viernes, 24 de febrero de 2017

Iztapalapa, de nuevo el centro de la batalla.

Por lo obvio, el tamaño de su población –dos millones de personas- y su importancia electoral –20% de quienes pueden votar en la CDMX-, pero también porque podría ser definitoria en la contienda para la Jefatura de Gobierno y determinante para la Presidencial, Iztapalapa será uno de los centros de la batalla electoral. Ya lo es.

La disputa, no hay que ser adivinos para saberlo, será, como en el resto de la Ciudad, entre Morena y el PRD. En ambos partidos, no pocos ya levantaron la mano para convertirse en él o la primera Alcalde de ese territorio, y las patadas por debajo de la mesa, ya iniciaron.

En Morena, la ex delegada Clara Brugada querrá regresar a la demarcación que ya gobernó, y enfrente tendrá a la neo morenista Aleida Alavés, quien tiene cuentas que saldar con la actual jefa delegacional Dione Anguiano. Alavés no pudo derrotar en las internas perredistas a la delegada y Morena no ha logrado, ni en 2015, ni en la elección constituyente el año pasado, ganarle al sol azteca. Un cálculo que hace AMLO para evitar el desgaste interno y la grilla entre grupos es postular a su hijo, Andrés López Beltrán para el cargo. El tabasqueño ya le ha dado el control de la estructura de Morena en la capital -5 mil 539 comités seccionales de la Ciudad de México-, y bien podría hacerlo candidato en la joya de la corona. Podría generar disgustos y hasta turbulencias internas, pero no habrá quien se atreva, en Morena, a contradecir a López Obrador.

En la esquina de enfrente, el PRD, Anguiano tiene trabajo territorial desde hace años en Iztapalapa y, en apariencia, controla el territorio, el asunto es que su equipo ya se ha fracturado, por un lado, y por el otro, hay una revuelta interna en el sol azteca en la demarcación.

En lo que toca a la ruptura del equipo interno, los protagonistas son la propia Dione y Alfredo Hernández Raigosa, quien ocupa una subsecretaría en Movilidad. Cada uno empuja a una de sus sobrinas. Ella, a Karen Quiroga; él, a Janet Hernández. La escisión, de pronóstico reservado, ha comenzado a revolver las aguas, a lo que se ha sumado la grilla interna.

Apenas el martes de esta semana, un grupo de perredistas planeaba mostrar músculo contra la jefa delegacional, a quien acusan de marginarlos. En teoría sería un TUCOD (Todos Unidos Contra Dione), pero el acelere de Jesús Valencia, que buscó apropiarse de la convocatoria, minimizó el posicionamiento. Al diputado federal y ex delegado solo le hicieron segunda Arturo Santana y Alejandro Ojeda, y lo dejaron plantado las diputadas Francis Pirin, Abril Trujillo, Nury Obando, Penélope Campos, Janet Hernández, Rebeca Peralta y el legislador Iván Texta quien, por cierto, sí podría aglutinar a más de uno en ese equipo y ponérsele enfrente a Dione quien, por lo pronto, ante la falta de cohesión de sus potenciales rivales en una interna, respira tranquila. Todavía.


Y si los contendientes se van alistando, el ring ya lo tiene preparado en la CDMX, el IEDF que será el encargado de organizar la elección para Jefe de Gobierno, diputados locales y las futuras alcaldías. Ayer hasta certificado ISO 9001:2008 le entregaron. Y no se lo dio cualquiera; fue la Organización de los Estados Americanos. Ya nomás falta que le metan nivel y calidad los partidos. ¿Será mucho pedir?

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