Jorge Zepeda Patterson.
Enrique Peña Nieto tiene mucho que perder en el Estado de
México y López Obrador mucho que ganar. Se dice que las elecciones de
gobernador que se avecinan en el estado más populoso del país son un
laboratorio de los comicios presidenciales que tendrán lugar un año más tarde.
La afirmación solo es cierta en parte, y en la parte que más perjudica al
Presidente.
El PRI debe ganar en estas elecciones locales simplemente
para mantenerse en la pelea. Incluso si su pariente y delfín Alfredo del Mazo
vence a la abandera de Morena, Delfina Gómez, la percepción en el resto del
país será que Delfina no es lo mismo que López Obrador y que el control del
aparato de estado que el grupo Atlacomulco ejerce desde Toluca no podía arrojar
otro resultado.
Es decir, el PRI mantiene sus esperanzas, pero las
posibilidades del líder de Morena no disminuyen un ápice para las elecciones
federales. En cambio lo contrario sería devastador. Si Delfina Gómez por Morena
o Josefina Vázquez Mota por el PAN
derrotan a la corriente que domina al PRI en su propio bastión, las
posibilidades de este partido para retener el poder federal están sentenciadas.
¿Existe alguna posibilidad de que el PRI pierda en el Estado
de México? Las encuestas ubican a Del
Mazo por encima de la candidata de Morena, algunas con diferencia de tres
puntos porcentuales en la intención de votos, otras con más de doce. Pero en la
evolución de todas ellas se advierte que la brecha entre ambos tiende a
disminuir. En el caso de Josefina Vázquez Mota los sondeos son menos
concluyentes porque todos ellos fueron levantados cuando la ex candidata
presidencial aún deshojaba la margarita.
Pero se trate de una
batalla entre dos o entre tres, lo que está claro es que el PRI hará
literalmente lo indecible para ganar. Y a juzgar por los escándalos de Monex y
otras irregularidades en el financiamiento para movilizar el voto en el 2012
(cuando no estaban en control del gobierno federal), lo indecible incluirá el
repertorio por todos conocidos.
El Estado de México NO se caracteriza precisamente por
contar con una prensa crítica, un Congreso autónomo, un poder judicial
independiente u organismos electorales locales capaces de desafiar al ejecutivo.
Es decir, las autoridades podrán hacer y
deshacer con un margen de maniobra que no tendrán en la elección nacional un
año más tarde.
De allí que una
derrota les resulta absolutamente inconcebible. Significaría que el repudio
popular al Presidente Peña Nieto y por extensión al PRI, superó a la poderosa
maquinaria del Estado.
Las elecciones en el Edomex son también un laboratorio al
menos en otros dos sentidos. Por un lado, en el peso específico de una mujer en
la boleta electoral en estos momentos. Alfredo del Mazo se enfrenta a dos
candidatas; en qué medida eso le favorece o le perjudica en la intención de
voto popular lo sabremos pronto. La cuestión no es menor, porque en algunos ámbitos se piensa que Margarita
Zavala podría ser la única capaz de impedir que López Obrador llegue a Palacio
Nacional. Según esta tesis, si el candidato del PRI a la presidencia se
desinfla en el camino (algo bastante probable a la luz de los actuales
precandidatos), el propio Peña Nieto estaría interesado en apoyar a la esposa
de Calderón. En tal caso, la pregunta que se hacen en ese círculo es la
siguiente: ¿elegirían los mexicanos a una mujer como Presidente?
El otro tema es el papel del PRD. Aunque el partido
tradicional de la izquierda ha sido devastado por la emergencia de Morena, su membrete aún pesa en la boleta
electoral. O por lo menos esa es la hipótesis (y la esperanza para el PRI). Se
asume que todo voto que capte el partido amarillo es un voto que se resta a la
organización de López Obrador. Incluso con un modesto 4 o 5 por ciento del
cómputo final, el PRD terminaría siendo decisivo en comicios que podrían
definirse por diferencia mínima. Y no olvidemos que en zonas populosas como
Netzahualcóyotl y otras poblaciones conurbadas ese partido mantiene estructuras
territoriales importantes. Para ganar el PRI debe pulverizar el voto de la
oposición. En ese sentido, el PRD puede
ser el nuevo Partido Verde, lo haga de manera deliberada o no.
En suma, las elecciones del Edomex serán reveladoras de
temas decisivos de cara a la elección federal: el papel del PRD y el peso de
una candidata mujer. Ofrecerá indicios de hasta dónde está dispuesto a llegar
el PRI para asegurar un triunfo electoral y, sobre todo, cuál es el impacto en
las urnas de la impopularidad de Peña Nieto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.