Enrique
Quintana.
Con el mes
de abril empiezan los datos del terror. Se trata tanto de cifras en materia de
salud como de información económica.
De las
primeras, hay que señalar que todo indica que el día de hoy, 2 de abril,
llegaremos al millón de casos de Covid-19 en el mundo.
El 6 de
marzo, hace menos de un mes, estábamos en 100 mil. Rebasamos los 200 mil 12
días después, el 18 de marzo. Los 300 mil se alcanzaron apenas tres días
adelante, el 21 de marzo. Pasaron otros tres días y el 24 de marzo llegamos a
400 mil. Los 500 mil se alcanzaron dos días después, el 26 de marzo y los 600 mil
llegaron el 28 de marzo. Apenas un día después llegamos a 700 mil y el umbral
de los 800 mil fue alcanzado el 31 de marzo. Ayer, 1 de abril, alcanzamos los
900 mil.
Hoy habrá
más de un millón de casos registrados y llegaremos también a la cifra de 50 mil
muertos.
En los
próximos días, se adicionarán probablemente más de 100 mil nuevos casos cada
día.
La ONU ya
refirió que estamos frente al mayor desafío que haya tenido el mundo desde la
Segunda Guerra Mundial.
Y, con todo
y esto, es increíble que haya personas que señalen que todo esto es una
exageración.
En México
hoy tenemos mil 378 casos y 37 fallecidos. Más allá de que pueda existir una
subestimación en estas cifras, la realidad es que apenas estamos entrando en la
fase más crítica.
Ojalá sea de
cuatro semanas, como refirió la autoridad, pero sabemos que bien podrían ser
más y que enfrentaremos una crisis sin precedentes en la que hay riesgo de que
se colapse el sistema hospitalario.
Pero, además
de las cifras en materia de salud, también enfrentamos un desastre económico en
el mundo.
Ya hay
algunas cifras de China, el primer país afectado. El valor agregado de la
industria cayó 13.5 por ciento en febrero. La inversión retrocedió en ese mes
en 24.5 por ciento y sus exportaciones, vitales para el mundo entero, cayeron
en 17.2 por ciento.
Todo indica
que China logró que su recesión fuera profunda, pero con un rebote muy rápido.
Por ejemplo, el indicador de pedidos manufactureros de febrero cayó 31 por
ciento, pero se recuperó en 45 por ciento en marzo y quedó al mismo nivel que
enero.
Me temo, sin
embargo, que China va a ser el único país capaz de tener esta recesión en ‘V’.
En Estados
Unidos, por ejemplo, las cosas no se ven nada sencillas. Ayer se dio a conocer
el índice de pedidos manufactureros, que ya ubica a la industria de Estados Unidos
en zona de contracción, colocándose en su nivel más bajo desde 2009.
Las
solicitudes de apoyo por desempleo crecieron la semana pasada en más de 10
veces y alcanzaron un récord histórico.
En México,
el indicador de pedidos de la manufactura llegó en marzo a su nivel más bajo
desde 2009.
Hoy se darán
a conocer las cifras de ventas de autos en marzo y se espera que el desplome
sea inédito, de infarto.
Vamos a
tener que acostumbrarnos a que las cifras que se van a ir revelando en los
siguientes días van a corresponder a la peor crisis económica de los tiempos
modernos.
Ojalá que
las de terror en nuestro país sean solo las cifras económicas y no las de
salud.
Sin embargo,
me temo que las inconsistencias en el mensaje oficial y la percepción de algunos
de que la crisis sanitaria es una exageración podrían producir en nuestro país
un problema de salud que aún ni siquiera atisbamos.
Le reitero
lo que le he dicho hasta el cansancio: ojalá esté equivocado.
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