La
Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) omitió realizar el censo de viviendas dañadas en 343 de los
720 municipios devastados durante los terremotos que sacudieron el sur y el
centro del país en septiembre del año pasado, -equivalente a 47.6% del total,
por lo que desconoció el diagnóstico de los daños en 2 millones 451 mil
viviendas, en las que habitan 8 millones 750 mil personas.
Además, la dependencia dirigida por Rosario Robles
Berlanga determinó que los terremotos provocaron afectaciones a 172 mil 26
viviendas, pero “no proporcionó información que acreditara que levantó
información en la totalidad de las viviendas de los municipios listados en las
declaratorias (de desastre natural y emergencia nacional)”.
Éstas son
algunas de las observaciones que realizó la Auditoría Superior de la Federación
(ASF), al analizar el desempeño de la Sedatu durante las semanas que sucedieron a los terremotos.
En Oaxaca, uno de los estados más
afectados por los sismos, la dependencia apenas levantó información en 28.7% de
los municipios devastados y, en ocasiones, generó información de dudosa
calidad.
En Santiago
Miltepec, por ejemplo, afirmó haber
registrado 1, 603 viviendas, cuando el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) reporta que dicho municipio cuenta con… 114 viviendas.
Cuestionada
por los auditores sobre la razón por la que no levantó información en 343
municipios, “la Sedatu informó que no
tuvo capacidad operativa para atender la emergencia en materia de levantamiento
de información y que por la magnitud de los daños quedó rebasada”, planteó el órgano
fiscalizador.
En el
informe de auditoría 1678-DE, concluido el pasado 24 de octubre, la ASF reconoció que la falta de información
sobre los daños causados por terremotos ha sido una “constante” en la historia
del país, pero señaló que en esta ocasión “la Sedatu no contó con un censo y un
padrón suficiente y confiable para programar y priorizar los apoyos destinados
a la reconstrucción y rehabilitación de las viviendas de la población
afectada”.
Y siguió: “De acuerdo con la información
proporcionada, en ninguna entidad federativa coincidió el número de viviendas
afectadas, incluso los datos generados por la propia Sedatu varían entre las
cifras reportadas en los boletines y las utilizadas por la dependencia para
continuar con el proceso de entrega de apoyos, siendo Chiapas el caso más
representativo, ya que las cifras reportadas disminuyeron en 39.6%, al pasar de
77 mil 455 a 46 mil 773 viviendas afectadas en el periodo septiembre a
diciembre de 2017”.
El documento resaltó que la
información fue levantada por “brigadistas” de la Sedatu, cuyo juicio fue clave
para determinar si la vivienda había sufrido daño parcial o pérdida total, y
ello a pesar de que solamente recibieron una capacitación.
La ASF también observó que, para validar la
información recabada, la Secretaría instaló 10 subcomités de Evaluación de
Daños para el sector vivienda, que atendieron a 401 municipios, dejando fuera a
319 localidades con declaratoria de emergencia, y sin explicarlo.
“En las actas de cierre de los
subcomités se validaron 75 mil 945 viviendas afectadas y 26 mil 963 daños
reconocidos como estructurales”, planteó la ASF. Añadió que “las 75 mil 945
viviendas validadas no coincidieron con las 172 mil 26 viviendas afectadas que
la Sedatu integró como diagnóstico definitivo de daños y que afirmó haber
entregado al BANSEFI”, aseguró la Auditoría.
Además, señaló que, a pesar de que los fenómenos
telúricos afectaron a nueve estados, la Sedatu solo implementó medidas de coordinación
con los gobiernos de Chiapas y Oaxaca -y aun así dejaron desatendidos a cientos
de municipios-; de nuevo, se justificó con que “dicho fenómeno rebasó la
capacidad institucional de coordinarse”.
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