Por Dulce
Olvera.
El grupo
“Para todos todo”, compuesto por ex trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza
del Centro, propone al actual Gobierno
de Andrés Manuel López Obrador vías de reinserción laboral, como ubicar y parar
el robo de electricidad del que principalmente responsabilizan a mil grandes
empresas, que consumen el 22 por ciento de las ventas de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE), entre ellas, Embotelladora Mexicana Pepsico.
“Son más de 30 mil millones de pesos
las pérdidas por el robo de energía a CFE [datos oficiales de 2018]. ¿Cuánta
energía y cuánto dinero se podría recuperar si se revisan las mil empresas
grandes consumidoras de casi la cuarta parte de la electricidad? Y, ¿si después
se revisan las 300 mil empresas medianas que consumen el 37 por ciento de la
electricidad?”,
planteó el ex trabajador disidente Mario Benitez Chávez.
El titular
de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, sentenció
en una conferencia de prensa de febrero que “toda una colonia no se roba lo que
se puede robar una empresa”.
El electricista
Benitez agregó que “la cruzada nacional
contra la corrupción, como eje sexenal, debe ser respaldada por los
trabajadores. Petroleros y electricistas deben de participar, pero los de base,
los de abajo, y no las cúpulas sindicales quienes han sido parte y se han
beneficiado del robo y del saqueo”.
Planteó la diferencia entre ellos y
Martín Esparza Flores, Secretario General del Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME) desde 2005. “Buscar recuperar la soberanía energética, la
autosuficiencia eléctrica, y no dar más permisos a los privados, es una gran
diferencia que tenemos con Martín, quien está haciendo marchas para que el
gobierno le dé un contrato de compra-venta con Generadora Fénix (de la
portuguesa Mota-Engil, SME y Cooperativa LF) por 25 años”, dijo.
Mota-Engil, enfatizó, fue la encargada de construir la
autopista “Siervo de la Nación”, obra del gobierno mexiquense de Eruviel Ávila
Villegas, para conectar la zona norte del Valle de México con el nororiente de
la Ciudad de México que reportó un sobrecosto de 4 millones de pesos. “Esto es
Mota-Engil, esto es Martín, y quieren que les compremos la electricidad por 25
años a esta clase de ratas”, criticó.
EL
“HUACHICOLEO ELÉCTRICO”
En 2017, la
Comisión Federal de Electricidad (CFE)
registró pérdidas técnicas, por disminución de voltaje, y no técnicas,
derivadas del robo de energía, por 46 mil 592 millones de pesos, el 13.5 por
ciento de lo generado, muestran cifras del Programa de Desarrollo del Sistema
Eléctrico Nacional (PRODESEN), frente a los 60 mil millones de pesos anuales a
las que ascienden las pérdidas de Petróleos Mexicanos (Pemex) por tomas
clandestinas de combustibles, de acuerdo con las cifras del Gobierno.
Por pérdidas
técnicas, la CFE dejó de recibir 16 mil
267 millones de pesos, mientras que por robo, alteración de medidores o falta
de pago perdió 30 mil 325 millones de pesos.
En febrero,
el titular Manuel Bartlett Díaz informó
durante una conferencia que en 2018 fueron más de 30 mil millones de pesos
principalmente de los grandes corporativos. “Siempre ha habido robo de energía
en grandes empresas, en hoteles, en grandes industrias que manejan los
medidores y se ha generado desde hace años el no pago de los grandes. No son
los chiquitos. Toda una colonia no se roba lo que se puede robar una empresa”,
advirtió.
Respecto a las grandes consumidoras,
el sistema eléctrico de la CFE se integra de ventas anuales con un 22 por
ciento de la energía para mil empresas grandes; 37 por ciento para 300 mil
empresas medianas; 25 por ciento para 33 millones de usuarios domésticos; y 16
por ciento para 4 millones de usuarios comerciales, agrícolas y de servicios,
documenta el Observatorio Ciudadano de la Energía con datos oficiales.
“La disyuntiva es que son mil
empresas que consumen el 22 por ciento y 33 millones de hogares otro 25 por
ciento. Vamos a impedir que nos sigan robando. Esas mil empresas tenemos que
revisarlas, conectarlas, que no alteren los medidores. Es posible, estamos
convencidos, y contamos con personal –a todos los que nos corrieron les sabemos
a eso– y esas empresas están sobre todo en la Ciudad de México y el Estado de
México”, afirmó el
ex trabajador disidente Mario Benitez.
Entre esas
mil empresas, documentó el electricista, figura
Embotelladora Mexicana Pepsico, que en 2012 fue acusada por la CFE ante la
entonces Procuraduría General de la República (PGR) por robarle electricidad
durante cuatro años. Ante ello, la firma se comprometió a pagar 105 millones de
pesos.
Los adeudos de Pepsico correspondían
a dos plantas embotelladoras, una en Acoxpa y otra en Calzada de La Viga, en la
Ciudad de México, conectadas en servicio de media tensión, cuyos medidores
fueron revisados en mayo de 2012 por la CFE, y encontró dispositivos
electrónicos que marcaban un consumo menor al real.
“Aquí vamos a revisar quiénes son
esas mil. No hay más que irse al directorio, sus oficinas, sus divisiones, sus subsidiarias
y así podemos evitar este huachicoleo eléctrico. No puede funcionar como en el
caso Pemex, porque ahí cortan ductos a partir del monitoreo central. Aquí no
podemos cortar la luz. Se tiene que hacer con servicio y eso lo hacen nuestros
compañeros, ellos trabajan con línea viva, saben de la facturación. ¿Cómo van a
poner orden y recuperar 30 mil millones de pesos al año?”, reiteró Benitez Chávez.
Además de
empresas, el gobierno de Pueba colocó
“diablitos” en la Vía Atlixcáyotl para robarse la luz. Un comunicado de prensa
oficial reportó en días pasados que la CFE está cobrando adeudos de la gestión
anterior por más de 2 millones 800 mil pesos tanto de Rafael Moreno Valle
(2011-2017) como de Antonio Galí Fayad (2017-2018). Se deben 2 millones 457 mil
pesos correspondientes al periodo del 22 de diciembre de 2012 al 22 de octubre
de 2018; 259 mil 34 pesos del 25 de agosto de 2017 al 16 de octubre de 2018; y
110 mil 364 pesos del 5 de abril al 7 de diciembre de 2018.
Otra de las
propuestas para la reinserción laboral de más de 16 mil trabajadores
electricistas es cooperar en la
clasificación de los archivos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional
(CISEN) que se están dando a conocer en el Archivo General de la Nación.
“Vamos a capturar, digitalizar,
transcribir 36 años de archivos, desclasificar 36 años de guerra sucia. En Luz
y Fuerza teníamos compañeras secretarias talentosísimas. Queremos que se sepa,
queremos trabajar y esa fuerza de trabajo la queremos”, visualizó Mario
Benítez. “Martín no está diciendo que quiere acabar con el huachicoleo, solo
quiere para su empresa (Generadora Fénix)”.
AUDIENCIAS
CON EL GOBIERNO DE AMLO.
A lo largo
de estos tres meses de inicio de la administración, los electricistas disidentes han solicitado a la Presidencia de la
República, a la Secretaría de Gobernación, de Hacienda y Crédito Público, de
Energía, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a la Comisión Federal de
Electricidad y al Instituto Mexicano del Seguro Social una audiencia para
tratar la petición de desclasificar los documentos en torno a la extinción de
Luz y Fuerza en octubre de 2009, y con ello conocer “los acuerdos” del
Sindicato Mexicano de Electricistas dirigido por Martín Esparza Flores, con los
gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y de Enrique Peña Nieto
(2012-2018).
“Creímos y confiamos en la dirección
sindical del SME, pero Martín Esparza Flores se corrompió y coludió con los
gobiernos del PRIAN”, dice la solicitud de audiencia con los titulares de las
dependencias federales referidas. “Desde aquel 11 de octubre de 2009, hemos
vivido en condiciones precarias, tratando de sobrevivir, siendo perseguidos del
gobierno, boletinados para no encontrar una fuente de empleo formal, reprimidos
y agredidos por una dirigencia sindical sin escrúpulos”.
Por su
parte, Martín Esparza Flores declaró en
un foro sobre “Nuevo sindicalismo en México” celebrado hace dos semanas que “el
Sindicato está vivo, compañeros. Está firme y con la cara muy en alto para
continuar esta lucha […] Aquí estamos defendiendo nuestra organización sindical
y los derechos de los trabajadores. Hoy tenemos que seguir luchando porque se
restituyan los derechos de los trabajadores en el país. En todos estos años de
política neoliberal el diagnóstico es devastador contra los trabajadores”.
“Hagamos una Convención Nacional
Democrática, pero sin las centrales corporativas, sin los charros, y saquemos
de ahí acuerdos en materia de trabajo, de salario y de seguridad social”, agregó.
Para los disidentes fue un discurso
“hipócrita” y “vacío”.
También han acudido al Poder
Legislativo. El 15 de noviembre de 2018, los diputados Nelly Carrasco Godínez,
Erika Vanessa del Castillo Ibarra y Sergio Pérez Hernández, de Morena, y
Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, propusieron un punto de
acuerdo donde se pide la desclasificación de los documentos de Luz y Fuerza del
Centro. Esta propuesta se pasó a la Comisión de Transparencia y Anticorrupción
de la Cámara de Diputados, donde está pendiente de discutirse.
La Compañía de Luz y Fuerza se
componía por 44 mil activos y 22 mil jubilados hasta aquel octubre de 2009.
Luego de que el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa encabezó su extinción,
casi 28 mil aceptaron la liquidación ante el decreto, pero 16 mil 599 quedaron
en resistencia para que se respetara su contrato colectivo y antigüedad.
Sin embargo,
el grupo “Para todos todo” detectó, a
través de solicitudes de información, que a través del pago de jubilaciones,
liquidaciones, la Generadora Fénix y la Cooperativa LF del Centro, surgidas
tras la extinción de la Compañía, el líder sindical Martín Esparza y los otros
25 miembros del Comité del SME se han beneficiado económicamente, junto con su
familia y amigos, más que los trabajadores que quedaron desempleados y no
aceptaron la liquidación para seguir en la resistencia.
Martín
Esparza Flores se llevó una liquidación
de 5 millones 129 mil pesos por 23 años, sus cercanos y miembros del Comité del
SME también obtuvieron cifras con mayores ceros que el resto de los
trabajadores, de acuerdo con certificado del Servicio de Administración y
Enajenación de Bienes (SAE).
“Específicamente hay un grupo de 122
personas que son los del Comité Central [del SME] y allegados que juntaron un
monto aproximado de 300 millones de pesos por concepto de liquidación. Las
liquidaciones van entre 1 y 7 millones de pesos. No hubo algún parámetro exacto
que pudieran tomar para determinarlas; la antigüedad y categorías no contaron,
solo los parentescos con la dirección del sindicato”, dijo la trabajadora electricista
Jazmín Serrano.
DESCLASIFICACIÓN
DE DOCUMENTOS.
Los
disidentes del Sindicato Mexicano de Electricistas solicitan la desclasificación de documentos sobre el proceso de
extinción de Luz y Fuerza del Centro para resolver la duda que han cargado por
casi una década: por qué cerraron la compañía y qué hizo su representante
sindical, Martín Esparza, con la entrega de liquidaciones y rentas vitalicias,
así como con la Generadora Fénix y la Cooperativa LF. Pero hasta el momento
solo han recibido reserva de información y agresiones.
“Cuando queremos levantar la voz,
somos expulsados, somos rechazados, somos golpeados. En toda esta
desclasificación de documentos de la extinción de LyF están los negocios de la
dirigencia, los beneficios para familiares y allegados. Debe haber un papel
firmado”, dijo el disidente Aldo Conde. “Las bases estamos siendo aisladas. Hay
dos sindicatos. El que cuentan ellos y el que se está viviendo”.
Su compañero
Claudio Herrera acusó que “es injusto
que un grupúsculo se haga rico a costillas de los trabajadores que quedaron
desempleados. Si nos transportamos a antes de 2009, muchos no tenían ni para
zapatos y en este momento en Necaxa (Puebla) tienen infinidad de locales o
bares, y se pasean en coches. Está terrible cómo tratan a nuestros compañeros
del sindicato. Está la Generadora Fénix ahí, pero es un grupo de 500 personas
que están trabajando el líder Miguel Márquez, Secretario de Fomento a la Salud,
es el dueño del poder”, señaló.
Sergio Vallejo fue víctima de Márquez
y aunque ha presentado denuncias, le piden pruebas y testigos. “Gente del SME,
Miguel Márquez Ríos, Secretario de Fomento a la Salud, y Román Olvera García,
subsecretario de la división Necaxa, ya me amenazaron”, señaló directamente.
“La consigna de golpearme para que me quede quieto y ya no se sepa la información
entorno del SME. Tengo actas de denuncias, pero piden pruebas y testigos”. En
ese momento, evocó, salió lo de las nóminas con liquidaciones millonarias.
Mario
Benítez planteó que tienen derecho a la
verdad. “Yo trabajé para una empresa de 100 años que la extinguieron. Quiero
saber los motivos reales, no puede ser responsabilidad del trabajador la
quiebra, si existía. Quiero saber qué pasó con todos los activos de LyF, en qué
manos quedaron”, cuestionó.
El
Secretario General Martín Esparza compartió
en el foro referido que después de la Reforma Energética “que impusieron, la
primera empresa participante del mercado eléctrico mayorista fue CFE por ley,
pero la segunda es Generadora Fénix del SME. Ya estamos de regreso en el sector
eléctrico […] los trabajadores con su contrato colectivo tienen reparto de utilidades,
están dados de alta al seguro social y tienen prestaciones por encima de la ley
y lo del 49 por ciento (de participación accionaria) el dinero va a un fondo de
previsión social para que los trabajadores tengan un fideicomiso”.
No obstante,
los disidentes criticaron que Fénix solo aporta empleos a 571 de los 16 mil
desempleados y, dijeron, están contratados bajo outsourcing. En la nómina están
los 26 miembros del Comité del SME, familiares y amigos de Martín Esparza
ganando más que otros trabajadores con más experiencia y antigüedad, de acuerdo
con la base del IMSS a la que tuvieron acceso los trabajadores opositores.
Martín
Esparza, vocal de Generadora Fénix y
líder sindical; Humberto Montes de Oca, Secretario de Exterior del SME, al
igual que el Secretario de Trabajo del SME, Eduardo Bobadilla, cotizan 1,887
pesos diarios ante el IMSS (unos 56 mil pesos mensuales cada uno).
“Cómo puede ser un empleado de una
trasnacional [Mota-Engil] y en el discurso ir contra las empresas. Cómo puedes
ser parte de su Consejo de Administración y los de atrás están pidiendo
trabajo, no tienen ni para comer. Cómo puedes estar en lo interno en una
persecución contra los trabajadores y hacia lo externo estás con la huelga de
Matamoros. Ese discurso ya no se lo creemos”, aseveró el disidente Aldo Conde.
PROCESO
ELECTORAL “AMAÑADO” EN EL SME.
Martín Esparza ha sido el Secretario
General del Sindicato Mexicano de Electricistas desde 2005 a través de diversas
reelecciones. El Comité Central del sindicato lo componen otros 25 miembros.
“Le apostamos a una Reforma Laboral
como la que se está planteando donde haya libertad sindical, donde los
dirigentes se elijan a través del voto libre y secreto. El SME así lo hace. Hay
un proceso electoral establecido en el estatuto”, presumió Esparza en un foro sobre
sindicalismo celebrado el 6 de marzo.
Antes de
2014, el Secretario General se elegía
cada dos años con voto directo y secreto, pero los estatutos se modificaron
hasta cinco años por lo que Esparza, reelegido en 2015, podrá estar hasta 2020.
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