Los alcaldes de San Andrés Tuxtla y
el de Acayucan hipotecaron sus administraciones para quedar bien con el hermano
del ex Gobernador, Cecil Duarte de Ochoa, quien se ostentaba como promotor y
representante de la empresa Luminarias de Veracruz (Lumiver), que a últimas
fechas ha sido señalada como empresa fantasma.
El alcalde
electo de San Andrés Tuxtla, para el periodo 2018-2021, Gustavo Pérez Garay, cuestionó públicamente al actual edil del
Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manuel Rosendo Pelayo, por haber
suscrito un contrato con la empresa Lumiver por 36 millones 900 mil pesos, sin
haber llamado a licitación nacional.
En rueda de
prensa en Boca del Río, a las afueras de las supuestas oficinas de Lumiver, en
Zamora 422, dijo que, pese al monto, el
alcalde actual “no hizo licitación directa, y yo quiero saber por qué, o a
quién intentó beneficiar”.
Pérez Garay
denunció que estando en el Congreso Local, en la pasada legislatura, se enteró
del préstamo que pensaba sacar el actual edil para modernizar luminarias de la
ciudad, que primariamente estaba proyectado por 300 millones de pesos, y pudo
intervenir.
“CHENDO”
ENDEUDÓ.
El alcalde Manuel Rosendo Pelayo
finalmente compró la deuda por 78 millones 368 mil pesos en un crédito simple
con la firma Financiera Local, mismo que se signó el 25 de noviembre de 2016.
De ese recurso, acusó el edil electo, se
emplearon 36 millones 900 mil pesos para pagar el contrato con Lumiver para la
entrega y mantenimiento -por 15 años- de 5 mil 400 luminarias.
“Aunque sé que sólo se entregaron 3
mil 300, y muchas no sirve, ni se han reparado, porque la empresa no existe. Es
una empresa fantasma, ya subimos al edificio a constatar, y no hay nada, ni la
conocen.
“Me vine acercar acá para ver de qué
se trataba esta empresa y acá me dicen que no existe” dijo.
En el Congreso local, diputados que
pidieron no mencionar su nombre, indicaron que el nombre de la empresa Lumiver
ha estado ligada siempre a Cecil Duarte de Ochoa, el hermano incómodo de Javier
Duarte de Ochoa,
preso por el saqueo a los recursos públicos, que ya es mencionado
constantemente en el entramado de corrupción, y que ya hay quejas y documentos
que piden investigar esa firma ligada a los Duarte de Veracruz.
Aunque el próximo presidente
Municipal de Los Tuxtlas desconoce si la misma empresa está conectada al
entramado de corrupción de Javier Duarte de Ochoa, comentó que el representante
legal se llama Jaime Eduardo Monge Maldonado.
Monge
Maldonado fungió como líder de la
organización partidista Juventud Dinámica en la ciudad de Tuxpan, la misma
asociación de jóvenes que a nivel estado era encabezada por Cecil Duarte de
Ochoa, dejando en evidencia el vínculo con el hermano del ex mandatario.
Los legisladores consultados indican
que la forma en que operaba Lumiver, era presentarse ante los alcaldes con las
credenciales del hermano del ex Gobernador, para que se solicitaran los
recursos vía préstamos bancarios, y sin licitar, se ordenara la entrega de
contratos millonarios al proveedor para programas de modernización del
alumbrado público.
OTRO EDIL.
Otro presidente municipal que “las
entregó” fue el de Acayucan, Marco Antonio Martínez Amador, así consta en la
Cuenta Pública 2014 del ORFIS contenida en la observación FM-003/2014/001 ADM.
En la misma se indica que Acayucan
contrató deuda por 26 millones 200 mil pesos, a garantía de las participaciones
federales, para “el proyecto de modernización tecnológica e infraestructura a
las mejoras del alumbrado público del Municipio”.
En esa observación se anotó como
inconsistencia que se haya firmado contrato para el pago millonario citado
arriba con Lumiver, “sin las firmas de los participantes”.
Del préstamo solicitado por el alcalde
de Acayucan, en octubre de 2014, le quedan por saldar 18 millones 558 mil
pesos; además, en junio pasados también solicitó 45 millones 388 mil pesos, de
los que salda 7 millones 317 mil pesos.
Tanto en los
ayuntamientos de Acayucan como en el de San Andrés, estos atracos no hubieran sido posibles sin la complicidad y el
silencio del cabildo, en donde ediles hasta de la oposición se subordinaron a
los mandamientos de los presidentes municipales que en unos meses saldrán para
ser recordados como los peores, respectivamente, en sus pueblos.
NO LO
MENCIONAN.
Cecil Duarte de Ochoa, hermano del ex
Gobernador, y uno de los más cercanos, hasta ahora no es mencionado por el
Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares dentro del entramado de empresas
fantasmas.
A principios
de agosto, con motivo de su comparecencia como testigo en la Procuraduría
General de la República (PGR), Yunes
Linares señaló a los familiares de Javier Duarte que se vieron involucrados en
el saqueo, sin ubicar a Cecil Duarte:
“Señalo (ante MP federal) a María
Virginia Jazmín Tubilla Letayf, suegra de Javier Duarte; a Córsica Tubilla
Letayf; a Mónica Ghihan Macías Tubilla; a José Armando Rodríguez Ayache; a
Córsica Alejandra Ramírez Tubilla; a Lucía Letayf Barroso; a Jorge Fernando
Ramírez Tubilla; a Óscar Millet Aguilar Galindo, cuñado de Javier Duarte de
Ochoa, casado con el hermano de Javier Duarte”.
En abril de 2014, Jesús Ramos
Garrido, empresario del transporte, sufrió un secuestro en Xalapa. Días después
le liberaron y en redes sociales comenzó a circular un video en donde se le
mira, presuntamente en manos de sus captores, confesando ser prestanombres del
hermano del ex Gobernador, para quien “trabajo elaborando proyectos para bajar
recursos que ellos se quedan”.
Este mismo empresario, antes de ser
privado de la libertad, había sido denunciado por taxistas que decían que le
habían dado dinero para conseguir placas y concesiones, resultando un fraude.
En junio de 2017, Arturo Bermúdez, en uno de sus testimonios, cerró las tenazas
sobre la vida fraudulenta del hermano de su exjefe, y expuso que, por Órdenes
de Javier, le había entregado a Cecil 100 concesiones de taxis de manera
irregular.
Pese a este historial, Cecil Ochoa de
Duarte no es buscado por las autoridades, y se pasea tranquilamente, al pendiente de la salud de su
hermano, preso en un penal federal.
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