México está lejos de
una gobernabilidad democrática, pero muy cerca de tocar fondo, dijo Edgardo
Buscaglia, director del International Law and Economic Development Center. El investigador explicó que el país está
desgastado por un sistema político electoral mafioso y una clase política cien
por ciento corrompida.
El investigador principal en Derecho y Economía en la
Universidad de Columbia en Nueva York, consideró en entrevista con SinEmbargo,
que es el momento de que las
organizaciones civiles mexicanas se articulen y luchen por dos reformas
principales: la electoral y un verdadero sistema anticorrupción en donde las
organizaciones civiles tengan las mismas facultades que la Auditoría Superior
de la Federación (ASF) para revisar a los gobiernos federal, estatal y
municipal.
Sin esos dos pilares
que hoy son ciencia ficción, advirtió, México no saldrá del infierno.
Durante los últimos días, el incremento del precio de los
energéticos, generó decenas de protestas y un repudio generalizado en todos los
estados de la república. Ciudadanos inconformes se han manifestado con el
cierre y toma de carreteras y estaciones de servicio; mientras algunas personas
se han aprovechado de la movilización por el “mega gasolinazo” y han saqueado
tiendas departamentales y de autoservicio.
Para Buscaglia, México
está a punto de tocar fondo, pues sufre de la “incompetencia y corrupción de
sus políticos en todos los sentidos”, por ello, requiere con urgencia un gran
movimiento social que haga resurgir a una nueva clase política.
Recordó que en Argentina y en Colombia surgieron reformas
electorales que permitieron que ciudadanos honestos llegaran al poder. En México, añadió, los políticos honestos
son una excepción. Hoy es el momento de que los líderes sociales se unan y
planteen un movimiento nacional.
“Si se unen todos
esos egos, donde cada uno de ellos quiere ser cacique, para comenzar a reformar
lo que hoy en México es una mafiocracia y no una democracia como debería de
ser. Yo tengo esperanza cuando veo una crisis como esta, de que a partir de
esta crisis empiecen a surgir estos movimientos espontáneos de la sociedad
civil que comienzan a unirse, ante la desesperación”, dijo.
No hay ningún partido
que se salve. Lo mismo ocurre con el Partido Revolucionario Institucional
(PRI), que con el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución
Democrática (PRD) o el de Andrés Manuel López Obrador, Movimiento Regeneración
Nacional (Morena). Todos están en el mismo saco, porque dependen de un “sistema
electoral mafioso”.
“Aquí por la situación internacional de incertidumbre,
debido a la llegada de Donald Trump [Presidente electo de Estados Unidos],
ambos factores hacen que México esté sufriendo una crisis económica cada vez
peor, cada vez más grave, que se agrava aún más debido a la corrupción del
Gobierno federal y estatales mexicanos”, alertó el investigador.
La crisis económica
se suma, explicó, a la de crímenes de lesa humanidad y seguridad que vive el
país desde hace una década, sin que ninguno de los partidos hayan aportado una
solución para salir del “infierno”, pues están ocupados en competir entre sí
bajo reglas electorales “mafiosas”.
“Estas grandes crisis de los países que han salido del
infierno como Italia, como Colombia, como Indonesia, han servido para que la
sociedad se una, y miles y miles de asociaciones
civiles se unan en redes, rodeen a los congresos, a las casas de gobierno y
propongan reformas electorales que permitan que gente honesta como Pedro
Kumamoto [Diputado independiente en Jalisco] llegue al poder. Sin embargo bajo
la ley electoral mafiosa que rige México, hoy todos los partidos están
sometiéndose a esas reglas para llegar al poder, incluyendo al PAN, a López
Obrador, al PRI, al PRD, a todos los partidos. Bajo esas reglas electorales
actuales solamente mafiosos llegan al poder o títeres de mafiosos”, dijo.
– ¿ Qué tiene que hacer la sociedad civil en México para
enfrentar la crisis que vive el país?
–Lo primero que tiene
que hacer una sociedad civil, que fue lo que ha hecho Colombia, Italia y demás
países que han salido del infierno, es desde las calles. No bloquear rutas,
quemar gasolineras y generar violencia, sino que gente que ha salido del
infierno han hecho movimientos de redes de asociaciones civiles con millones de
personas que rodearon a las casas de gobierno y a los congresos con una sola
propuesta de reforma al marco electoral, para que las reglas del juego para
llegar al poder permitan que la gente limpia y honesta de México sí llegue al
poder, no como hoy donde solo mafiosos y títeres de mafiosos llegan a poder,
sin excepción. Cuando yo te hablo de mafiosos y títeres de mafiosos me estoy
refiriendo al 100 por ciento de la clase política mexicana, sin excepción; o
son mafiosos o son títeres de mafiosos.
Esa es la primera reforma madre que va a permitir comenzar a
transitar al principio del fin de esta pesadilla. Las demás reformas, la
judicial, energética, todas deben emanar de un nuevo sistema electoral que
permita que gente honesta llegue al poder, porque hay excepciones de gente
honesta en todos los partidos, en el Gobierno también, son excepciones que son
asediados, amenazados que no pueden hacer nada.
Edgardo Buscaglia
destacó que siempre que un país enfrenta una crisis como la que hoy vive
México, hay una esperanza, de que ésta sea la madre del resurgimiento mexicano.
Sin embargo, alerta, no es fácil pues se requiere de una sociedad unida a
través de un movimiento nacional de miles de organizaciones.
“Sin eso, México seguirá transitando a este abismo en el
cual está siempre a punto de caer y esperemos que no caiga”, precisó el
investigador.
La Reforma Electoral
debe ser la madre del resto de las reformas. Ninguno de los partidos políticos
ha propuesto una reforma que permita establecer las reglas del juego para una
verdadera democracia, apuntó.
“Las reformas para salir de la pesadilla
mexicana están claramente establecidas: son 45 instituciones que México no
tiene. Desde unidades de investigación patrimonial autónomas en cada uno de los
estados trabajando en red, hasta unidades de asociaciones de sociedad civil
auditando a todos los niveles del Estado: presupuestos del Ejecutivo, del poder
judicial, auditorías de la sociedad civil a todas las instituciones que en
otros países, que tienen menos corrupción, han implementado, y que México aún
no logra ni siquiera proponer, porque está regido por un sistema cien por
ciento mafioso. El que diga que no es así, o es un títere de mafiosos o un
mafioso en sí”, afirmó.
– ¿Qué debe contener la Reforma Electoral?
– No hay manera de
negociar 3de3 o reformas anticorrupción con corruptos. Nunca negocias reformas
legislativas antimafia con mafiosos. Nunca negocias reformas anticorrupción con
corruptos. Y es lo que ha intentado hacer la sociedad civil mexicana. Hay que salir
de esto como salieron otros países. Se forma un movimiento nacional de miles de
asociaciones civiles en red, que proponen una reforma electoral clave que
permita que el proceso electoral realmente responda al voto electoral, desde las primarias, desde la confección de
las listas de candidaturas hasta la elección general.
Son tres tipos de
controles patrimoniales a los partidos y a los candidatos en el proceso
electoral que no hoy no existen en México. Hay que aprovechar esta crisis para
que sea la madre de estas reformas que en México no se están proponiendo. Es
ciencia ficción todavía lo que estoy diciendo.
En los países como Italia había grandes figuras de sociedad
civil donde toda esa gente como [Alejandro] Solalinde, gente con un espíritu
como la gente que ha venido proponiendo el marco 3de3 en el Congreso, empezó a
tejer alianzas con el fin de empujar una sola reforma. Pero el modus operandi
para empujarla en los países donde lo lograron, que también pasaron por
periodos de ensayo y error como México o como Colombia, no es sentarse con el Presidente o con los corruptos a negociar la
reforma a oscuritas, como sucedió con la Reforma Anticorrupción. Sino que,
sin violencia en las calles, exigiendo con la prensa nacional e internacional
una reforma electoral que contenga listas de candidaturas abiertas, sujeta a
elecciones primarias, cosa que no existe.
El investigador planteó que en México existen siete u ocho
liderazgos como Javier Sicilia Zardain, escritor y líder del Movimiento por la
Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), y el sacerdote y activista Alejandro
Solalinde Guerra. Ellos, consideró, deben juntarse para exigir la
implementación de una reforma de este tipo.
Además, consideró,
que para llevar a cabo esta exigencia la ciudadanía debe hacerlo a través de
boicots económicos, de una parálisis del sistema político, y no con la
violencia: “Hasta que no se comienzan a implementar esas medidas a través del
Congreso y del Ejecutivo, la sociedad civil no se mueve y sigue en pie”,
especificó.
– ¿Hay una crisis de gobernabilidad en México, con todo lo
que estamos viendo, los saqueos en las tiendas?
–Eso es una señal de que el país está tocando de a poco
fondo, todavía no tocó fondo, pero lamentablemente es un indicador. Sucedió en
Argentina en el 2000, recordarás que los argentinos tuvieron una gran crisis en
donde quemaban almacenes y demás, y eso generó toda una reforma política
conducente.
Esas crisis hay que tomarlas con mucha preocupación porque
existe violencia, pero también como un catalizador de posibles movimientos
sociales unificados con millones de personas que empujan por una sola reforma
madre para partir de ahí y comenzar a limpiar el mercado político. Con la clase
política, con el mercado político que hoy tienen, no puedes tener otro tipo de
leyes que no sean mafiosas, por más que gente honesta y con buena voluntad
quiera pensar diferente.
El investigador afirmó que en México nunca ha tenido gobernabilidad democrática, pues desde la
Revolución Mexicana hasta la década de los 90 sólo hubo una “gobernabilidad
autoritaria” y una “democracia maquillada”.
“Hay que construirla
comenzando con dos pilares fundamentales: un sistema político electoral que
haga que llegue gente honesta, sin compromisos mafiosos ni corruptos al poder,
con tres tipo de controles patrimoniales y con un marco de regulación de la
sociedad civil para que miles y miles de organizaciones civiles comiencen a
auditar. Cuando digo auditar es un térmico técnico en todos los ámbitos del
Estado, desde lo municipal, hasta lo federal”, señaló.
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