Por Mathieu
Tourliere.
El
gobierno federal adjudicó el primer contrato de construcción del Tren Maya al
consorcio encabezado por la empresa paraestatal china China Communications
Construction Company Ltd y la portuguesa Mota-Engil – por un monto total de 15 mil 538 millones de
pesos.
Según el
acta del fallo, presentado hoy por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo
(Fonatur), la propuesta de las empresas china y portuguesa fue la más
económica de las cotizaciones técnicamente solventes presentadas, entre ellas
las cotizaciones de los consorcios encabezados por empresas de los
multimillonarios mexicanos Carlos Slim Helú, Carlos Hank Rhon, David Peñaloza
Alanis, o de la constructora ICA.
Durante el
sexenio de Peña Nieto, Mota-Engil, la constructora portuguesa presidida por
Carlos Filipe Dos Santos Martin, operó en México de la mano con el empresario
José Miguel Bejos, personaje muy cercano al expresidente, al que incluso le
rentó una casa durante el periodo de transición.
La
administración priista otorgó contratos públicos por más de 19 mil millones de
pesos a Mota-Engil, entre ellas concesiones carreteras.
En esta
administración, Mota-Engil pactó una alianza con Fonatur para un megaproyecto
turístico en la Riviera Nayarit: en febrero de 2019, el grupo anunció que
invertiría en Costa Canuva, en sociedad con el Fonatur, para construir dos
hoteles grandes –un Fairmont de 250 habitaciones y un Ritz Carlton Reserve de
110 habitaciones–, así como dos hoteles de ultralujo, 30 lotes de condominios y
80 lotes unifamiliares.
Regreso de
China.
La
adjudicación anunciada hoy marca también el regreso del gobierno de China en
el sector ferrocarrilero mexicano, cinco años después de la vergonzosa
cancelación del Tren México-Querétaro.
Esta
cancelación fue decidida por el gobierno de Enrique Peña Nieto días antes que el equipo de
investigación de Carmen Aristegui revelara el escándalo de la Casa Blanca, cuyo
protagonista, Juan Armando Hinojosa Cantú, figuraba en el consorcio encabezado
por la China Railways Construction Corporation que había ganado el contrato
multimillonario del tren.
El
Fonatur indicó que el próximo 30 de abril se firmará el contrato del Tren Maya,
que ampara la construcción del primer tramo del megaproyecto –el cual
supuestamente unirá las estaciones de Palenque, en Chiapas, a Escárcega, en
Campeche–; y la dependencia otorgará al consocio un anticipo de 939 millones
904 mil pesos.
Aparte de
las empresas china y portuguesa, dos empresas constructoras mexicanas
participan en el consorcio: Eyasa, S. de R.L. de C.V., que pertenece al
empresario veracruzano Julio Enrique García Martínez –presidente de la Cámara
Mexicana de la Industria de la Construcción ahí–, así como la empresa Gavil
Ingeniería, S.A. de C.V., y Grupo Cosh, S.A. de C.V., cuyos socios son los
hermanos Miguel Ángel y Jorge Alfredo Sierra Von Roerich y Silvia Patricia
Sequelis Taboada.
Arranque en
mayo.
El Tren
Maya forma parte de los proyectos de mayor importancia para el presidente
Andrés Manuel López Obrador, quien exentó el megaproyecto de la aplicación de
las suspensiones de actividades decretada en la emergencia sanitaria por la
pandemia de covid-19; las primeras obras deberían empezar a principios de mayo,
cuando se espera el punto más alto de infecciones por el coronavirus.
Apenas el
martes pasado, 194 de las principales organizaciones del país urgieron el
mandatario a suspender el Tren Maya durante la pandemia, ya sea porque
expondría los trabajadores al coronavirus, pero también porque los sistemas de
justicia y de transparencia no operan con normalidad, lo que hace imposible a
las comunidades opositoras al megaproyecto defender sus derechos y a obtener
información.
En un
principio, el megaproyecto del Tren Maya se iba a financiar por la iniciativa
privada, pero finalmente el gobierno federal aportará el 100% de los cerca de
150 mil millones de pesos que se proyectan para el costo del proyecto. La
explicación oficial es que López Obrador no quería generar deudas a largo
plazo.
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