La Secretaría Municipal de Ecología y
Desarrollo Urbano (SMEDU) de Benito Juárez entregó una segunda licencia de
construcción al proyecto de hotel Riu Riviera Cancún, de inversionistas
españoles, en los mismos términos y con las mismas deficiencias que la primera
licencia, la cual fue revocada por la Sala Constitucional y Administrativa
(SCA) del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del estado.
Peor aún, esta licencia fue otorgada cuando aún están
en litigio las autorizaciones federales de Manifestación de Impacto Ambiental
(MIA) y de cambio de uso de suelo forestal ante el Tribunal Federal de Justicia
Administrativa (TFJA).
Por si fuera poco, está en proceso la
admisión por parte de un juez de distrito de un amparo promovido por los
promoventes del proyecto del hotel Riu Riviera Cancún contra la nulidad del
Plan de Desarrollo Urbano (PDU), aprobado en la administración anterior, que
presidió el priista Paul Carrillo.
De acuerdo con abogados de empresas y
particulares que se oponen al proyecto de Riu Riviera Cancún, no hay fundamento
legal para que el presidente municipal Remberto Estrada Barba, del PVEM, dé por
sentado que puede iniciar la construcción de este complejo hotelero de 530
habitaciones y 20 niveles sobre en un terreno de dos hectáreas y que se ubica
justo entre dos áreas naturales protegidas (ANP).
La SMEDU
otorgó el jueves 10 a MX RIUSS II SA de CV la licencia de construcción 72671,
con folio 1027, para uso de suelo TH-20-Q.
Este permiso
municipal tiene una vigencia de 24 meses, del miércoles 2 al 2 de agosto de
2019.
Sin embargo, de acuerdo con los
inconformes, el proyecto aprobado en la segunda licencia de construcción “es
idéntico” al de la primera licencia, misma que fue revocada por la SCA.
Ante esta nueva licencia de
construcción, los abogados preparan otro juicio contencioso administrativo ante
la misma Sala Constitucional y Administrativa.
Pero, además
esta segunda licencia de construcción
fue aprobada con mismo PDU y, en consecuencia, con los mismos criterios de este
ordenamiento urbano que la SCA ya había declarado nulos.
El 5 de abril pasado, el magistrado
Juan García Escamilla declaró nula la aprobación del PDU, que realizó el
entonces ayuntamiento presidido por el priista Paul Carrillo, el 25 de agosto
de 2014:
“SEXTO. - Se
declara la nulidad lisa y llana de Cuarto Punto del orden del día de la Octava
Sesión Extraordinaria del Ayuntamiento de Benito Juárez y, como fruto legal
viciado, el acto de aplicación impugnado consistente en la expedición de la
licencia de construcción 68269 con folio 2191 del diecinueve de diciembre de
dos mil catorce, este último impugnando dentro de los juicios acumulados…”.
Esta sentencia, no obstante, está en
litigio, pues los promoventes de Riu Riviera Cancún, como terceros interesados,
solicitaron un amparo, que aún está en proceso de admisión.
Pero también a nivel federal al
proyecto de hotel Riu Riviera Cancún le fueron negados los permisos en materia
ambiental y de cambio de uso de suelo forestal, pero luego le fueron concedidos
en un segundo intento.
En ambos casos fue el mismo
funcionario de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)
quien primero rechazó las autorizaciones y luego dio los permisos a MX RIUSS II
SA de CV.
El titular
de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), Alfonso Flores Ramírez, primero negó la
autorización de la MIA y el cambio de uso de suelo forestal, pero meses después
dio estos permisos a los promotores de Riu Riviera Cancún.
De acuerdo con los abogados, en la
negativa la DGIRA determinó la existencia y afectación de la duna costera, además
de que “legalmente no es posible alguna construcción sobre esta superficie”.
A su vez Riu
Riviera Cancún también reconoce la existencia previa de duna costera, pero a la
vez en su MIA ofrece restricciones para construir sobre esa franja.
No obstante, en marzo de 2015
finalmente la DGIRA rechazó la MIA presentada por los promoventes del proyecto
por, entre otros motivos, no aportar la información suficiente.
No obstante,
MX RIUSS II SA de CV elaboró y presentó una segunda MIA, que finalmente fue
aprobada el 18 de diciembre de 2015.
De acuerdo con los ambientalistas, en
esta segunda MIA, entre otras irregularidades, se descarta la franja de duna
costera, aunque reduce de 563 a 530 el número de cuartos de hotel.
También, señalan los litigantes, se
omitieron recomendaciones del Fondo de Fomento al Turismo (Fonatur) sobre
problemas en la capacidad de dotar de servicios públicos a la zona, y de la
Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) sobre afectaciones por
el cambio climático y por ubicarse entre las zonas de influencia de las Áreas
de Protección de Flora y Fauna Manglares de Nichupté y el Parque Marino
Nacional Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc.
Ante esta segunda
autorización de MIA y de cambio de uso de suelo forestal fue presentado otro
recurso ante la Sala Especializada en Materia Ambiental y de Regulación del
TFJ, que quedó bajo número de expediente 1462/16-EAR-01-01.
No obstante,
ayer el alcalde Remberto Estrada dijo
que el proyecto “cuenta con la manifestación de impacto ambiental y cuenta con
todos los aspectos legales para emitir una licencia de construcción”.
Y subrayó:
“Lo que puedo garantizar son todos los elementos jurídicos y legales para
emitir una licencia de construcción”.
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