lunes, 27 de febrero de 2017

Delfina contra el delfín de Peña Nieto.

Jorge Zepeda Patterson.

Enrique Peña Nieto tiene mucho que perder en el Estado de México y López Obrador mucho que ganar. Se dice que las elecciones de gobernador que se avecinan en el estado más populoso del país son un laboratorio de los comicios presidenciales que tendrán lugar un año más tarde. La afirmación solo es cierta en parte, y en la parte que más perjudica al Presidente.

El PRI debe ganar en estas elecciones locales simplemente para mantenerse en la pelea. Incluso si su pariente y delfín Alfredo del Mazo vence a la abandera de Morena, Delfina Gómez, la percepción en el resto del país será que Delfina no es lo mismo que López Obrador y que el control del aparato de estado que el grupo Atlacomulco ejerce desde Toluca no podía arrojar otro resultado.

Es decir, el PRI mantiene sus esperanzas, pero las posibilidades del líder de Morena no disminuyen un ápice para las elecciones federales. En cambio lo contrario sería devastador. Si Delfina Gómez por Morena o Josefina Vázquez Mota por el PAN  derrotan a la corriente que domina al PRI en su propio bastión, las posibilidades de este partido para retener el poder federal están sentenciadas.

¿Existe alguna posibilidad de que el PRI pierda en el Estado de México?  Las encuestas ubican a Del Mazo por encima de la candidata de Morena, algunas con diferencia de tres puntos porcentuales en la intención de votos, otras con más de doce. Pero en la evolución de todas ellas se advierte que la brecha entre ambos tiende a disminuir. En el caso de Josefina Vázquez Mota los sondeos son menos concluyentes porque todos ellos fueron levantados cuando la ex candidata presidencial aún deshojaba la margarita.


Pero se trate de una batalla entre dos o entre tres, lo que está claro es que el PRI hará literalmente lo indecible para ganar. Y a juzgar por los escándalos de Monex y otras irregularidades en el financiamiento para movilizar el voto en el 2012 (cuando no estaban en control del gobierno federal), lo indecible incluirá el repertorio por todos conocidos.

El Estado de México NO se caracteriza precisamente por contar con una prensa crítica, un Congreso autónomo, un poder judicial independiente u organismos electorales locales capaces de desafiar al ejecutivo. Es decir, las autoridades podrán hacer y deshacer con un margen de maniobra que no tendrán en la elección nacional un año más tarde.

De allí que una derrota les resulta absolutamente inconcebible. Significaría que el repudio popular al Presidente Peña Nieto y por extensión al PRI, superó a la poderosa maquinaria del Estado.

Las elecciones en el Edomex son también un laboratorio al menos en otros dos sentidos. Por un lado, en el peso específico de una mujer en la boleta electoral en estos momentos. Alfredo del Mazo se enfrenta a dos candidatas; en qué medida eso le favorece o le perjudica en la intención de voto popular lo sabremos pronto. La cuestión no es menor, porque en algunos ámbitos se piensa que Margarita Zavala podría ser la única capaz de impedir que López Obrador llegue a Palacio Nacional. Según esta tesis, si el candidato del PRI a la presidencia se desinfla en el camino (algo bastante probable a la luz de los actuales precandidatos), el propio Peña Nieto estaría interesado en apoyar a la esposa de Calderón. En tal caso, la pregunta que se hacen en ese círculo es la siguiente: ¿elegirían los mexicanos a una mujer como Presidente?

El otro tema es el papel del PRD. Aunque el partido tradicional de la izquierda ha sido devastado por la emergencia de Morena, su membrete aún pesa en la boleta electoral. O por lo menos esa es la hipótesis (y la esperanza para el PRI). Se asume que todo voto que capte el partido amarillo es un voto que se resta a la organización de López Obrador. Incluso con un modesto 4 o 5 por ciento del cómputo final, el PRD terminaría siendo decisivo en comicios que podrían definirse por diferencia mínima. Y no olvidemos que en zonas populosas como Netzahualcóyotl y otras poblaciones conurbadas ese partido mantiene estructuras territoriales importantes. Para ganar el PRI debe pulverizar el voto de la oposición. En ese sentido, el PRD puede ser el nuevo Partido Verde, lo haga de manera deliberada o no.


En suma, las elecciones del Edomex serán reveladoras de temas decisivos de cara a la elección federal: el papel del PRD y el peso de una candidata mujer. Ofrecerá indicios de hasta dónde está dispuesto a llegar el PRI para asegurar un triunfo electoral y, sobre todo, cuál es el impacto en las urnas de la impopularidad de Peña Nieto.

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