En una carta
pública, Othón Muñoz Bravo, “El
Cachetes”, negó ser huachicolero y aseguró que fue detenido “por una
confusión”, el pasado 20 de agosto de 2017; señaló también que por las
violaciones de derechos humanos de las que fue objeto él y su familia, ya se
encuentra dado de alta en el Registro Nacional de Víctimas (Renavi).
La carta fue
publicada a través de su cuenta de Twitter con el siguiente mensaje: “¡Ya basta! ¿Quieren conocer mi verdad?”.
Adjuntó al tuit la carta pública y el documento de la Comisión Ejecutiva de
Atención a Víctimas que data del 31 de mayo del 2018. El documento confirma que
Muñoz Bravo fue registrado en la última etapa del Gobierno de Enrique Peña
Nieto como Presidente de la República.
@OthonMunoz
Ya basta!!!!! Quieren conocer mi verdad ?
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El
empresario gasolinero afirmó en la carta
que no tiene ninguna injerencia ni negocios ilícitos relacionados con el robo
de hidrocarburo, y que mucho menos le apodan “El Cachetes”.
“Por tal motivo, les reitero y
aclaro, no soy un líder huachicolero y ni me apodan ‘El Cachetes’”, aseguró Muñoz Bravo.
Además, el
empresario deslindó a los elementos de
la Secretaría de Marina-Armada de México del operativo del 20 de agosto del
2017 y culpó a la Fiscalía General del Estado por el error en la detención.
“[…] La Fiscalía General del Estado
de Puebla cambió mi vida y la de mi familia en razón de que fui confundido por
un supuesto líder ‘HUACHICOLERO’, por lo que aclaro que nunca he sido
investigado y mucho menos puesto a disposición de las autoridades por venta
ilegal de combustible […] De igual forma es necesario puntualizar que durante
dicho operativo estuvieron presentes elementos de la Secretaría de la Marina,
sin embargo, nunca intervinieron como lo mencionan algunas notas periodísticas
y no existe ningún documento oficial que lo demuestre”, dice en el documento.
Como PÁGINA
NEGRA informó, fue el entonces
Gobernador Antonio Gali Fayad quien señaló a Muñoz Bravo cuando fue detenido en
la zona residencial de El Secreto, en Lomas de Angelópolis.
Muñoz Bravo fue asegurado alrededor
de las 3:30 de la madrugada en la casa número 51 de la calle Montenegro. Al
momento de su detención se le decomisaron drogas y armas.
El
empresario señalado como presunto líder
huachicolero fue sentenciado a tres años con 10 meses de prisión por posesión
de arma de fuego, después de que pactó con la Fiscalía General de la República
(FGR) aceptar los cargos y un proceso abreviado.
A Muñoz Bravo jamás se le iniciaron
cargos por robo de hidrocarburo, y según informó el diario Reforma, gracias a
la negociación que ocurrió a finales de la administración de Enrique Peña
Nieto.
EL CAMINO DE
MUÑOZ BRAVO.
Hace más de 10 años Othón Muñoz
Bravo, “El Cachetes”, fue pionero en la extracción del hidrocarburo en Veracruz
y entregó a Los Zetas su presunto negocio ilícito luego de haber sido
extorsionado y por temor a que lo asesinaran. Él, junto con su hermano Rodrigo,
migraron a Puebla durante el sexenio de Mario Marín Torres y fueron acogidos
desde entonces por las familias en el poder.
Othón Muñoz Bravo y su hermano,
originarios de la población de Cuitláhuac, Veracruz, fueron de los primeros en
empezar con el robo de hidrocarburo desde Córdoba hasta el puerto, según
publicó ayer el periodista Alfonso Ponce de León en su columna “Porque los muertos
corren rápido”, de Intolerancia Diario.
De acuerdo
con información de Inteligencia federal obtenida por Periódico Central, entre 2006 y 2007 los Zetas comenzaron a
controlar la región entre Córdoba, La Tinaja, Cardel y el puerto de Veracruz.
En esa zona la familia Muñoz Bravo mantenía el negocio del robo de
hidrocarburo; para el 2008 debido a la cantidad de dinero que se manejaba
fueron víctimas de extorsión por parte de dicho cártel, quienes amenazaron a
los hermanos con levantones y secuestros.
Los Zetas les exigieron derecho de
piso, por lo que los hermanos Muñoz Bravo entregaban parte de sus ganancias por
robo de hidrocarburo. Ambos supieron advertir que la zona se convertiría en un
espacio peleado por otros cárteles que buscarían el control de los ductos.
COBIJADOS EN
SEXENIO DE MARÍN.
Según información de fuentes
federales entregadas a Periódico Central, Rodrigo y Othón prefirieron dejar el
negocio a Los Zetas y optaron por usar Puebla como ciudad santuario a donde
trasladaron a sus familias. Incluso en esa época lograron acceder a los
círculos sociales de alto nivel.
El entonces
Gobernador Mario Marín Torres los cobijó
e hicieron negocios con el grupo en el poder, así que extendieron sus negocios
a la capital poblana. Esto les sirvió para lavar el dinero que por años
obtuvieron del huachicol en Veracruz.
Tanto Othón como Rodrigo mantuvieron
intermitentes sus estadías entre Puebla y Veracruz. Para lavar el dinero del
huachicol compraron el rancho que poseen en el fraccionamiento “Haras del Bosque”,
así como varios ejemplares de caballos. Además se hicieron de más propiedades e
invirtieron en inmobiliarias y gasolineras en Puebla.
Para cuando Othón decidió apartarse del
negocio, su hermano Rodrigo se quedó a cargo en Veracruz, donde se presumía
como uno de los más fuertes empresarios ganaderos y además de que despachaba en
“La Bendición”, un hotel y restaurante cercano a la región de Tierra Blanca.
Después de entregar la plaza a Los
Zetas, a partir del 2014 este grupo entró en confrontación con el Cártel
Jalisco Nueva Generación por los ductos.
Las fuentes consultadas refieren que
esta zona, que antes controlaban los Muñoz Bravo y después les fue arrebatada
por Los Zetas, fue peleada entre 2014 y 2016 para pasar finalmente a manos del
Cartel Jalisco Nueva Generación.
Aunque el periódico Reforma publicó este día una
foto de “El Cachetes” con el ex Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, en
una cabalgata en Tamaulipas, el nexo fue negado por el panista, quien señaló
que fue una foto casual.
EL ASESINATO
DE SU HERMANO.
Rodrigo Muñoz Bravo, el hermano de
Othón, fue asesinado el 2 de mayo del 2017 en Veracruz, en el municipio de
Acatlán de Pérez Figueroa. Se desconoce si el homicidio ocurrió porque los
vinculaban con el grupo de Los Zetas.
Rodrigo fue levantado en el camino La Tinaja-Tierra
Blanca junto con Octavio Echeverri Hidalgo, su escolta de nacionalidad
colombiana. Según testigos fueron secuestrados por un grupo armado que viajaba
en dos camionetas, una Ford Eco Sport y una Dodge Journey.
Tanto Rodrigo como su escolta fueron
amagados y llevados a la parte trasera de la camioneta propiedad del
empresario, una Toyota Tacoma color blanco. Ambos fueron asfixiados y
presentaban huellas de tortura. Sus cuerpos fueron hallados amagados con
cuerdas de plástico azul en el mismo camino donde fueron levantados.
Poco antes
del homicidio, el Semanario Zeta publicó
que ambos hermanos todavía mantenían el control de ductos en la región. Con la
muerte de Rodrigo, Othón tomó el control total de los negocios desde el mes de
mayo del 2016.
La madrugada del 20 de agosto
efectivos de la Marina entraron a la residencia número 51 de la calle
Montenegro en El Secreto, un cluster de Lomas de Angelópolis, ahí se encontraba
Muñoz Bravo quien presentó como “un empresario del ramo gasolinero”.
Además fueron cateadas dos propiedades más, su
rancho en Haras del Bosque y una casa más en el fraccionamiento El Cristo en
Atlixco. Dentro de las tres propiedades fueron encontradas armas de grueso
calibre y rifles de asalto así como camionetas blindadas y drogas.
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