La empresa Coca-Cola FEMSA anunció el
cierre indefinido de sus operaciones en Ciudad Altamirano, Guerrero, debido a
“la ausencia de un Estado de Derecho y la prevalencia de la impunidad que
afecta a la región”.
En un
comunicado, explicó que la medida
aplicará a partir de este viernes 23, tras dos meses de hostigamiento de grupos
delincuenciales hacia sus colaboradores en la entidad gobernada por Héctor
Astudillo.
Según la
empresa, desde enero de este año, los
integrantes del Centro de Distribución de Coca-Cola FEMSA en Ciudad Altamirano
“comenzaron a recibir constantes amenazas y agresiones por parte del crimen
organizado, así como afectaciones a las instalaciones de la empresa”.
El cierre de las operaciones
continuó, fue tomada “anteponiendo la seguridad de más de 160 colaboradores que
laboran en el Centro de Distribución. La falta de condiciones necesarias para
operar de manera eficiente y segura en esta zona del estado de Guerrero, así
como la reciente agresión injustificada hacia uno de nuestros colaboradores,
llevó a la empresa a tomar esta decisión”.
La refresquera rechazó “enérgicamente
toda acción de violencia en contra de sus colaboradores, familias y comunidades
donde opera”. Al mismo tiempo, lamentó “profundamente que la ausencia de un
estado de derecho y la prevalencia de la impunidad que afecta a la región”, la obligue a detener sus labores en
una zona donde ha tenido presencia por más de 40 años.
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