Por Milton
Martínez.
“Agárrense hijos de la chingada!,
fueron las primeras declaraciones del exgobernador Guillermo Padrés tras ser
liberado bajo fianza la noche de este sábado en el Reclusorio Oriente, en
Iztapalapa.
Frente a los medios de comunicación
que esperan su salida desde el mediodía de ayer, apostados en las inmediaciones
de la penitenciaría, fue parco e indiferente, pero ya una vez en confianza
envió un mensaje de voz a sus amigos, excolaboradores y detractores a través de
la aplicación de Whatsapp.
“Buenas noches a todos, me da gusto saludarlos
a todos, aquí Jorge me pidió que les mandara un audio, estoy con toda mi
familia, gracias a Dios, muy contento no me la creo, no me la creo, les mando a
todos ustedes un abrazote, espero verlos pronto a todos mis amigos”, mencionó el exmandatario sonorense.
Segundos
después amagó: “Recuérdense que todavía
traigo un poco de Ocotillo que me ha sobrado, nomás les mando decir que gracias
a todos, por todo y espero verlos pronto. La única palabra que se me viene a la
mente es: gracias”.
Y,
finalmente, sentenció: “¡Ya estoy libre,
cabrones, agárrense hijos de la chingada!”.
De acuerdo a la palabras de Antonio
Lozano, el abogado defensor de Padrés, el acusado ya superó todas la
imputaciones en su contra, a excepción de la evasión equiparable por la que
están a la espera de dos resoluciones más.
El exjefe
del Ejecutivo sonorense permaneció encarcelado dos años, dos meses y 22 días
luego entregarse voluntariamente el 10 de noviembre de 2016 para declararse
inocente de las acusaciones de desvío de fondos públicos, operación de recursos
de procedencia ilícita, asociación delictuosa, lavado de dinero y evasión
fiscal.
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