La tercera era de Grupo Televisa como
generador de contenidos audiovisuales culminó hoy al anunciarse la renuncia de
Emilio Azcárraga Jean como director general o Chief Executive Office (CEO) del
consorcio, para quedarse como presidente del Consejo de Administración, según
confirmó la compañía tras la información publicada este jueves 26 por The Wall
Street Journal.
La renuncia
de Azcárraga Jean se formaliza 20 años después de que asumiera la conducción de
Televisa tras la muerte de su padre Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, en 1997,
y frente a la peor crisis económica y
financiera para la principal compañía de medios audiovisuales que ha visto
disminuida su audiencia, sus ingresos por venta de contenidos televisivos, y
que en agosto del año pasado anunció un proceso de reorganización de contenidos
que ha sido un fracaso frente al crecimiento de las redes sociales y de la
televisión on line.
Al frente de la compañía quedarán sus
dos principales colaboradores: Alfonso de Angoitia, vicepresidente de Finanzas,
y Bernardo Gómez, vicepresidentes de Noticias y Relaciones Gubernamentales, a
quien se le atribuye el cabildeo y la presión política.
Azcárraga Jean se quedará como
presidente del Consejo de Administración de Televisa, creada en 1973 por su padre,
reorganizará la fundación “de caridad” de la empresa y estará al frente del
equipo de futbol soccer América, según la información del rotativo
estadunidense.
La salida de
Azcárraga Jean coincidió con la aprobación este jueves, en comisiones del
Senado de la República, de una reforma a la Ley de Radiodifusión y
Telecomunicaciones que permitirá a los
medios electrónicos vender publicidad que se presente como opinión o
información en programas de espectáculos, en pleno inicio de proceso electoral.
Esta reforma
legal, conocida como Ley Televisa Doring, pretende
también que los derechos de las audiencias disminuyan y que el Instituto
Federal de Telecomunicaciones no tenga facultades para sancionar y que la
autorregulación sea lo más importante en materia de derechos de audiencias.
Antes de
esta renuncia, Televisa tuvo que ceder ante Univisión la dirección de los
contenidos audiovisuales de la empresa que estaban a cargo de José Bastón, el
cuarto integrante del grupo denominado Los Cuatro Fantásticos (Azcárraga Jean,
De Angoitia y Gómez) que tomaron las riendas de la empresa en 1997.
En lugar de
Bastón se nombró al periodista colombiano Isaac Lee, directivo de Univisión, al
frente del área de contenidos. En los últimos meses ha intentado reestructurar
los contenidos audiovisuales sin mucho éxito. Se suspendieron las
“exclusividades”, muchos actores se fueron de la compañía y las telenovelas y
programas de espectáculos perdieron rating frente a su competencia,
especialmente, TV Azteca.
The Wall
Street Journal consideró que la salida de Azcárraga Jean “se produce cuando el
mayor productor mundial de contenidos de programas de televisión en español
lucha contra los desafíos planteados en la era del internet”.
Los jóvenes ya no consumen los
contenidos de espectáculos, telenovelas, informativos y de deportes de Televisa
como antes lo hicieron. Según el Journal, se ha registrado una “caída de
ingresos y rentabilidad de los últimos años”. Los ingresos por venta de
contenidos audiovisuales representan menos del 40% de los beneficios operativos
de la compañía, mientras que hace 10 años representaban el 60% de las ventas y
70% de sus utilidades.
La salida de
Azcárraga Jean coincide también con un periodo intenso de despidos del personal
de Grupo Televisa. Extraoficialmente se calcula que el 20% de los cerca de 18
mil trabajadores del consorcio, incluyendo técnicos, corresponsales, áreas
administrativas y de ventas, han salido de la empresa.
En la última
década, Azcárraga Jean protagonizó una intensa guerra por las
telecomunicaciones con su ex socio y accionista Carlos Slim, el magnate
propietario de América Móvil. La “guerra de las telecomunicaciones” llevó no
sólo al enfrentamiento de Televisa con Telmex sino a polémicas decisiones con
altos costos para la empresa.
Entre esas
decisiones polémicas estuvo la fusión con Grupo Salinas –propietario de su
competidora TV Azteca- para ser socios en la empresa de telefonía móvil
Iusacell. La sociedad fue un fracaso. A los dos años, Grupo Televisa vendió el
50% de su propiedad.
También en
la última década, Azcárraga Jean se enfrentó a sus competidores en televisión
restringida, principalmente a Grupo Dish, de MVS, por el mercado de televisión
vía satélite, que domina Sky, la filial más rentable de la empresa.
Ahora, Azcárraga Jean se retira en el
ocaso del sexenio de Enrique Peña Nieto, el político mexiquense que ascendió a
la presidencia de la República con el apoyo explícito de Televisa, a cambio de
jugosos contratos de publicidad y de prebendas.
Televisa y Peña Nieto comparten ahora
una severa crisis de credibilidad, de confianza y de viabilidad frente a la
sucesión presidencial de 2018.
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