Tras el robo de su
cadáver de una funeraria de esta ciudad, el cuerpo de Luis Reyes Enríquez,
alias “Z-12” o “El Rex”, fue descuartizado y sus partes repartidas en zonas
aledañas a prisiones de la zona metropolitana de Monterrey y la cabeza
abandonada cerca de la prisión de Ciudad Victoria con la advertencia: “Sigue la
limpia… Aquí quedo su patrón Vieja Escuela. Imagínense que les espera a ustedes
cuando salgan”.
La cabeza y las partes
del “Z-12” fueron abandonada con una gran manta con la advertencia contra los
miembros de “Zetas Vieja Escuela”, y está firmada por las “Fuerzas Especiales
del Cartel del Noreste (CDN)”.
Ambas fracciones salieron de los antiguos “Zetas” y desde
semanas atrás arreció su guerra que ha dejado una nueva oleada de
“ejecuciones”, enfrentamientos y “levantones” que se extienden desde las
colonias del poniente de Nuevo Laredo, pasa por diversos municipios de la zona
de Monterrey y terminan en Ciudad Victoria, las tres principales plazas donde
operan ambos grupos.
“El Cártel del
Noreste”, que dirigen miembros de la familia Treviño Morales, son los herederos
de los antiguos “Zetas” y renombraron a la organización “CDN” desde que tomó el
mando José Francisco “Kiko” Treviño, detenido en Houston en septiembre del
2016.
Luis Reyes Enríquez
encabezó otra facción de los “Zetas” que operaba desde la Frontera Chica de
Tamaulipas y los renombró “Zetas Vieja Escuela” en alusión al debate que
ocurrió a partir del 2014, cuando el Cártel del Golfo, Familia Michoacana,
Zetas y otros grupos propusieron regresar y
concentrarse en el
negocio del narcotráfico para dejar de meterse con la población a través de los
secuestros, extorsiones, robos etc.
Luis Reyes Enríquez
estuvo detenido en una prisión de Oaxaca, donde salió liberado, pero como fue
requerido por las autoridades de Tamaulipas por diversos delitos quedó recluido
en la cárcel estatal de Nuevo Laredo, el pasado 16 de noviembre.
Al día siguiente fue
asesinado en su celda a puñaladas por miembros del CDN. Su cuerpo fue entregado
a sus familiares. Cuando era velado su cuerpo fue robado de la funeraria.
El torso y una pierna fueron abandonados en una hielera y una
cubeta el 28 de noviembre en una zona aledaña a la prisión de Apodaca, donde
están recluidos varios ex miembros de los “Zetas”.
Horas después, el resto del cuerpo fue abandonado en cubetas,
hieleras y bolsas en las prisiones de Cadereyta y Topo Chico.
Finalmente, la cabeza fue abandonado la noche del jueves 29
de noviembre en una zona cercana a la prisión de Ciudad Victoria, centro
penitenciario disputado por Zetas Vieja Escuela y miembros del CDN.
La “guerra” entre ambos
grupos ha dejado un saldo de unos 30 muertos en los últimos días en toda la
región.
Sobresalen las
ejecuciones en la zona metropolitana de Monterrey en donde en menos de 24 horas
sumaron 9 asesinatos violentos.
La violencia provocó la
máxima alerta entre los cuerpos de seguridad de todo el noreste.
Al respecto el nuevo secretario de Seguridad de Nuevo León,
Aldo Fasci Zuazua, advirtió que la
inseguridad va a costar más sangre: “para que les digo mentiras, los
enfrentamientos (entre grupos) así son, (pero) hay que imponer la ley” y eso
costará más derramamientos de sangre.
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