Por Ezequiel
Flores Contreras.
El Consejo de la Judicatura del Poder
Judicial en la entidad, benefició a esposas, hijos y sobrinos de magistrados
con plazas de juez de control y ejecución penal.
El pasado
miércoles 20, en el portal oficial TSJ,
se publicaron los resultados del concurso de interno para designar jueces o
juezas de control y de los tribunales de enjuiciamiento realizado por
integrantes del Consejo de la Judicatura.
El órgano calificador está encabezado
por el presidente del Poder Judicial en la entidad, el magistrado Alberto López
Celis y los consejeros Alfonso Vélez; Ricardo Salinas; Francisco Espinoza y
Alberto Montes.
Los cinco miembros del Consejo
otorgaron sin dar a conocer públicamente el resultado de los exámenes que
presentaron todos los aspirantes, cuatro plazas de juez de Ejecución Penal y
nueve de juez de Control y Enjuiciamiento Penal, indican los informes oficiales
del TSJ.
Los Familiares
Beneficiados.
Entre los
beneficiados destaca Génesis Hernández
Rodríguez, esposa del magistrado en retiro Raúl Calvo Sánchez, quien obtuvo una
plaza de juez de ejecución penal y su función se limita a dar seguimiento a las
sentencias dictadas por los jueces de control con la facultad de reducir
condenas a los procesados.
Así como María Teresa Sánchez Romero,
sobrina del actual secretario general de acuerdos del TSJ, Juan Sánchez Lucas.
Las otras dos plazas de juez de
ejecución penal se otorgaron a Cecilia Crokman Flores, esposa del juez de
primera instancia Bartolo Currichi y Flaviano Alfaro Fierro, sobrino del
magistrado Eulalio Alfaro Castro, indican los reportes oficiales.
El caso del magistrado Eulalio Alfaro
sintetiza el nepotismo y el conflicto de interés que existe en el Poder
Judicial en la entidad, debido a que tres de sus hijas: Tania, Mariela y Norma
Sonia, actualmente se desempeñan como juezas de control y enjuiciamiento en
Chilpancingo, Iguala y Tixtla.
Además, Fidel Alfaro -otro sobrino del magistrado-,
se desempeña como juez civil de Primera Instancia en Chilpancingo, señalan los
informes.
El
magistrado Eulalio Alfaro tiene a cinco
familiares directos en puestos clave del TSJ en la entidad.
En tanto que las nueve plazas de juez
de control y enjuiciamiento penal se otorgaron de la siguiente manera.
Una plaza fue para el hijo del
magistrado Félix Nava Solís, identificado como Víctor Hugo Nava García y otra
para Yolanda Mora Silva, asistente del mismo funcionario del Poder Judicial.
También, se otorgó una plaza de juez de control a
Luis Jesús Hernández, esposo de María Teresa Sánchez Romero, la sobrina del
secretario general de acuerdos del TSJ, Juan Sánchez Lucas que fue beneficiada
de forma paralela con una plaza de jueza de ejecución penal.
De esta
manera, el matrimonio Hernández Sánchez
conformaron un monopolio jurídico en el TSJ, al asumir las funciones de juez de
control y ejecución penal respectivamente.
Francisco Michel Espinoza Larios,
hijo del integrante del Consejo de la Judicatura, Francisco Espinoza Grado,
obtuvo otra plaza de juez pese a que su padre fue parte del jurado.
También, el proyectista del Consejo de la
Judicatura, Reyner Ramírez; Evelina Ramírez Venegas, asistente del magistrado
Víctor Arellano Justo; Mario Hernández, asistente del asesor de la presidencia
del TSJ, Adrián Vega Cornejo.
Así como Verónica Roldán, asistente de la magistrada
Norma Leticia Abarca y Erik Serrano Aguirre, proyectista del magistrado y
miembro del Consejo de la Judicatura, Alfonso Vélez Cabrera.
De esta forma, los magistrados que
integran el Consejo de la Judicatura del TSJ repartieron 13 plazas para jueces
que exhibió la red de herencia familiar que controla el Poder Judicial en la
entidad.
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