Concesionarios del transporte público
decidieron suspender el servicio en el puerto de Acapulco la mañana del
miércoles 4, aún en el periodo vacacional, para denunciar públicamente las
amenazas de muerte, homicidios y extorsiones de la delincuencia organizada.
En
respuesta, cerca de la 3 de la tarde un
grupo armado interceptó un camión urbano de la ruta Caleta-Base Naval, en plena
avenida Costera Miguel Alemán, obligó a los pasajeros a descender e incendió la
unidad frente a decenas de testigos, indican reportes oficiales.
En el lugar,
los sicarios dejaron una cartulina con el mensaje: “Ya estamos aquí Capuchino, deja de matar taxistas inocentes venimos
por ustedes” (sic), en referencia al líder de una de las bandas que se disputa
el control de los negocios ilícitos en el principal destino turístico de la
entidad.
Los concesionarios del servicio
público, en su mayoría políticos del PRI, manifestaron mediante el paro –que
duró más de tres horas– su hartazgo ante la extrema violencia que afecta sus
actividades, así como las ejecuciones de transportistas y cobro de cuotas por
parte de la delincuencia.
El
presidente del Bloque 1 de camiones urbanos, Jesús Catalán Martínez, afirmó que
la medida se tomó en protesta porque “a diario hay amenazas y extorsiones” e
hizo un llamado al gobernador priista Héctor Astudillo Flores para que resuelva
la inseguridad que tiene asfixiada a la sociedad porteña.
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