Por Jesusa
Cervantes.
El gasolinazo encendió la tribuna de
San Lázaro, porque la discusión sobre la eliminación o el mantenimiento del
Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS), que directamente incide
en el precio de la gasolina, prendió el fuego político entre morenistas y
panistas.
Manotazos, gritos, jaloneos y
arrebatos verbales llegaron al límite durante la discusión en lo particular de
la Ley de Ingresos para 2019, que contempla mantener el IEPS en sus mismos
términos, lo que a su vez implica recaudar una bolsa de 16 mil millones de
pesos que posteriormente se distribuyen entre los estados.
Los
enfrentamientos empezaron luego de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), a través de Pablo Angulo Treviño,
propuso eliminar la recaudación del IEPS. El reloj marcaba las 6 de la tarde y
en ese momento Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Mesa Directiva, ya había
dejado a la morenista Dolores Padierna, su relevo en la conducción de la
sesión.
Padierna subió a tribuna para
justificar que se mantuviera el IEPS. Dijo que dejar las gasolinas al vaivén de
los precios internacionales debe corregirse, pero ello ocurrirá cuando se
revierta en los hechos, con una nueva política energética, la reforma de
Enrique Peña Nieto. Con eso, abundó, aumentará la producción de gasolinas y por
consiguiente disminuirá el precio de las mismas, ya que dejarán de importarse.
La panista Cecilia Patrón Laviada, hermana del
exgobernador de Yucatán, apoyó la reserva del PRI, es decir, eliminar la recaudación del IEPS. Poco a
poco, los más de 70 diputados del Partido Acción Nacional (PAN) subieron a la
tribuna, se colocaron en los costados y, con carteles en mano donde se leía:
“que baje la gasolina”, fueron “calentando” los ánimos políticos.
Morena hizo lo propio y sacó sus carteles
de: “no más moches”.
Hasta ese
momento la situación política no pasaba de ser una “guerra” de carteles, hasta
que la panista se fue directo contra el coordinador de Morena, Mario Delgado:
“Mario, ¿te suena conocido febrero
sin gasolinazo? Fue tu campaña. Nos estuviste repitiendo durante los seis años
que estuviste en el Senado que bajaría el precio de la gasolina. Hoy es el
momento, la oportunidad para que votes con tu mayoría en congruencia y le
cumplas a los mexicanos”.
Delgado se
aguantó las ganas. Necesitaba más que un minuto desde su curul para responder; su lugar lo tomó Gerardo Fernández Noroña,
quien explotó y en cascada torpedeó a panistas y priistas. La bola de lumbre
lanzada se propagó en el pleno, que incendiado se convirtió en un bullicio
donde panistas y morenistas se desgañitaban en insultos, unos a otros.
“En vez de esas cartulinas, si
tuvieran un poquito de vergüenza, se pondrían una bolsa de papel en la cara…
Nunca se han preocupado por el pueblo y hoy vienen aquí de hipócritas a decir
que están preocupados por la gente. Han sumido al país en la miseria, le
metieron un baño de sangre, entregaron el patrimonio nacional, finanzas
destrozadas. Derecha y cinismo deberían ser sinónimo”, soltó exaltado.
“Llevo días oyendo sus mentiras, su
demagogia, su hipocresía, su falta de respeto, su falsedad, oyendo toda la
mentira con que se han maneado… Son unos traidores, vende patrias, asesinos,
miserables, hipócritas, se me acaban las descalificaciones”, seguía Fernández
Noroña, y desde su curul los panistas se pararon y empezaron a gritar: “¡Que
baje la gasolina, que baje la gasolina!”.
Desde el ala
panista lo apuntaban con el dedo y seguían grito y grito contra Fernández
Noroña, quien fue arropado por petistas y morenistas que, uno a uno, subieron a
tribuna y gritaban: “¡No más moches, no
más moches!” en alusión a las comisiones que diputados panistas cobraban a la
hora de discutir el presupuesto para sus estados y alcaldías.
Pero lo que pareció dolerles más fue cuando
Fernández Noroña les restregó en la cara, desde la tribuna: “Querían moches,
querían seguir saqueando al pueblo, pero el pueblo despertó, despertó y votó
por nosotros, y pese lo que les pese, el presidente se llama Andrés Manuel
López obrador, es el líder de este pueblo y con él vamos a conducir los
destinos de la patria”.
También recordó “al usurpador” (Felipe Calderón),
“que ni la barda puso de la refinería Bicentenario, porque se robaron el
dinero, y hoy con una cachaza vienen a decir a tribuna que no se deben
construir refinerías… ¡Son verdaderamente de una desvergüenza inaudita!”.
Y siguió: “Les vamos a seguir ganando elecciones y
les vamos a seguir ganando las votaciones en esta Cámara”.
Luego subió Mario Delgado y les puso la canción
“Hipócritas”, de Paquita la del Barrio, y se alcanzó a escuchar levemente:
“Sencillamente hipócrita; perverso, te burlaste de mi”.
@mario_delgado1
El PAN le regaló a los mexicanos los
gasolinazos. Aunque use la tribuna por su falta de memoria, es hipócrita frente
al pueblo de México. Por eso, el primero de julio la gente los puso en su
lugar. #LeyDeIngresosResponsable
El panista Jorge Luis Preciado subió a tribuna para
echarle más leña al fuego: “Les pido a los compañeros de Morena que dejen de
ser títeres, que dejen de ser levanta dedos, que dejen de ser empleados del
presidente de la República. Voten porque baje la gasolina hoy, está en sus
manos, está en lo que prometieron, cumplan su palabra”. Ya nadie escuchaba a Preciado.
Abajo de la
tribuna, Fernández Noroña discutía con
un panista. En el pleno, en el ala central donde se ubican los priistas, su
coordinador René Juárez manoteaba entre sus correligionarios. Discutía con el
expresidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza. Pero algo más ocurría:
Diputados morenistas fueron hasta su
lugar para reclamarle al priista Carlos Pavón por unas ligas que salieron a relucir:
“Cálmate cabrón, ¿eh? Hey, diputado, cálmate cabrón, vete a la chingada”. Y en
ese momento Mario Delgado le avienta las ligas a la cara al legislador priista
en presencia de su coordinador, René Juárez.
Del otro
extremo del pleno, donde se ubican los legisladores del Partido de la
Revolución Democrática (PRD), la
diputada por Jalisco Abril Lozano reportaba en sus redes sociales lo que
ocurría, pero las morenistas de Chiapas no estuvieron de acuerdo con lo que
decía cuando denunciaba el rechazo de Morena a eliminar el IEPS. “Eso no es
cierto, es una pendejada”, gritó una de las legisladoras de Morena.
Tranquila, la perredista volteó,
cortó su transmisión y empezó a discutir acaloradamente con la morenista; el
intercambio subía de tono, pero no pasó a mayores. Del ala izquierda llegó
corriendo el secretario particular de Mario Delgado, Daniel Sibaja, para
separar a su diputada, mientras que el perredista Mauricio Toledo hacía lo
mismo con su compañera de partido.
Del otro
lado del salón de plenos, Sergio Meyer y
Fernández Noroña habían atravesado la línea que separa a morenistas y panistas.
Instalados cerca del blanquiazul empezaron a discutir. Desde la tribuna, la
presidenta en turno pedía a los legisladores que regresaran a sus lugares.
Para ese momento ya nadie escuchaba a
nadie. Los insultos y gritos de consignas, unos en contra de otros, subían de
tono, hasta que de la zona centro surgió la petición de la palabra. Era el
priista Enrique Ochoa Recha, quien desde su curul anunciaba el retiro por “la
violencia verbal, insultos y violencia física”.
“Presidenta,
este debate es un debate necesario para
la República, y para poder llevarlo a cabo se deben tener condiciones de
civilidad democrática en este parlamento. En ausencia de una conducción
pacífica y democrática, ante la presencia de violencia verbal, de insultos y
violencia física, nos retiramos de este salón de sesiones en protesta, por la
manera en que no aceptan debatir un tema importante para la República”.
El emecista
siempre cordial Tonatiuh Bravo pidió
someter a votación la propuesta. El PRI votó y se fue del salón de sesiones.
Movimiento Ciudadano (MC) hizo lo propio para buscar una salida política. Se
abrió el tablero y Dolores Padierna cantó los votos: 290 a favor de desechar la
propuesta priista y 159 en contra. Ello enardeció a los panistas, quienes
gritaban a la presidenta: “fuera, fuera, fuera, fuera”.
Padierna decretó un receso, se
levantó de su curul y se dirigió a un costado. Panistas y morenistas tomaron la
“presidencia” a punto de los golpes.
Los gritos contra Padierna seguían y
sus compañeras diputadas la arroparon: “Dolores, Dolores, no estás sola, no
estás sola”.
Los jaloneos continuaban en la
presidencia, en la tribuna y en la parte baja del salón de plenos. Las
diputadas de Morena Irma Juan Carlos e Inés Parra Juárez se jaloneaban contra
la panista Ana Paola López.
Nadie se
movía de su lugar. El “incendio” no se
apagaba, pese al receso decretado. Hubo de pasar media hora para que los
coordinadores parlamentarios abandonaran el pleno, y con ello el resto de los
legisladores se tranquilizaron.
Una hora
después, en conferencia de prensa, PRI,
PAN, PRD y MC anunciaron que se suspendía la sesión y el receso se prolongaba
hasta mañana para calmar los ánimos.
Este
miércoles 19 continuará la discusión y aprobación de la Ley de Ingresos, que
hoy quedó trunca debido a los insultos, gritos, agresiones y groserías que
salieron a relucir en San Lázaro.
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