Por cuarta vez consecutiva, el Banco de México (Banxico)
recortó su pronóstico de crecimiento económico para México en 2017 a un rango
de entre 1.3 y 2.3 por ciento, desde un previo de 1.5 y 2.5 por ciento que
mantenía en su informe anterior.
Para 2018, el intervalo de pronóstico se ajustó de entre 2.2
y 3.2 por ciento a 1.7 y 2.7 por ciento.
El pronóstico inicial
del Banxico para este año, realizado el 4 de noviembre de 2015, era de un rango
de entre 3 y 4 por ciento. Luego lo
redujo en marzo de 2016 a 2 desde un previo de 3 por ciento. La tercera
revisión a la baja fue en noviembre del año pasado a 1.5 desde 2.5 por ciento.
Los riesgos para la economía mexicana en este 2017, de
acuerdo a Banxico, es que se cancelen, pospongan o limiten planes de inversión
en el país debido a la incertidumbres del TLCAN, medidas fiscales en EU y que éste implemente una política comercial o fiscal
proteccionista.
Además: la posibilidad de revisión de la calificación
crediticia a México lo que afectaría la inversión, la incertidumbre en la relaciones bilaterales
México. Estados Unidos lo que podría afectar los flujos de remesas “y no se
puede descartar que haya mayor volatilidad en los mercados financieros
internacional sobre todo en un entorno en el que la Reserva Federal (FED)
continuará con incremento sus tasas de interés”, dijo Cartens.
Ante el panorama adverso, el Gobernador de Banxico resaltó
que es necesario elevar la competitividad de México, lo que tendrá un efecto
positivo en la oferta agregada y crecimiento económico, diversificar mercados,
pero -resaltó- principalmente mejorar la
seguridad en el país.
“…y tenemos que
ponerle atención y meterle más energía en la procuración del estado de derecho
lo que haría más atractiva la inversión en el país, sobre todo en momento de
que cierta incertidumbre afectaría la inversión en sentido inversos”, dijo
El lunes pasado el
Secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, reconoció que el
crecimiento será menor al estimado en el Presupuesto económico, de un punto
medio de 2.5 por ciento.
En cuanto a la inflación, para este año esperan que se sitúe
por “encima de la cota superior del intervalo de variabilidad asociado al
objetivo del Banco de México, si bien se espera que durante los últimos meses
de ese año retome una tendencia convergente hacia la meta y que se ubique cerca
de 3 por ciento al cierre de 2018. Así, se prevé que la inflación durante el
año en curso se vea afectada de manera temporal tanto por cambios en precios
relativos de las mercancías respecto de los correspondientes a los servicios
derivados de la depreciación que ha tenido el tipo de cambio real, como por el
impacto transitorio” informó.
La encuesta de enero de 2017, analistas consultados por
Banxico esperan un bajo crecimiento económico pues por segunda vez consecutiva,
las expectativas para el producto Interno Bruto (PIB) se mantuvieron por debajo
del 2 por ciento, al ubicarse en 1.49 por ciento, desde un previo de 1.60 por
ciento; mientras que para 2018 los analistas consideran que estará en 2.17,
menor al 2.28 previsto en la encuesta de diciembre.
En días anteriores,
la calificadora Moody’s indicó que si se cancela o se renegocia el Tratado de
Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las exportaciones del país caerían
de entre 5 y 25 por ciento, y el país se contraería entre -1 y -3 por ciento.
Economistas
consultados afirmaron que actualmente la economía ya presenta un crecimiento
para atrás, por lo que una recesión encarecería la vida y generaría desempleo,
lo cual está relacionado con mayor inseguridad. También pegaría en los precios de la canasta
básica, el aumento al salario mínimo se vería truncado y no habría oportunidad
de emprender negocios.
Ante el panorama previsto por la calificadora, los analistas urgieron al Banco de México
(Banxico) a mirar hacia casa y modificar su Ley orgánica para adoptar una
política monetaria muy parecida a la que tiene Estados Unidos, donde además del
criterio de la inflación, actualmente en México de 4.71 por ciento, considere
el crecimiento económico y el empleo.
Respecto a la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) llamaron a una política real de
austeridad en el gasto público, sobre todo en salarios y compensaciones
garantizadas de la burocracia, y recaudar impuestos a empresas grandes.
“Estamos en un
sexenio donde lo que menos ha sucedido es la austeridad a nivel Gobierno.
El presupuesto base cero no se recortó de fondo. Si se analiza, recortaron
programas cuyos recursos eran mínimos. El
punto no es ir contra la política social, sino ajustar salarios y
compensaciones garantizadas de la burocracia”, afirmó el investigador Ángel
Olvera, del Tecnológico de Monterrey.
El académico Miguel Reyes añadió que Hacienda necesita
fortalecer el mercado interno mediante el gasto e ingreso.
“La política fiscal
debe ser progresiva en el sector empresarial, es decir, que no paguen más
impuestos las pequeñas y medianas empresas que las grandes, así como disminuir
los 4 mil programas sociales y compactar los eficientes”, dijo.
Moody’s México expuso que el gasto público se ha reducido en
términos reales, por lo que si las autoridades financieras alcanzan la
consolidación fiscal, la deuda bajaría a 38 por ciento del PIB.
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