostenibilidad”, señala la ASF.
Este aumento se debe a que la deuda ha sido utilizada en
épocas de crisis para “fomentar e impulsar la actividad económica, evitar que
la contracción se profundice y financiar los déficit presupuestarios en que ha
incurrido el gobierno”, explica el estudio.
“El crecimiento
económico y los ingresos públicos no han sido suficientes para compensar el
crecimiento de la deuda pública, que en 2014 y 2015 se encontraron fuera del
rango de sostenibilidad, a lo que se suma la volatilidad de los mercados
internacionales, la aversión al riesgo y la salida de capitales de los países
emergentes”, señala la Auditoría.
En el periodo 2000-2015, el incremento de la deuda neta del Sector Público Federal fue de 23.4
puntos porcentuales con relación al PIB, al pasar de 19.8% a 43.2%.
Hasta 2008 los pasivos se habían mantenido, en promedio, en
20% del PIB, esto es por debajo de los 3 mil millones de pesos.
El mayor incremento
de la deuda se dio en 2009 cuando aumentó 8.6% respecto al año anterior para
situarse en 3,791 millones 901.9 pesos.
A partir de ese año
la deuda se incrementó hasta llegar en 2015 a los 8,160 millones 589.9.
De acuerdo con el Indicador de Posición Fiscal Sostenible
(PFS) – que señala cómo se han manejado las políticas de gasto e ingreso, para
lograr un equilibrio entre la deuda y los ingresos por PIB – tomando una base
cero como el ideal, en 2014 y 2015 el resultado del indicador fue mayor a 1, lo
que hace que la posición fiscal no sea sostenible.
“En 2014 se dio un incremento importante respecto de 2013,
al pasar de 0.6 a 1.2 puntos porcentuales, lo que se debió principalmente al
incremento en la deuda pública del Sector Público Presupuestario (SPP), y a un
mayor déficit primario”, detalla la Auditoría.
Si en los próximos 24
meses el nivel de la deuda del gobierno federal o la carga de intereses aumenta
la vulnerabilidad de las finanzas públicas, las calificadoras podrían bajar la
calificación del país, la cual actualmente ya es negativa.
La calificación de una agencia al riesgo de crédito es una
manera de que los inversionistas conozcan la solvencia que tiene el gobierno
mexicano para hacer frente a sus deudas. Cuando
la calificación baja disminuye la confianza de los inversionistas.
La Auditoría señala que es
necesario que los poderes Ejecutivo y Legislativo “establezcan una ruta
consistente entre el balance primario y el costo financiero de la deuda en el
mediano plazo”, además de utilizar herramientas técnicas y teóricas que
auxilian a los administradores de deuda para estabilizarla.
La ASF concluye que
las condiciones macroeconómicas y de finanzas públicas han generado una
tendencia de endeudamiento cada vez mayor, para cubrir el déficit primario, “lo
que representa una alerta sobre la sostenibilidad de la deuda pública en los
próximos años”.
Para este estudio la Auditoría utilizó datos de los análisis que han realizado el Fondo Monetario
Internacional (FMI) sobre la deuda de México y las sugerencias de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.