México fue escenario
en 2016 de desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones
arbitrarias, torturas y malos tratos, en medio de un aumento de la violencia de
la que las mujeres volvieron a sufrir sus consecuencias, según Amnistía
Internacional (AI).
En su informe anual 2016 presentado hoy en París, AI asegura que las desapariciones forzadas con
implicación del Estado y las cometidas por agentes no estatales siguieron
siendo “práctica generalizada” y sus responsables gozaban de “una impunidad
casi absoluta”, ante las irregularidades en las investigaciones y la demora a
la hora de buscar a estas personas.
Según el Gobierno mexicano, al acabar 2016 había 29 mil 917 desaparecidos, en su gran mayoría
hombres.
Entre los casos de desapariciones forzadas, está el de los
43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, acerca del cual en abril el
Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) consideró
científicamente imposible que, como se afirmó oficialmente, los alumnos fueran
asesinados y quemados en un vertedero. Además,
algunos funcionarios manejaron “pruebas importantes sin contar con la
documentación ni los permisos adecuados”, entre otras irregularidades.
Por otra parte, la
impunidad de la que gozaron los autores de ejecuciones extrajudiciales,
violaciones de derechos humanos y crímenes de derecho internacional y, aunque
se han descubierto decenas de fosas comunes en todo el país, estos delitos no
se investigan adecuadamente.
Una impunidad “casi
absoluta” se extendía a los malos tratos durante las operaciones policiales y
militares (aumentó el número de soldados y marinos en operativos de seguridad
pública), mientras que las mujeres detenidas sufrían a menudo violencia sexual
como forma de tortura.
En las actuaciones policiales frente a manifestaciones y
protestas hubo, además de arrestos, muertos y heridos civiles.
A ello habría que
sumar la violencia generalizada, que aumentó de forma importante al registrarse
36 mil 056 homicidios a finales de noviembre, frente a los 33.017 del año
anterior, hasta el punto de representar la mayor tasa desde la subida al poder
de Enrique Peña Nieto en 2012.
En concreto, para AI,
la violencia contra mujeres y niñas es “endémica”, por lo que tuvo que
activarse en 2016 el mecanismo de “Alerta de Género” en Jalisco y Michoacán.
También los
periodistas y defensores de derechos humanos fueron blanco de amenazas,
agresiones y homicidios, y once profesionales de la información fueron
asesinados.
Por otra parte, el
año pasado México recibió “la cifra más alta de solicitudes de asilo de su
historia”, 6.898 hasta octubre, el 93 por ciento de ellas de personas que huían
de la violencia en Guatemala, El Salvador y Honduras, hasta el punto de que el
Gobierno mexicano reconoció la existencia de una crisis de refugiados.
Frente a las estimaciones de que cada año más de 400 mil
personas cruzan la frontera sur de forma irregular, en 2016 aumentaron las
operaciones de seguridad en los límites con Guatemala y Belice y se deportó a
136.420 personas, en un 97 por ciento procedentes de Centroamérica.
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