Por Ricardo
Ravelo.
En Bajan
California soplan vientos de cambio. Los
más fuertes aspirantes a la gubernatura y a la presidencia municipal de la
ciudad fronteriza de Tijuana, Jaime Bonilla Valdez y Arturo González Cruz,
respectivamente, dicen estar listos para alzarse como candidatos de Morena y
perfilarse hacia las elecciones del próximo 2 de junio, la primera contienda
electoral de este año.
Después de casi tres décadas de
gobiernos priistas y panistas en esa entidad, sin resultados claros en materia
económica y sobre todo en la inseguridad, principales problemas, la sociedad de
Baja California ya se pronuncia por un cambio en el poder.
En diversos sondeos realizados en el
estadio se da como un hecho que Bonilla y González Cruz tienen todas las
preferencias. El primero ha realizado una carrera meteórica, rápido y
fulgurante su ascenso político.
Es uno de los empresarios más
exitosos en los medios de comunicación. Tras su incorporación a Morena fue
unido candidato al Senado de la República y ganó con amplia ventaja en 2018.
Solicitó licencia para separarse del cargo y el presidente Andrés Manuel López
Obrador, su principal impulsor, lo designó “super-delegado” en Baja California
y desde esa posición prepara su lanzamiento como candidato de Morena al
gobierno del estado. Pocos dudan de que será el ganador.
Tiene todo el respaldo del presidente
y un escenario político más que favorable: el desgobierno de Francisco “Kiko”
Vega ha construido el principal caldo de cultivo que, se asegura, terminará con
casi treinta años de hegemonía panistas en Baja California, donde Ernesto Ruffo
fue el primer gobernador de oposición por una decisión del entonces presidente
Carlos Salinas de Gortari, quien en 1989 quiso pasar va la historia como un
demócrata, aunque en realidad le abrió la puerta al panismo para operar la
alternancia política con sus aliados y no con la izquierda combativa que ya
entonces encabezaban Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo como parte del
Movimiento Democrático Nacional.
El gobierno de “Kiko” Vega arrastra
señalamientos fuertes por presuntos actos de corrupción, tráfico de influencias
y porque, pese a sus promesas, lo pudo pacificar el estado y erradicar la
violencia. Baja California está entre las primeras cinco entidades con los más
altos índices de violencia de alto impacto.
El narcotráfico sigue siendo la
principal fuentes generadora de violencia e inestabilidad. Todos los días ocurren
muertes violentas, la guerra por el control de la plaza está imparable en
colonias populares y principales municipios del estado, cómo Mexicali, donde
operadores del cartel de Tijuana se enfrentan a sus rivales de Sinaloa, Cartel
de Jalisco Nueva Generación y otros grupos que, a base de violencia y
corrupción, buscan controlar el boyante tráfico de droga.
A nivel de las policías y la
procuración de justicia, el gobierno de “Kiko” Vega ha resultado un verdadero
fiasco. Las corporaciones policiacas del estado y las municipales están, sin
excepción, al servicio del crimen.
Existen
casos aberrantes. Recientemente un
empresario denunció actos de extorsión en su contra y acusó ver ello a un grupo
de pseudoperiodistas de Tijuana presuntamente listados al crimen organizado.
Lo que ocurrió fue que más tardó el
empresario en presentar la denuncia y las pruebas que los agentes video
Ministerio Público en pasar copia de todo a la red de extorsionadores que,
según se sabe ahora, operan con la más abierta protección de las autoridades.
Estos hechos encendieron las alarmas
entre el gremio periodístico y ni se diga entre los empresarios, quienes
exigieron castigo para la banda. Hasta el momentos y pese a las denuncias,
todos los implicados están libres.
Las encuestas realizadas hasta la
fecha dan como un hecho que Jaime Bonilla y Arturo González Cruz – aspirantes a
la alcaldía de Tijuana—serán ungidos candidatos de Morena y tienen muy amplias
posibilidades de ganar las elecciones.
Es posible que González Cruz dispute
la alcaldía de Tijuana con Jaime Martínez Veloz, quién se registró como
aspirante también por Morena, y el militar retirados Julián Leyzaola, quien se
registró por el Partido Encuentro Social (PES), aunque no goce de buena fama:
fracasó en la batalla por abatir la inseguridad pública y ha sido acusado de
violar los derechos humanos, así como de presuntos actos de tortura, por lo que
ya es considerado como “ un peligro” si gana las elecciones de junio próximo.
Apenas en
diciembre del año pasado Jorge Álvarez,
subprocurador de Justicia, dijo que aún siguen investigando actos de tortura
que implican a Julián Leyzaola desde que fungió como secretario de Seguridad
Pública de Tijuana.
Los expediente –explicó el
funcionario siguen abiertos bajo el sistema tradicional, se siguen integrando
ya que se trata de casos complejos y precisó que Leyzaola tiene varias
investigaciones abiertas por tortura que siguen vigentes.
Arturo
González Cruz, quién tiene una larga
carrera en el sector empresarial, la docencia y en los temas fronterizos,
asegura que de ser candidato de Morena a la alcaldía de Tijuana y de ganar las
elecciones, enfrentará dos arduas batallas: La inseguridad pública y la
corrupción.
Explicó estos problemas han frenado el crecimiento
en el estadio y particularmente en la ciudad de Tijuana, por ello, dijo, es
urgente un cambio político en la entidad y de eso está convencida la
ciudadanía.
–Nada menor enfrentar estos retos.
— Pero se puede. Las acciones del
presidente López Obrador es un claro ejemplo de que si se puede salir adelante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.