El gobierno federal presentó una iniciativa
para el Alto Golfo de California, con el que busca impulsar el desarrollo
económico y social de la población, así como combatir las causas que provocan
la muerte de las vaquitas marinas; sin embargo, los pescadores afectados
dijeron no haber sido contemplados para esta nueva estrategia.
El programa
lanzado por dependencias federales, y que contempla a los gobiernos de Baja
California y Sonora, se basa en cinco ejes: desarrollo integral para el
bienestar comunitario; gobernanza y seguridad (combate a la pesca furtiva y el
tráfico de especies); pesca sustentable; conservación y monitoreo de
ecosistemas y especies, así como la diversificación productiva sustentable.
La
secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Josefa Ortiz Blanco, dijo que a diferencia
de la estrategia del gobierno anterior, quien dio subsidios a pescadores para
que suspendieran actividades en la región, este plan busca “la sustentabilidad
ambiental, social y económica”, con el objetivo de que los pobladores de San
Felipe, en Baja California, y Santa Clara, en Sonora, no se dediquen a la pesca
furtiva.
Sin embargo,
organizaciones de pescadores, quienes
pretenden volver a sus actividades este sábado 23 de marzo, dijeron que no se
les contempló en este programa.
“Nosotros ahorita estamos muy
sorprendidos porque en ningún momento estuvimos contemplados ni nos presentaron
este plan”, señaló
Alonso García, secretario de la Federación de pescadores ribereños del puerto
de San Felipe.
Uno de los
ejes de la nueva estrategia contempla
“nuevos sistemas de pesca sustentables desarrollados”, pero para el
representante de los pescadores, estas técnicas no son económicamente viables.
Otro punto del plan propone la “pesca
deportiva recreativa de totoaba” (un pez cuya vejiga es cotizada en miles de
dólares por kilogramo en el mercado negro de Asia, de acuerdo con expertos)
para evitar que las grandes redes de enmalle usadas para su captura maten a
otras especies de la zona, especialmente a la vaquita marina.
“La pesca deportiva es una muy buena
opción, el problema va a ser que a quién le vas a a dar ese derecho, al sector
deportivo, que ya existe en San Felipe, y que es realmente pequeño; al sector
irregular que son los que están pescando la totoaba, o a nosotros que agrupamos
a la gente que se dedica a la pesquería regular”, cuestionó García en entrevista.
Las autoridades involucradas en este
nuevo plan dijeron que se trata de un “acuerdo histórico” en que fueron
contemplados pescadores, organizaciones civiles, comerciantes, pobladores, así
como las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural, Medio Ambiente y
Recursos Naturales, Marina, Bienestar, Seguridad Pública y Relaciones
Exteriores.
Además, se unen a los esfuerzos los gobiernos
estatales, las comisiones nacionales de Áreas Naturales Protegidas y de Pesca y
Acuacultura, así como el Instituto Nacional de Pesca.
Una inversión de 1,200 mdp no ha
servido para rescatar a la vaquita marina
¿De dónde
saldrá el dinero?
En la
presentación del programa, las
autoridades no detallaron el monto que requerirá este programa, pero el
secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos
Arámbula, señaló que las entidades aportarán dinero “en función de los
programas y los recursos que cada dependencia tiene”, además de sumar a
“programas que tienen una orientación social y que pueden perfectamente
converger en la región”.
Esto, pese a que no hay recursos
contemplados en el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2019 en este
rubro.
Veto de
Estados Unidos al Alto Golfo.
Pese a que actualmente existe un veto
por parte de Estados Unidos a la pesca del Alto Golfo de California, las
autoridades señalaron que el director del Instituto Nacional de Pesca, Pablo
Roberto Arenas Fuentes, dialoga con entidades de aquel país sobre la
prohibición.
“El día de
hoy (21 de marzo), el director de
Inapesca estuvo en una reunión en los Estados Unidos donde se dialogó este
asunto para tratar de reducir no solamente el veto al norte de California, sino
de toda la pesquería mexicana”, respondió Miguel García Winder, subsecretario
de Agricultura, en la presentación de la nueva estrategia.
El
funcionario dijo que los beneficiarios
de estas medidas son entre 40 mil y 50 mil habitantes de comunidades,
incluyendo poblaciones indígenas cucapás.
Este es el
plan de emergencia del gobierno mexicano para salvar a la vaquita marina
¿La vaquita
tiene posibilidades de sobrevivir?
De acuerdo
con el titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp),
Andrew John Rhodes Espinoza, actualmente
hay entre 6 y 22 vaquitas marinas detectadas en el Alto Golfo de California.
Desde 2010, la población de vaquita marina se ha
reducido 18.5 % al año, según los datos presentados por las autoridades,
quienes aseguran que la actual estrategia dejará de centrarse en este mamífero
marino endémico de México, para prestar mayor atención al entorno y evitar así
su extinción.
Para el científico mexicano Lorenzo
Rojas-Bracho, quien se ha dedicado por 20 años al estudio y protección de la
vaquita marina, el margen de acción para salvar a la especie es muy limitado
porque hay varios factores que inciden como el deterioro social de la zona por
décadas y el aumento de la pesca ilegal.
Sin embargo,
aclara, el hecho de que queden tan pocos
ejemplares de vaquita marina no significa que esté condenada a la extinción.
“La poca variabilidad genética
(medida que permite la evolución de un ejemplar) no condena a una especie a la
extinción”, explicó
el especialista, quien también formó parte del Comité Internacional para la
Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA).
En 2015,
Roja-Bracho participó en un plan de
emergencia que consistió en trasladar algunos ejemplares de esta especie a un
santuario temporal, sin embargo dice que esta medida ya no es opcional, pues la
vaquita padece altos niveles de estrés con el cuidado humano.
También recordó que el CIRVA emitió desde sexenios
atrás recomendaciones socioeconómicas que fomentaran otro tipo de pesca que no
deteriorara la biodiversidad de la zona del Alto Golfo.
Incluso, señaló que las autoridades pesqueras han
sido las principales responsables, junto con la pesca furtiva, de obstaculizar
el rescate de la especie, principalmente Inapesca y Conapesca.
“El peor enemigo, además de los
totoaberos, han sido las autoridades pesqueras por sabotear las acciones de
conservación”,
explicó Roja-Bracho.
El
especialista también criticó el pago de
subsidios a pescadores, que implementó el gobierno de Enrique Peña Nieto y que
recientemente fueron cancelados por la administración de Andrés Manuel López
Obrador, pues dijo que con esos pagos se fomentó el ocio y la corrupción entre
autoridades y pobladores.
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