Por Linaloe
R. Flores.
De julio a noviembre de 2018, el
entonces Gobierno de Enrique Peña Nieto gastó por lo menos 2 mil 277 millones 605
mil pesos en la difusión de sus supuestos logros en materia social y la
promoción de los 12 mensajes con los que el ex Presidente se despidió de los
mexicanos y en los que sostuvo que entregaba “un México mucho mejor” que el de
seis años antes.
En esta
última erogación del Gobierno peñanietista,
las empresas más beneficiadas fueron Televisa de Emilio Azcárraga Jean con 522
millones 993 mil 46 pesos y TV Azteca de Ricardo Salinas Pliego con 383
millones 261 mil 147 pesos. En el caso de este último consorcio, no sólo sus
canales televisivos transmitieron “las conquistas” de la administración que en
esos meses decía adiós; también lo hicieron las pantallas que el Banco Azteca
tiene instaladas en sus sucursales como repetidoras de anuncios.
La
publicidad oficial de los últimos días peñanietistas alcanzó hasta a los
lectores de espectáculos. La revista TV
Notas de la editorial Notmusa fue escaparate de la campaña del 90 Aniversario
de la Policía Federal. Recibió 315 mil 668 pesos por un contrato con vigencia del
24 de julio al 30 de septiembre.
Lo anterior quedó plasmado en 674
contratos publicados en Compranet y revisados por SinEmbargo. Se trata de uno
de los gastos del gobierno de Enrique Peña Nieto en su último tramo, cuando
había concluido el proceso electoral que llevó a Andrés Manuel López Obrador a
la Presidencia y se preparaba la entrega de la administración.
Apenas en
abril, el Senado de la República había aprobado la controvertida Ley General de
Comunicación Social que un grupo de organizaciones no gubernamentales como
Artículo 19 y Fundar impugnaron al considerar que incentivaría el uso
proselitista de la publicidad oficial, además del gasto discrecional y
excesivo.
Para
entonces, el Gobierno federal había
gastado más de 46 mil millones de pesos en medios, 71 por ciento más de lo que
le había aprobado el Congreso, de acuerdo con un estudio de Fundar. Ello
significaba un gasto de 24 mil 800 millones de pesos al día o un millón de
pesos por hora.
Pero ni los cuestionamientos por el
exceso ni la poca efectividad de las campañas reflejada en la baja aceptación
del ex Presidente hicieron que este flujo de dinero se detuviera. En los
últimos meses del sexenio, el esquema continuó intacto, como al principio:
millones de pesos fueron destinados a difundir las campañas del Gobierno
federal.
Así, pantallas, periódicos y revistas
reprodujeron los spots del Sexto Informe de Gobierno, los logros de los
programas de la Secretaría de Desarrollo Social (antes Sedesol, hoy de
Bienestar), así como las campañas “Protección de los Océanos” de la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Contingente-2018 (“No te
distraigas) de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la
prevención de la obesidad y el sobrepeso, así como del embarazo, de la
Secretaría de Salud (SSA).
EL ADIÓS DE
PEÑA NIETO.
En los días
posteriores a las elecciones que llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la
Presidencia de la República, desde el
gobierno se elaboró una campaña cuya rúbrica fue el Sexto Informe de Gobierno.
Enrique Peña Nieto, el hombre que gobernó México de 2012 a 2018, se sentó
frente a una cámara en el despacho presidencial de la ex residencia oficial de
Los Pinos y grabó doce mensajes de dos minutos cada uno, dirigidos a los
mexicanos.
En ellos, sostuvo que pese a no haber
alcanzado algunos de los objetivos planteados al inicio de su gestión, “el
México” que iba a entregar era “mucho mejor” (había dos millones de nuevos
pobres), exaltó las reformas estructurales promulgadas en su Gobierno, dijo que
la visita de Donald Trump a México fue positiva, ratificó “la verdad histórica”
sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa (hoy ha sido
derrumbada y la investigación se ha reiniciado), se adjudicó la creación de un
Sistema Nacional Anticorrupción (hoy no existe) y respecto al escándalo de la
Casa Blanca, reconoció: “nunca debí permitir que mi esposa diera esa
explicación porque yo era el que tenía la responsabilidad” (hoy está
divorciado).
Sólo la
difusión de la despedida de Peña Nieto
costó 165 millones 620 mil 314 pesos, una cantidad de la que Televisa tuvo 74
millones 134 mil 931 pesos y TV Azteca, 56 millones 896 mil 551 pesos. Los dos
contratos fueron otorgados por Adjudicación Directa. Otros medios que
obtuvieron ingresos con la difusión de estos mensajes fueron Núcleo Radio Mil
con un millón 724 mil 137 pesos con 93 centavos, MVS NET con un millón 571 mi
441 pesos con 93 centavos y Stereo Rey México con un millón 487 mil 367 pesos
con 24 centavos.
Aunque se
trataba del sexto y último Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto, la erogación no la hizo la Oficina de la
Presidencia, ni la Secretaría de Gobernación, el despacho encargado de la
política interior del país. El gasto corrió a cargo del Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS), dirigido en ese momento por Tuffic Miguel Ortega. El
monto destinado a la promoción de los “Peña spots” habría alcanzado para
adquirir tres mil 312 camas para el instituto que padece una crisis por
insuficiencia en su infraestructura.
¿PARA QUÉ
DIFUNDIR EL DESARROLLO SOCIAL?
En el último
tramo del gobierno peñanietista, la promoción de las estancias infantiles, los
comedores comunitarios y los proyectos productivos del programa Prospera a
través de la Secretaría de Desarrollo Social (hoy del Bienestar) generó 45 contratos por 238 millones 793
mil 94 pesos. En este ámbito, también ganaron las televisoras. Televisa se
llevó 68 millones 965 mil 517 y Estudios Azteca tuvo 51 millones 724 mil 137.
Luego, aparece el periódico El Universal con 13 millones 793 mil 103.
Si se estima
lo que estaba por ocurrir en el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ese dinero gastado en los últimos meses de
la administración anterior no tuvo ningún impacto.
En la
conferencia de prensa de la mañana del 13 de marzo, el Presidente anunció que se propone una limpia de programas sociales
vinculados a corrupción y desvío de recursos de gobiernos anteriores porque
posee informes de que el dinero no estaba dirigido a las personas con bajos
recursos, sino que se quedaba entre funcionarios.
“Cuando se habla de estancias
infantiles, de personas con discapacidad, de comedores comunitarios, se piensa
que eran programas muy buenos y que … ¿Cómo van a desaparecer? Pues se va a
demostrar que había, cuando menos, irregularidades y desviaciones, y no se
ayudaba realmente a la gente”, dijo.
HASTA PARA
ALERTAR POR LA LLUVIA
Pese a los
tiempos oficiales, según el marco jurídico de la Dirección General de Radio,
Televisión y Cinematografía, la Segob,
en ese momento a cargo de Alfonso Navarrete Prida, pagó por difundir en las
pantallas televisivas la campaña que denominó “Temporada de lluvias e
inundaciones” del 15 de septiembre al 13 de noviembre. Por esta campaña, la
dependencia le pagó 21 millones 551 mil 99 pesos a Grupo Radio Centro.
En cuanto a
la Secretaría de Salud, a cargo de José Narro Robles, el gobierno peñanietista lanzó en esos días dos campañas. Una fue para
prevenir la obesidad, el sobrepeso y la diabetes y costó 422 millones de pesos.
Los contratos mayores los tuvieron
Operadora Mexicana de Televisión (casi 19 millones de pesos), Organización
Editorial Mexicana (18 millones de pesos) y Medios Masivos Mexicanos (18
millones 372 mil 558 pesos).
La otra
campaña fue “Prevención del embarazo no planeado e infecciones de transmisión
sexual en adolescentes” le significó 22 millones 844 mil 827 pesos a GIM
Televisión Nacional y 17 millones 241 mil 379 pesos a Estudios Azteca.
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