Por Adela
Navarro Bello.
Jaime Bonilla Valdez fue dirigente
estatal de Morena en Baja California, después fue candidato a Senador de la
República, triunfó en la elección de 2018 al surfear la ola electoral del ahora
Presidente Andrés Manuel López Obrador. Después solicitó licencia al cargo de
Senador para venirse de “súper delegado”. Pero en las siguientes semanas,
Bonilla dejará ese cargo para convertirse en el candidato de Morena al Gobierno
del estado de Baja California.
Es en definitiva Jaime Bonilla, un
hombre cercano al Presidente de la República. Al compartir la afición al
béisbol con el Presidente, lo ha llevado a atestiguar juegos en el estadio de
Los Padres en San Diego, California, y ha sido anfitrión y patrocinador del
Presidente en Baja California. Esta cercanía ha llevado a Bonilla a convertirse
en el hombre de AMLO en el noroeste del país.
De ahí que López Obrador lo haya
elegido para ser el candidato a Gobernador en las elecciones locales del 2 de
junio de 2019. Esta iba a ser la única elección estatal a desarrollarse en el
primer año de Gobierno de AMLO, hasta que la mala fortuna y la fatalidad
tocaron a Marta Erika Alonso, quien fue Gobernadora de Puebla y falleció, junto
con su esposo, un asistente de este y los dos pilotos, en un accidente de
helicóptero el 24 de diciembre de 2018.
Se decía que Morena y el Presidente
querrían ganar la primera elección que les tocara en un estado, y Baja
California resultaba más apetitosa políticamente. Una entidad del norte, en la
cual se llevaron carro completo el 1 de julio de 2018, y donde además, el
Partido Acción Nacional ha gobernado durante los últimos treinta años. Con seis
gobernadores azules, han mantenido el poderío político en el Estado 29… hasta
este año, cuando los excesos y el tufo de la corrupción que rodean a Francisco
Vega de Lamadrid, el último Gobernador panista de BC, contribuyen al derrotismo
de la oposición.
Sin embargo Jaime Bonilla tenía un problema. La
siguiente gubernatura de Baja California es transitoria. En 2014 se reformó la
ley para que el periodo a elegirse en esta contienda sea de dos años, con el
fin de empatar las elecciones locales a las federales. Pero en el caso de la
gubernatura, empatarla a las elecciones intermedias federales y no a las
presidenciales.
Así lo planteó no muy pocas veces en
privado el hombre de AMLO en BC. El único problema es que era una gubernatura
de dos años, no de seis.
El tiempo es importante para el
Senador con licencia. Tres años mayor que el presidente, Bonilla cumplirá en
junio próximo 69 años. Aun así, en estas condiciones, de ganar la elección de
junio 2019 como seguros están, Jaime Bonilla será el Gobernador de mayor edad
al tomar posesión como tal. Por otro lado, con la urgencia de confirmar el
triunfo electoral de Morena este 2019, el Presidente López Obrador no le dio
margen a Bonilla para negarse a tomar la candidatura. Nada de esperarse dos
años para ir por la gubernatura de seis. Iría en el 2019 y ya.
Por eso –es evidente- mejor decidieron en el equipo
de Bonilla y Morena, cambiar la Ley. Ante la negativa que tendrían en el
Congreso del Estado, donde en 2014 se reformó la Ley y se establecieron los
periodos de dos años para Gobernador, alcaldes y diputados a partir de la
elección de 2019, dado que la mayoría de los legisladores locales son del
Partido Acción Nacional, y ya habían advertido que no votarían a favor de
ampliar el periodo, los morenistas se fueron al Tribunal Estatal Electoral de
Baja California, donde dos de tres magistrados, cambiaron lo que en el Congreso
determinaron.
Efectivamente, el domingo 24 de
febrero por la noche, los tres magistrados electorales sesionaron para atender
entre dos temas, el de Blanca Estela Favela Dávalos, una aspirante a la
candidatura de Morena al Gobierno de Baja California, sí, a la misma nominación
que ya el Presidente le concedió a Jaime Bonilla.
La abogada
Favela encarna la representación moderna
de la “Juanita”. No necesariamente accederá a un cargo para solicitar licencia
y dejarlo en un hombre, sino que fue ella y no Bonilla, la que inició el
proceso legal para cambiar el periodo de la gubernatura de dos a cinco años,
que finalmente espera gozar Bonilla. En ese contexto, Estela Favela fue sin
duda el instrumento para el cambio, pero no será quien disfrute del mismo (de
hecho el poderío de la campaña de Bonilla Valdez ya se ve en todo el Estado en
pintas y espectaculares, mientras la dama sigue en el bajo perfil
propagandístico).
Esta forma de accionar de Jaime
Bonilla, de cambiar la Ley a su interés personal, de hacerlo a través de un
tercero, de ignorar al Congreso del Estado, es la actitud que aun antes de ser
candidato lo está dibujando plenamente. El capricho por encima del interés
estatal.
La de Baja California no sería la
primera gubernatura de dos años. Ya en el pasado inmediato hubo dos. En
Veracruz Miguel Ángel Yúñez, en Puebla, Antonio Gali, fueron gobernadores por
dos años, precisamente cuando en sus respectivos congresos estatales se adecuó
la ley para empatar las elecciones gubernamentales a las presidenciales de
2018.
Pero en Baja California, los
morenistas no quisieron.
En el caso de Veracruz, hubo quien
como en Baja California Estela Favela, argumentó que un periodo de dos años le
violaba los principios democráticos, pero la Suprema Corte de Justicia de la
Nación resolvió al tiempo que no, que estos estaban a salvo aun cuando el
periodo era menor por razones de ajustar el calendario electoral local al
federal.
En Baja
California, la oposición a Morena
impugnará la decisión del Tribunal Estatal Electoral de ampliar a cinco años el
periodo de dos que se aprobó por mayoría en el Congreso del Estado en el 2014.
Claro que ya no es la mismo Corte del 2016, ni el presidencialismo priísta es
igual al presidencialismo morenista, pero habrá que esperar y ver qué sucede.
Si este fue el camino definitivo de la 4T en BC…
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