Por Juan
Carlos Cruz Vargas.
El Banco de
México (Banxico) decidió mantener sin
cambios la Tasa de Interés Interbancaria, ubicada en 8.25%.
Aunque el
banco central reconoció que las
condiciones favorables que han prevalecido en los mercados financieros
internacionales han contribuido a un buen desempeño de los activos financieros
en México, también alertó que la degradación y baja en las calificaciones de Petróleos
Mexicanos (Pemex) provocó que los activos nacionales coticen con una prima de
riesgo adicional.
“No obstante, algunos factores de riesgo e incertidumbre asociados a la economía
mexicana han implicado que los activos nacionales coticen con un descuento o
prima de riesgo adicional. Entre dichos factores destacan los vinculados a la
calificación crediticia de Pemex, e incluso a la deuda soberana del país”,
señaló en su comunicado sobre el Anuncio de Política Monetaria.
Añadió: “El entorno actual sigue presentando
importantes riesgos de mediano y largo plazos que pudieran afectar las
condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso
de formación de precios en la economía”.
En este
sentido, recomendó al gobierno de Andrés
Manuel López Obrador impulsar la adopción de medidas que propicien un ambiente
de confianza y certidumbre para la inversión, además de una mayor
productividad, y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas.
“En este contexto, es particularmente
relevante que se cumplan las metas fiscales del Paquete Económico para 2019.
Asimismo, es indispensable fortalecer el estado de derecho y abatir la
corrupción”,
detalló.
Reprocha
aumento en salarios.
Por otra
parte, el banco central destacó que
entre enero y la primera quincena de marzo, la inflación general disminuyó de
4.37% a 3.95%, y destacó que las expectativas para el Índice Nacional de
Precios al Consumidor (INPC) se encuentran dentro del rango propuesto, que es
de 3% (+/- un punto porcentual), aunque existen algunos riesgos como los
siguientes:
En primer
término, la posibilidad de que la
cotización de la moneda nacional se vea presionada por factores externos o
internos.
Y al
respecto aclaró que “si la economía
requiere un ajuste, ya sea del tipo de cambio real o en las tasas de interés de
mediano y largo plazos, el Banco de México contribuirá a que dichos ajustes ocurran
de manera ordenada, buscando evitar efectos de segundo orden sobre la formación
de precios”.
La inflación también se podría ver
afectada en caso de que se observen mayores presiones sobre los precios de los
energéticos o de los productos agropecuarios, o si se presenta un escalamiento
de medidas proteccionistas y compensatorias a nivel global, o en caso de que se
deterioren las finanzas públicas.
Adicionalmente,
dada la magnitud de los aumentos en el
salario mínimo, además de su posible impacto directo, el banco central señaló
que se enfrenta el riesgo de que estos propicien revisiones salariales que
rebasen las ganancias en productividad y generen presiones de costos, con
afectaciones en el empleo formal y en los precios.
“Para elevar de manera sostenida el
poder adquisitivo de los salarios es necesario considerar el papel de otras
políticas públicas, en particular, fomentar la competencia en aquellos sectores
de bienes y servicios con una participación elevada en la canasta de consumo de
los segmentos de la población de menores ingresos”, acotó el Banxico.
En este
contexto, adelantó que ante la presencia
y posible persistencia de factores que por su naturaleza impliquen un riesgo
para la inflación y sus expectativas, “la política monetaria se ajustará de
manera oportuna y firme para lograr la convergencia de ésta a su objetivo de
3%, así como para fortalecer el anclaje de las expectativas de inflación de
mediano y largo plazos para que alcancen dicha meta”.
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